S¨ªntomas de hombre Tour
Haimar Zubeldia, la pr¨®xima maravilla del ciclismo espa?ol
Puede que el pr¨®ximo espa?ol que gane el Tour, si antes Francisco Mancebo no lo impide, no lo corriera en 2000, pero lo estudi¨® a distancia. "Estar¨¢n aqu¨ª muchos espa?oles j¨®venes, pero el bueno, bueno; el bueno, bueno, ¨¦se es Haimar Zubeldia", dijo entusiasmado Joseba Beloki, el debutante que acab¨® en el ¨²ltimo podio. "Eso, eso, Haimar Zubeldia", repiti¨® Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri, el director que ha ganado seis rondas francesas. Y a Haimar Zubeldia le zumbaron los o¨ªdos las tardes de julio, seguro. Un hombre Tour es un hombre Tour, y el ciclista de Usurbil, de 23 a?os, aunque nunca lo ha corrido, sabe que es un hombre Tour. Hay varios s¨ªntomas ine-qu¨ªvocos.Quiz¨¢s lo descubri¨® a finales de mayo, cuando empez¨® el calor y en las carreteras de la Bicicleta Vasca, subiendo Belate, en la contrarreloj de Mendaro y hasta en la subida a Arrate, puso a todo el pelot¨®n en fila, mirando su rueda trasera. Aquella victoria en la carrera de su tierra, sin embargo, no fue m¨¢s que el primer acto de un verano extraordinario. Diez d¨ªas despu¨¦s, mediado junio, lleg¨® la certeza. Se corr¨ªa la Dauphin¨¦ Lib¨¦r¨¦, un mini Tour al completo. Se sub¨ªa el Mont Ventoux y tambi¨¦n Allos, Vars e Izoard, la trilog¨ªa de los Grandes Alpes: dos etapas que un mes despu¨¦s marcar¨ªan el Tour de verdad. Sus rivales de entonces tambi¨¦n ser¨ªan despu¨¦s los protagonistas del Tour. Estaba Armstrong, claro, pero el americano s¨®lo le sac¨® 21 segundos en la contrarreloj de Saint Etienne, y luego sucumbi¨® ante su fuerza tranquila, su estilo Indur¨¢in, su 1,87 de altura, su cadencia incansable, en la subida al Gigante de Provenza. Y s¨ª, Armstrong qued¨® detr¨¢s de ¨¦l, del chavalote de Usurbil, en la general final. S¨®lo le gan¨® Hamilton, el gregario de lujo de Armstrong. Y detr¨¢s tambi¨¦n quedaron Z¨¹lle, Beloki, Jalabert, Moreau, Olano, Millar... S¨ª, todos los grandes. S¨ª, Zubeldia iba para hombre Tour. Y hasta se hab¨ªa enamorado del Ventoux, el monte calvo cuyo recuerdo da escalofr¨ªos a los m¨¢s curtidos. "S¨ª, de todos los puertos del Tour me qued¨® con el Ventoux", dice Zubeldia. "Me gust¨® mucho cuando lo sub¨ª en la Dauphin¨¦. Es un puerto que va mucho con mi estilo". Pero en julio tocaba descansar. Y estudiar. Ha sido el tercer acto de su verano.
Cambio de generaci¨®n
"He visto casi todas las etapas del Tour", responde Zubeldia cuando se le pregunta la lecci¨®n, "y he sacado mis conclusiones". A Zubeldia no le extra?a nada que le pregunten por el Tour casi a comienzos de agosto, cuando est¨¢ haciendo las maletas para irse a Valladolid a correr la Vuelta a Castilla y Le¨®n, y tiene ya la cabeza en el futuro, en la Cl¨¢sica de San Sebasti¨¢n, en la Vuelta a Galicia, y , claro, en el ¨²ltimo s¨¢bado de agosto, en el comienzo de la Vuelta a Espa?a, en su debut en una grande. Zubeldia cuenta lo que ha visto en el Tour m¨¢s o menos as¨ª: "En general, un cambio de generaci¨®n; se ha visto a j¨®venes que empujan mucho, como Mancebo y Ca?ada, y tambi¨¦n, aunque no es tan joven, a Beloki. Y, claro, pues da ilusi¨®n ver que llegan j¨®venes debutantes espa?oles y no fallan, que todos cumplen sus objetivos. Claro, da ilusi¨®n ver a gente de tu generaci¨®n andando bien, aunque yo soy un poco m¨¢s joven. Se puede decir que desde fuera se ve m¨¢s f¨¢cil, que no te imaginas lo duro que puede ser el Tour, lo duro que lo hacen los corredores. S¨ª, se puede decir.He visto un Tour muy espectacular. Armstrong sac¨® una buena diferencia en Hautacam y luego supo defender su renta, pero para la segunda y tercera plazas ha habido buena competencia, no han parado de moverse todos durante todas las etapas de monta?a. Pens¨¦ que la ¨²ltima semana podr¨ªa ser la de Ullrich, y tambi¨¦n vi que al final a Beloki se le hizo un poco largo".?sa es la visi¨®n general. Tambi¨¦n Zubeldia, anal¨ªtico, conocedor de la historia, bien ilustrado, guiado e informado por Juli¨¢n Gorospe, el gregario de lujo de Miguel Indur¨¢in, ha sacado conclusiones particulares. "He visto que en los ¨²ltimos a?os, en las victorias de Indur¨¢in, Ullrich y Armstrong, m¨¢s o menos siempre era igual. Se trata de dar un solo golpe, pero bueno, conseguir un buen colch¨®n de tiempo y defenderlo luego. A ellos les ha resultado esa t¨¢ctica, que creo que ser¨ªa la id¨®nea para m¨ª, la que m¨¢s se adapta a mis cualidades, que no soy hombre de atacar y atacar subiendo. Soy alto y corpulento y subo siempre a ritmo". No, nadie habla de un nuevo Indur¨¢in. Se habla de un posible ganador del Tour, que no es lo mismo. "Las vueltas grandes son las que te dan la gloria", recuerda. Y ah¨ª, dentro de menos de un mes, la Vuelta a Espa?a, el ensayo general con todo, el ¨²ltimo acto de su verano preparatorio para el Tour 2001.
"Voy a la Vuelta con un poco de respeto", aclara Zubeldia. "Es la primera de tres semanas que hago y tengo ganas e ilusi¨®n. Y depende de c¨®mo me vaya, ver¨¦ si pienso en ganar etapas o en la general". Antes, desde hoy, la Vuelta a Castilla y Le¨®n. Una contrarreloj de 16 kil¨®metros de entrada. "S¨ª, s¨ª, pero llevo bastante sin competir aparte de Ordizia y Sabi?¨¢nigo. Estoy fuerte pero me falta ritmo de competici¨®n. Ya veremos, pero si se puede, ah¨ª estaremos".
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