De traves¨ªa por los muelles

En su camino, pasa frente a uno de los cruceros m¨¢s espectaculares y lujosos del mundo, un barco que supera en varios metros la eslora del Titanic y se halla temporalmente anclado en el puerto de Barcelona. M¨¢s tarde, vuelve a medir su tama?o con un mercante de bandera japonesa al que otra nave, desplazada hasta el muelle, est¨¢ suministrando combustible. Desde la cubierta del viejo Far de Formentera, tambi¨¦n se puede en los yates la ropa tendida de los viajeros que han hecho escala en la ciudad sin necesidad de buscar alojamiento en tierra.A diferencia de las dem¨¢s, esta peque?a embarcaci¨®n no est¨¢ de paso en el puerto. Hace casi ochenta a?os empez¨® a recorrer el litoral de las islas Baleares para abastecer a las personas que viv¨ªan en los faros. Hoy, esta antigua nave de cabotaje, restaurada y cedida por el Gobierno aut¨®nomo de las islas, surca las aguas del puerto de Barcelona para mostrar a sus ocasionales pasajeros las instalaciones, que se distribuyen a lo largo de unos ocho kil¨®metros. "El puerto es todo un mundo al que dif¨ªcilmente se tiene acceso, y uno de los atractivos m¨¢s grandes de las visitas culturales es que se puede acceder a un recinto que, en principio, est¨¢ cerrado al p¨²blico", explica Marta Lacruz, coordinadora de los programas educativos creados por el Consorcio El Far, de Barcelona.

Desde 1992, cerca de 10.000 escolares participan anualmente en las actividades que organiza esta entidad para dar a conocer la relaci¨®n de la ciudad con el mar, la labor comercial, la cultura y el patrimonio mar¨ªtimos. Adem¨¢s de las actividades dirigidas a los estudiantes, el consorcio cuenta desde el a?o pasado con tres programas culturales adaptados a los visitantes adultos. En su primer a?o de funcionamiento, un millar personas han participado en ellos. "El recorrido por el puerto comercial es el que ha tenido mejor acogida entre el p¨²blico", se?ala Lacruz. "En ¨¦l, se explica cu¨¢les son los diferentes tipos de barcos que transportan mercanc¨ªas, c¨®mo se organiza el puerto para recibir a estas embarcaciones y qu¨¦ trabajos concretos se llevan a cabo en cada muelle", a?ade.

La actividad se inicia con la proyecci¨®n de un audiovisual y una charla en las instalaciones del Consorcio El Far, en el muelle de la Barceloneta. Posteriormente, los participantes, a bordo de uno de los dos la¨²des baleares con que cuenta el centro -el Far de Formentera y el Far de Cabrera- , visitan las instalaciones portuarias acompa?ados por un monitor. Para quienes prefieren pisar tierra firme existe un tercer programa sobre la pesca en Barcelona. En este caso, los visitantes siguen un itinerario a pie por el muelle de pescadores y tienen ocasi¨®n de asistir a la subasta cantada de pescado en la lonja.

"Lo que m¨¢s sorprende a la gente mayor son los cambios que ha experimentado el puerto desde que ellos eran peque?os", explica Cristina Puig, bi¨®loga y monitora de la entidad. "Para los j¨®venes, quiz¨¢ lo m¨¢s impresionante es ver tan de cerca el tama?o de los transatl¨¢nticos".

Esta entidad, creada hace m¨¢s de diez a?os, se propone impulsar actividades de formaci¨®n y la promoci¨®n econ¨®mica y cultural del litoral, seg¨²n Jordi Sales, presidente del Consorcio El Far.