El CES denuncia que las mujeres disponen de menos protecci¨®n social que los hombres
Un estudio del Consejo Econ¨®mico y Social constata la existencia de "discriminaci¨®n indirecta"
M¨¢s que discriminaci¨®n, las espa?olas sufren en su situaci¨®n laboral una protecci¨®n social inferior a la de los hombres. Cien veces m¨¢s mujeres que hombres realizan tareas exclusivamente dom¨¦sticas; al tiempo en casa y fuera, trabajan cinco veces m¨¢s mujeres, y exclusivamente fuera de casa, cuatro veces menos mujeres que hombres. As¨ª lo establece el Informe sobre protecci¨®n social de las mujeres, aprobado ayer por el Consejo Econ¨®mico y Social (CES). El estudio considera que el sistema de protecci¨®n no se ha adaptado a¨²n a la incorporaci¨®n masiva de mujeres al trabajo.
Maternidad
El informe se?ala que la Seguridad Social debe adaptarse a los cambios producidos por el masivo acceso de mujeres al mundo del trabajo, ya que el desfase existente genera "discriminaciones indirectas". En esta l¨ªnea, el estudio recuerda que desde 1980 el n¨²mero de empleados varones (86 millones) no ha variado en la Uni¨®n Europea; pero las mujeres trabajadoras han pasado de 46 a 61 millones. En Espa?a trabajan 4.893.000 mujeres (28,8% de la poblaci¨®n femenina), de las que 2.938.000 compaginan su empleo con las tareas dom¨¦sticas (hombres en esta ¨²ltima situaci¨®n s¨®lo hay 664.500). Mujeres que s¨®lo desarrollan tareas dom¨¦sticas suman 5.323.400 (31%), frente a 43.000 hombres (0,4%).
Salud laboral
"En Espa?a ya hay claramente dos tipos de mujeres", dice la consejera de UGT y ponente del informe, Almudena Fontecha. "Las que no tuvieron posibilidad de trabajar fuera del hogar y, por tanto, est¨¢n ahora en situaci¨®n desfavorable en cuanto a la Seguridad Social, y las que han venido despu¨¦s, para las que trabajar fuera es algo normal y cuyo n¨²mero va a aumentar en los pr¨®ximos a?os. Se da la paradoja de que estas mujeres son consideradas por la ley iguales a todos los efectos que los hombres, pero acceden a menor protecci¨®n por su condici¨®n femenina. Hay periodos de su vida en que se ausentan de la actividad laboral, y eso tiene consecuencias negativas a la hora de cotizar".
Fontecha pone un ejemplo relacionado con la maternidad: "Una mujer puede ahora, si quiere, estar m¨¢s tiempo con su beb¨¦, pero ese derecho se traduce en que se ver¨¢ perjudicada en otro derecho, el de tener una protecci¨®n social igual a la del hombre: su salario y cotizaciones se ver¨¢n mermados".La responsabilidad familiar de la mujer, indica el informe, supone de hecho un obst¨¢culo para la integraci¨®n laboral, lo que explicar¨ªa en alg¨²n sentido la ca¨ªda de la tasa de natalidad. En los seis primeros meses de 1999 hubo 100 veces menos permisos de maternidad para hombres (400) que para mujeres (36.800).
La incorporaci¨®n de las mujeres al trabajo es irreversible, pero el informe advierte de que ese hecho convive con la "pervivencia" de los papeles tradicionales de hombres y mujeres, y que ellas siguen asumiendo las responsabilidades en la familia.
El importe medio de las pensiones, a 1 de enero de 1999, era de casi 74.000 pesetas mensuales. El 51% de las pensiones correspond¨ªa a hombres y el 49% a mujeres. La pensi¨®n media de los varones era de 91.000 pesetas, y la de las mujeres, de 55.000. Y hay diferencias entre las distintas clases de pensi¨®n. Entre los hombres, la pensi¨®n de jubilaci¨®n representa un 78%; la de incapacidad permanente, un 15%, y la de viudedad, un 4%. Entre los mujeres, la de jubilaci¨®n representa un 40%; la de viudedad, un 49%, y las de incapacidad permanente, un 7%.
Un fen¨®meno nuevo es el de las familias monoparentales, unas 300.000, "el 87% de las cuales deber¨ªan llamarse monomarentales, porque quien las lleva a solas es una mujer, en el 65% de los casos menor de 45 a?os", dice Fontecha. Un alto porcentaje de ellas trabaja, pero el paro les afecta el doble que a los varones que encabezan ese tipo de hogares. Las familias monomarentales son uno de los sectores caracter¨ªsticos de la feminizaci¨®n de la pobreza, junto con las jubiladas o pensionistas que viven solas.
Algo tan asumido como la baja laboral presenta algunas diferencias para hombres y mujeres. Seg¨²n el R¨¦gimen Especial de Empleadas de Hogar, ¨²nico donde las mujeres son mayor¨ªa, no se puede recibir prestaci¨®n econ¨®mica por incapacidad temporal hasta haber faltado por esa causa 29 d¨ªas al trabajo.
Por otra parte, en cuanto a las enfermedades profesionales, el informe indica que el propio concepto de esas patolog¨ªas se vincula en la legislaci¨®n espa?ola a una "lista cerrada", para acceder a la cual existe un procedimiento "lo bastante complejo como para apreciar diferencias que afecten m¨¢s a uno u otro sexo". El informe cita, como ejemplo de incorporaci¨®n reciente, el s¨ªndrome de Ardystil, que afect¨® mayoritariamente a mujeres del sector textil. "En general", concluye el informe, "la situaci¨®n de las mujeres respecto a la salud laboral, en general, y de los sectores y profesiones m¨¢s feminizados, en particular -con sus subsiguientes consecuencias en el ¨¢mbito de las prestaciones de incapacidad-, constituyen un campo de estudio apenas abordado".La protecci¨®n contra el desempleo no ofrece, en su regulaci¨®n legal, ninguna disposici¨®n de la que quepa inferir un "trato diferenciado en raz¨®n del sexo", dice el informe. Pero aporta ciertas se?ales de alerta. Por ejemplo, una embarazada que est¨¦ en paro y tenga derecho a subsidio, si antes del parto se le acaba la prestaci¨®n contributiva de desempleo, no puede cobrar el subsidio hasta que deje de estar encinta.
Tambi¨¦n hay discriminaci¨®n en el subsidio especial de mayores de 52 a?os -puente hasta la jubilaci¨®n contributiva-. Esta percepci¨®n la cobran, en su mayor¨ªa, hombres, ya que para disfrutarlo se requieren 15 a?os de cotizaci¨®n. Esto supone una menor probabilidad para las mujeres de acceder a ese subsidio, por tener una trayectoria laboral m¨¢s corta, por las interrupciones en la vida profesional y por el trabajo a tiempo parcial.
El CES, creado en 1991, es un organismo consultivo del Gobierno que agrupa a sindicatos, patronal, consumidores y expertos. El estudio fue iniciado hace dos a?os y medio por el CES. Ayer fue aprobado sin votos en contra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.