Centenario del matem¨¢tico Sixto R¨ªos
Ha sido una feliz coincidencia la de la fecha del centenario del nacimiento de nuestro gran maestro de matem¨¢ticas Pedro Puig Adam (1900-1960) con el a?o 2000, que fue declarado en 1992 por la Uni¨®n Matem¨¢tica Internacional (IMU) A?o Mundial de las Matem¨¢ticas, y despu¨¦s fue confirmado por la Unesco en su conferencia general (1997) con el mismo nombre y la finalidad de concretar y abordar los objetivos matem¨¢ticos del siglo XXI, proclam¨¢ndolo como una de las claves matem¨¢ticas para el desarrollo social mediante el impulso de la presencia de las matem¨¢ticas necesarias en nuestra sociedad de la informaci¨®n.Espa?a ha establecido un comit¨¦ espa?ol del A?o Mundial de las Matem¨¢ticas que trata de complementar los fines de la IMU y la Unesco con dos concreciones importantes: a) acercar la matem¨¢tica a la sociedad, y b) fomentar una educaci¨®n matem¨¢tica adecuada para toda la poblaci¨®n.
Estos enunciados vienen a ser una indicaci¨®n de lo que deben pretender los objetivos finales de esta cruzada matem¨¢tica que ahora se trata de reforzar y cuyos or¨ªgenes hist¨®ricos habr¨¢ que situar en la ¨¦poca de Arqu¨ªmedes (287-212 antes de Cristo), como escribe Plutarco en sus Vidas paralelas: "No se hab¨ªa dedicado a ellos ex profeso, sino que le entreten¨ªan y eran como juegos de la Geometr¨ªa a que era dado.
En principio fue el tirano Hier¨®n II quien estimul¨® hacia ellos su ambici¨®n, persuadi¨¦ndole de que convirtiera alguna parte de aquella ciencia de las cosas intelectuales a las sensibles y que, aplicando sus conocimientos a los usos de la vida, hiciera que le entrasen por los ojos a la muchedumbre".
En nuestro marco espa?ol de actividades en relaci¨®n con la terna promotora IMU-Unesco-CEAMM, se han organizado numerosas conferencias, algunas de excelentes matem¨¢ticos de reconocida fama internacional.
Por otra parte, sin conexi¨®n con lo anterior, salvo la simultaneidad, se han celebrado sendas sesiones dedicadas al centenario de Pedro Puig Adam, en el Instituto de San Isidro y en la Real Academia de Ciencias, dos de los centros principales de nuestro pa¨ªs que fueron soporte de su extraordinaria actividad cient¨ªfica y docente, que tambi¨¦n se extendi¨® a la Escuela de Ingenieros Industriales y a la Escuela Superior de Aeron¨¢utica.
Fui alumno de don Pedro el a?o 1926, curso en que empez¨® a explicar matem¨¢ticas como catedr¨¢tico del Instituto de San Isidro, y a¨²n recuerdo con profunda admiraci¨®n c¨®mo desde sus primeras clases hizo desaparecer la tradicional clase-conferencia, caricatura triste de una ense?anza universitaria caduca, para sustituirla por el laboratorio-taller matem¨¢tico, muestra viva y real de su pensamiento pedag¨®gico, en que todos los alumnos particip¨¢bamos activamente con entusiasmo y fruto, llegando algunos ni?os a la publicaci¨®n de problemas y trabajitos en la Revista Matem¨¢tica Hispano-Americana.
Disc¨ªpulos muy ilustres fueron a su tiempo don Juan y don Gonzalo de Borb¨®n, y nuestro rey, Juan Carlos I, unos a?os despu¨¦s. He aqu¨ª la descripci¨®n de una clase t¨ªpica de don Pedro, seg¨²n el gran Mariano Yela, otro disc¨ªpulo: "Estamos en 1940 en un aula fr¨ªa del Instituto de San Isidro. Unos cien muchachos de sexto curso esperamos nuestra primera clase de matem¨¢ticas. Entra don Pedro... Se inicia la clase. Primera sorpresa: don Pedro no explica, no escribe ninguna f¨®rmula en la pizarra... Don Pedro lanza una pregunta sorprendente: '?Cre¨¦is que hay dos espa?oles con el mismo n¨²mero de pelos en la cabeza?'. Todos queremos hablar... Entonces, don Pedro nos va ayudando a reinventar la matem¨¢tica... Despacio, al principio; vertiginosamente, despu¨¦s, se van proponiendo ideas; se llega pronto a la soluci¨®n...".
Valgan estos p¨¢rrafos de nuestro psic¨®logo Yela para reflejar una s¨ªntesis de lo que eran las atractivas y brillantes clases de don Pedro, que simultaneaba con sus creaciones matem¨¢ticas en mec¨¢nica relativista, matem¨¢tica aplicada a los problemas del autogiro de La Cierva, reacciones nerviosas, sistemas y cibern¨¦tica, con la did¨¢ctica matem¨¢tica a todos los niveles de la docencia.
Vemos, pues, que es posible ser un buen matem¨¢tico con investigaciones a escala internacional y saber acercarse a los alumnos m¨¢s modestos intelectualmente, para hacerles entender la esencia de los m¨¦todos y esquemas matem¨¢ticos y llegar a la comprensi¨®n de los mismos, como proceso intelectual, que permite sustituir un problema o situaci¨®n real por otro m¨¢s simple y cuya soluci¨®n nos aproxima a la del primero, y es una tesis, hoy generalmente admitida, que si desde la primera ense?anza se llegara al conocimiento matem¨¢tico resolviendo problemas en ¨ªntima relaci¨®n con la vida diaria y se educara al alumno en su modelizaci¨®n y soluci¨®n, los directores de empresas, administradores, cient¨ªficos y profesionales comprender¨ªan mejor la ayuda que pueden prestarles los matem¨¢ticos, contribuyendo a un avance significativo de las relaciones entre la universidad y la industria, decisivo para nuestro progreso social y cient¨ªfico.
Por otra parte, hemos querido en lo anterior poner de relieve que la faceta m¨¢s importante y caracter¨ªstica de toda la obra cient¨ªfica de don Pedro fue la investigaci¨®n en did¨¢ctica matem¨¢tica a todos los niveles de la ense?anza. Esta tendencia en su dedicaci¨®n se acentu¨® en los ¨²ltimos a?os de su vida. ?l comprendi¨® que una de las primeras causas de la escasez de matem¨¢ticos en Espa?a era justamente una falta de vocaciones en los alumnos, y que esta situaci¨®n podr¨ªa modificarse fundamentalmente a trav¨¦s de una ense?anza adecuada con unos profesores bien preparados. Y, as¨ª, se fij¨® como objetivo principal de su actividad cient¨ªfica lograr un n¨²mero de cultivadores de la matem¨¢tica pura y aplicada necesarios para nuestro desarrollo cient¨ªfico y tecnol¨®gico y nuestro marco cultural general. Justamente, el objetivo universal que se?ala la Unesco en el a?o 2000 con su proyecto en curso de A?o Mundial de las Matem¨¢ticas.
Espa?a, que tras un considerable retraso matem¨¢tico durante siglos, hab¨ªa logrado un nivel matem¨¢tico europeo por los a?os treinta gracias al esfuerzo de investigaci¨®n y docencia de algunas generaciones de matem¨¢ticos: Reyes Prosper, Galdeano, Torroja, Echegaray, Torres Quevedo, ?lvarez Ude, Plans y, sobre todo, de Rey Pastor..., ten¨ªa todav¨ªa el grave problema del d¨¦ficit de matem¨¢ticos, que pon¨ªa en peligro nuestra permanencia en las filas del desarrollo matem¨¢tico mundial al que nos hab¨ªamos posteriormente incorporado, con m¨¢s amplias y prometedoras generaciones de investigadores.
Don Pedro, con sus extensas investigaciones en did¨¢ctica matem¨¢tica, contribuy¨®, a escala internacional, decisivamente a la soluci¨®n de tal problema. Su labor en este campo no se limit¨® al gran legado de la Colecci¨®n de Obras did¨¢cticas de ense?anza media, en colaboraci¨®n con Rey Pastor, que constituy¨® durante m¨¢s de medio siglo el paradigma de esta ense?anza. En su obra maestra de investigaci¨®n dise?¨® los caminos reales de los estudios did¨¢cticos, que contin¨²an a¨²n con ¨¦xito sus disc¨ªpulos y colaboradores.
Podemos, pues, afirmar que, por toda su excelsa labor, conducida esencialmente a incrementar el n¨²mero de vocaciones matem¨¢ticas en nuestro pa¨ªs, don Pedro tiene un lugar destacado en la historia de la matem¨¢tica espa?ola.
Sixto R¨ªos es numerario de la Real Academia de Ciencias.
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