Se rompi¨® la racha

Entrega

Finalmente se ha roto la racha de ¨¦xitos en la temporada taurina barcelonesa. Culpa de ello, b¨¢sicamente, para el mal juego de la corrida de Mar¨ªa Lourdes Mart¨ªn, mansa y descastada. S¨®lo alguno medio meti¨® la cabeza como por obligaci¨®n y realmente fue una l¨¢stima, porque la terna mostr¨® disposici¨®n y oficio. Por todo ello, el p¨²blico asistente ech¨® a faltar especialmente las tres ¨²ltimas tardes en la Monumental, con las dos salidas a hombros de Jos¨¦ Tom¨¢s y la faena de Finito de C¨®rdoba al indultado toro Zafiro.El Tato hizo una meritoria faena a su mansurr¨®n primero, al que mulete¨® en hondura, mano baja, buena colocaci¨®n y sometimiento. Tres pinchazos antes de una estocada desprendida le privaron de un posible trofeo. Su segundo fue devuelto a los corrales por renquear, siendo sustituido por el sobrero, tambi¨¦n manso, en el que El Tato se mostr¨® s¨®lido y muy puesto, aunque alarg¨® mucho el muleteo, que acab¨® perdiendo emoci¨®n, por la soser¨ªa del animal. Esta vez acert¨® a la primera con el estoque.

Juan Jos¨¦ Padilla estuvo entregad¨ªsimo toda la tarde. Banderille¨® a sus dos toros, haci¨¦ndolo todo ¨¦l en el quinto. Con el segundo, reserv¨®n y que se quedaba corto, mostr¨®, ante todo, decisi¨®n y valor, en un muleteo s¨®lido y de m¨¦rito. El quinto manse¨® inicialmente, aunque acab¨® metiendo la cara por los dos pitones, con nobleza, pero sosamente.Al resistirse a morir, algunos espectadores creyeron que era un toro bravo. Padilla nos ofreci¨® su faceta m¨¢s seria, con los pies muy firmes en la arena. Alarg¨® en exceso la faena y s¨®lo al final recurri¨® al toreo efectista. Dos pinchazos antes de media estocada dejaron todo en una ovaci¨®n.

Uceda Leal estuvo muy torero toda la tarde. Su primer toro de la tarde manse¨® de salida, embisti¨® a oleadas en varas y se doli¨® en banderillas, pero tuvo cierta violencia y fue el ¨²nico que transmiti¨® emoci¨®n en el ¨²ltimo tercio. La faena por ambos pitones fue est¨¦ticamente muy bella, tanto en el toreo fundamental, como en los adornos y los muletazos por bajo.

Una estocada, tard¨® el toro en doblar y la presidencia, otras tardes m¨¢s dadivosa, no accedi¨® a la no mayoritaria petici¨®n de oreja. Otro ejemplar mansurr¨®n y soso, adem¨¢s de muy flojo, el que cerr¨® plaza, portador de dos pu?ales por defensas y al que Uceda intent¨® aplicar su hondo y bell¨ªsimo toreo, aunque el astado desluciese los buenos deseos del madrile?o.