Los arreglaferias
Acudieron ayer p¨²blico, aplaudidores, agradecidos y en especial los aficionados a la plaza de Cuatro Caminos en busca de algo a lo que asirse para poder renovar su ilusi¨®n por la Fiesta y coger moral para ponerse a la fila de los abonos del pr¨®ximo a?o. Los organizadores, vista la feria que llevan y a fin de evitar despidos, decidieron gastarse un past¨®n en cirios y flores a las que sumaron s¨²plicas y penitencias. El cielo despejado de la tarde santanderina dej¨® paso a tanta plegaria y ruego. ?stos se abrieron paso a trav¨¦s del agujero de la capa de ozono llegando hasta quien decide. Envi¨® a Jos¨¦ Tom¨¢s para torear y a El Cordob¨¦s para agradar. Los dos abrieron la puerta grande.Enrique Ponce lleva muchos a?os en esto, siendo primero en todo. Ya dio de s¨ª lo que ten¨ªa que dar y ahora est¨¢ en la labor de recoger los frutos. As¨ª que se va dando la vuelta a la piel de toro recogiendo n¨®minas y honores usando las afueras de la muleta, diluyendo su gracia, su est¨¦tica y su finura. En su segundo toro, quiz¨¢ espoleado porque sus compa?eros contaban con sendos trofeos, intent¨® superarse a s¨ª mismo, cometi¨® el error de brindar al p¨²blico un toro inv¨¢lido lo que caus¨® divisi¨®n de opiniones. Su toreo tan reiterativamente despegado, su faena tan inmensamente larga, llena de pases y m¨¢s pases sin sentido acab¨® aburriendo.
Lorenzo-Guti¨¦rrez / Ponce, Cordob¨¦s, Tom¨¢s
Tres toros de Carmen Lorenzo y tres de Pedro y Ver¨®nica Guti¨¦rrez. Justos de presencia. Inv¨¢lidos 1? y 4?; devuelto el 3?; manejables; sobrero de la misma ganader¨ªa.Enrique Ponce: pinchazo, atravesada, cuatro descabellos (silencio); trasera, pinchazo -aviso- (palmas). El Cordob¨¦s: ca¨ªda, descabello -aviso- (oreja); pinchazo, ca¨ªda -aviso- (oreja). Jos¨¦ Tom¨¢s: trasera -aviso- (oreja); ca¨ªda -dos avisos- (oreja). Plaza de Santander, 28 de julio. 7? corrida de feria. Lleno.
El Cordob¨¦s tiene sus fieles seguidores dentro de un p¨²blico que va de fiesta a los festejos taurinos sin percatarse que los toros son una fiesta en s¨ª misma. Las faenas de El Cordob¨¦s fueron cl¨®nicas, exceptuando el salto de la rana que s¨®lo realiz¨® en su segundo. Torero gazap¨®n que llena sus faenas de ol¨¦s. Que da un trapazo, ol¨¦; que baila, ol¨¦; que salta, ol¨¦. Todo esto tiene su secreto, entre enganch¨®n y enganch¨®n, sonrisas, muchas sonrisas, tantas como enganchones. Por ¨²ltimo, para adornarlo todo pases por alto por doquier, como para sorprender. Torea tan fuera de sitio que no tuvieron m¨¢s remedio sus oponentes que arrollarlo de forma espectacular causando destrozos en taleguilla y chaleco, pero sin ninguna consecuencia. Esto es el c¨¦nit para sus seguidores que entran en trance. Ya todo es igual. Lo mismo da que pinche, que mate bien o que mate mal. El ¨¦xito est¨¢ asegurado.
Jos¨¦ Tom¨¢s con su toreo sobrio, de calidad, con verdad, era la ¨²ltima esperanza del aficionado para poder salvar de alguna manera el tost¨®n de feria que est¨¢ sufriendo. No defraud¨® el torero de Galapagar. En su primero, una poquita cosa, derroch¨® m¨¢s cantidad que calidad. Pero su temple, su personalidad, su sitio, dej¨® claro d¨®nde est¨¢ su concepto del toreo, que sin duda es grande. Cerr¨® la tarde con el toro m¨¢s soso del encierro. Deleit¨® con unas ver¨®nicas de indudable calidad y hondura. Construy¨® su faena de menos a m¨¢s, dando sentido a cuanto hac¨ªa. Destac¨® su toreo al natural aunque incomprensiblemente ¨¦ste no lleg¨® a los tendidos. Consigui¨® con la mano derecha los momentos m¨¢s brillantes. Alarg¨® en exceso la faena por intentar sus cl¨¢sicas manoletinas escuchando un aviso antes de entrar a matar. Es la ¨²nica figura que sale fortalecida junto a Manuel Caballero de lo que va de feria.
Sabr¨¢n perdonarme que haya reservado para el final lo que puede ser la noticia de la feria: por fin y por aclamaci¨®n se ha devuelto un toro inv¨¢lido. No vayan a creer que fue a la ligera, muy al contrario, hubo llamadas de tel¨¦fono, carreras por el callej¨®n y al final se puede justificar su devoluci¨®n por si acaso se pod¨ªa haber alcanzado el desorden p¨²blico. De alguna manera la gente hoy sali¨® con sonrisas de la plaza. Quedando a la espera del ¨²ltimo festejo en que los victorinos sean un final dulce para una feria amarga.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.