F¨¦lix, coraz¨®n ind¨®mito

En 1982, el brit¨¢nico Alex McIntyre muri¨® en la cara sur del Annapurna cuando era sin duda el alpinista m¨¢s destacado de su generaci¨®n. Su madre hizo construir entonces un peque?o altar budista en las cercanias del campo base, en una de cuyas piedras todav¨ªa puede leerse "Mejor vivir un d¨ªa como un tigre que cien a?os como un cordero". F¨¦lix I?urrategi ha sido una de esas pocas personas que han conseguido vivir todos los dias de su vida como el tigre de la mencionada leyenda.Nuestros caminos se cruzaron innumerables veces, en los altos collados del Himalaya o en las peque?as escuelas de escalada de nuestra tierra. Nos hemos helado de fr¨ªo, hartado de re¨ªr, hemos llorado y discutido si hac¨ªa falta, hemos recorrido juntos una parte del camino y F¨¦lix nunca dej¨® de ser ese chico de pueblo peque?o pero de coraz¨®n inmenso que demostr¨® siempre inteligencia, honestidad, picard¨ªa cuando hacia falta y unas ganas terribles de vivir.

Su capacidad de sufrimiento es ya legendaria, pero no es la ¨²nica cualidad que le ha llevado a escalar las cinco monta?as m¨¢s altas del mundo antes de cumplir los treinta, algo probablemente irrepetible. Y siempre empleando un estilo impecable, con suma elegancia, sin arriesgar nunca m¨¢s de la cuenta y dejando buenos recuerdos en todos los que tuvimos la suerte de compartir alguno de sus viajes.

Parece desde luego injusto morir joven en la monta?a, pero ¨¦sta no entiende de edades, s¨®lo de nieves y hielos que nos embrujan y nos hacen visitarlas una y otra vez. Afortunadamente F¨¦lix vivi¨® sus dias sin desperdiciar ni un minuto. Se fue un tigre, y eso que ya quedaban pocos.Y para ti, Alberto, un fuerte abrazo. Ninguno olvidaremos el coraz¨®n indomable de tu hermano mayor, que tuvo el valor de perseguir sus sue?os. Agur F¨¦lix, ¨¢nimo Alberto.

I?aki Otxoa de Olza es alpinista