MEDIO AMBIENTE Compromiso individual JAVIER MARCOTEGUI ROS
Seg¨²n el autor, es preciso comprender que la ecolog¨ªa representa la relaci¨®n, la integraci¨®n, el di¨¢logo, y la comuni¨®n que todos los eres (vivos y no vivos) guardan entre s¨ª.
"Cuando sea derribado el ¨²ltimo ¨¢rbol, cuando el ¨²ltimo r¨ªo sea envenenado, cuando el ¨²ltimo pez sea capturado, solamente entonces nos daremos cuenta que no se puede comer dinero". De esta manera tan sabia se manifestaba un ind¨ªgena de la Amazon¨ªa. Uno de tantos que vive integrado con el medio natural, s¨®lo con el dinero necesario, sin m¨¢s limitaciones que las propias de su naturaleza y del entorno, pero que observa con miedo, la r¨¢pida destrucci¨®n del espacio f¨ªsico, biol¨®gico y hasta cultural, que lo desplaza a los suburbios de las ciudades, sistemas artificiales incapaces de sostenerse por s¨ª mismos.
Todo obedece a un principio racionalista de la era moderna. La sociedad, al menos la occidental a la que pertenecemos, se mueve entre dos infinitos, el infinito de los recursos naturales y el infinito del progreso en direcci¨®n al futuro, ambos producto del cientifismo. Los recursos naturales son limitados, algunos no renovables a la misma velocidad que su consumo, y el progreso actual de la sociedad occidental no es universalizable. En el a?o 2000 desaparece una especie por hora, los bosques desaparecen a raz¨®n de 20 millones de Ha por a?o.
"La tierra satisface las necesidades de todos, pero no la voracidad de los consumistas", dec¨ªa Mahatma Gandhi. Si el nivel de consumo de los EEUU se extendiera a toda la poblaci¨®n mundial se necesitar¨ªan 20 planetas Tierra para producir los recursos precisos.
Se puede seguir pensando que la ciencia resolver¨¢ todos los problemas ecol¨®gicos, que seremos capaces de resolver nuestras necesidades de energ¨ªa con los procesos de fusi¨®n nuclear (fuente de energ¨ªa limpia), las necesidades de materia con procesos fotosint¨¦ticos intensivos y de reciclar los residuos con mejores tecnolog¨ªas. Probablemente, a peque?a escala desde luego, seremos capaces de construir El mundo feliz de Huxley. El hombre requiere sentirse integrado plenamente en su entorno.
Para ello es preciso desarrollar el sentido ecol¨®gico de la vida y expresar actitudes consecuentes. Es preciso comprender que la ecolog¨ªa representa la relaci¨®n, la interacci¨®n, el di¨¢logo y la comuni¨®n que todos los seres guardan entre s¨ª. La ecolog¨ªa es algo m¨¢s que la ciencia que describi¨® Ernst Haeckel, algo m¨¢s que una simple moda de pa¨ªs econ¨®micamente desarrollado que desea disfrutar de paisajes y r¨ªos limpios, algo m¨¢s que la denuncia de movimientos ecologistas que reducen todo al plano f¨ªsico y biol¨®gico. Es una cuesti¨®n de globalidad, de supervivencia arm¨®nica.
La actitud ecol¨®gica supone relacionar todo para superar visiones parciales carentes de sentido propias de las ciencias especializadas, de las pol¨ªticas sectoriales que analizan sus acciones con independencia de su incidencia en el entorno, de las econom¨ªas parciales que no consideran el coste medioambiental, de las sociedades aisladas y del individualismo racional, ambos insolidarios. Supone conocer la relaci¨®n y la evoluci¨®n de los seres que nos posibilita adivinar, e incluso conformar el futuro y desarrollar la solidaridad generacional que nos permita disfrutar plenamente de la naturaleza sin condicionar el derecho de las generaciones futuras. Por estas razones, tal como dice Leonardo Boff, "todas las pr¨¢cticas humanas y los saberes se deben redimensionar a partir de la ecolog¨ªa y aportar su contribuci¨®n espec¨ªfica en la salvaguarda de lo creado".
Pero nada de esto ser¨¢ posible si no nace de un compromiso individual con la ecolog¨ªa por haber encontrado respuestas adecuadas a las cuestiones de por qu¨¦ es preciso conservar el medio natural, c¨®mo debe ser respetado y a qui¨¦n corresponde hacerlo. Esto es, si a unas actitudes ecol¨®gicas en el orden de la pol¨ªtica, de la administraci¨®n p¨²blica, de la ciencia, la econom¨ªa y la t¨¦cnica, no se suman actitudes en el orden individual que conduzcan al ahorro y la eficiencia en el consumo y a la disminuci¨®n en la producci¨®n de residuos.
Se ha dicho que "la forma y el c¨®mo funciona un habitante influye mucho en el medio ambiente del que forma parte". Sin la conciencia ecol¨®gica personal no se respetar¨¢ el medio ambiente.
Javier Marcotegui Ros es Consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra.
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