RTVE y su deuda

El Gobierno parece dispuesto a afrontar el sempiterno problema de RTVE y su multimillonaria deuda. Acuciado por el compromiso de d¨¦ficit cero en las cuentas p¨²blicas para el a?o 2001, busca la forma de gestionar mejor ese mastodonte administrativo-financiero en que se ha convertido la radiotelevisi¨®n p¨²blica y, de paso, eliminar de las cuentas del Reino los 700.000 millones de deuda acumulada.Ninguna objeci¨®n cabe hacer al prop¨®sito de abordar una cuesti¨®n que preocupa al conjunto de las fuerzas pol¨ªticas. Pero una tarea que requiere tiempo y sobre todo consenso corre el riesgo de convertirse en una chapuza si se hace deprisa, bajo el s¨ªndrome de ajustar a toda costa los ingresos y gastos del Estado y exclusivamente bajo el dictado del Gobierno. Los dos borradores de decreto-ley que maneja el Ejecutivo coinciden en lo esencial: endosar la gesti¨®n financiera de RTVE y sus deudas a la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), dependiente de Hacienda, y reforzar el control pol¨ªtico del ente p¨²blico radiotelevisivo por parte del Ministerio de la Presidencia, del que pasar¨ªa a depender funcionalmente, y no s¨®lo administrativamente, como sucede ahora.

El reforzamiento del control gubernamental sobre RTVE no s¨®lo empa?ar¨ªa a¨²n m¨¢s la imagen de neutralidad del ente p¨²blico, sino que dificultar¨ªa cualquier intento de dotar de mayor autonom¨ªa profesional a su director general, as¨ª como las labores de control del Parlamento. Pero a los reparos pol¨ªticos se a?aden los jur¨ªdicos, que, en parte al menos, tienen tambi¨¦n una innegable dimensi¨®n pol¨ªtica. Como de costumbre, el Gobierno quiere encarar el problema por la v¨ªa del decreto-ley, sustrayendo al Parlamento el debate de un asunto que, por su trascendencia, merece la atenci¨®n y la valoraci¨®n del conjunto de las fuerzas pol¨ªticas. El asunto es urgente, pero no porque sea algo sobrevenido e imprevisto, como exige el procedimiento del decreto-ley, sino porque se agrava con el paso del tiempo y exige una soluci¨®n definitiva. El Gobierno todav¨ªa est¨¢ a tiempo de reflexionar: deber¨ªa proponer claramente al Parlamento, mediante un proyecto de ley, sus propuestas de mejora de gesti¨®n de RTVE, sin pretender hurt¨¢rselas por la v¨ªa urgente del decreto-ley.