Las tres caras del toreo

Los tres toreros de ayer dieron la marca de lo que son. Joselito ha vuelto a los toros para llevarse el dinero impunemente. A su primer toro no le hizo nada. A su segundo, que ten¨ªa un pit¨®n derecho bastante bueno, lo tore¨® en cuatro tandas donde abundaron los pases sin ligar, sin exponer. Tan s¨®lo alguno de ellos estaba dentro de lo regularmente templados. Con la espada en ese segundo toro dio un peque?o mitin. Mejor que siga en el dique seco, por el bien de la Fiesta.Enrique Ponce a su segundo toro le instrument¨® esos muletazos con la derecha que tanto prodiga, y que todos ellos los ejecuta sin ligar una sola vez. Le dieron una oreja y nadie sabe por qu¨¦. Tal vez por un natural templado y tres derechazos tambi¨¦n templados. Lo dem¨¢s fue una faena muy aparentona para la galer¨ªa, pero con una falta de profundidad y torer¨ªa bastante grande.

A su primero lo tore¨® sin conseguir ligar un solo pase. Derechazos voluntariosos y con oficio. Sin m¨¢s. Como hiciera Joselito, en ese primer toro, dio otro mitin con los aceros.

Y El Califa, que sustitu¨ªa a Jos¨¦ Mari Manzanares, puso su marca de torero valiente. En su primer toro, que fue el m¨¢s complejo de la corrida, no pudo torearlo. Sin embargo, en su segundo, ah¨ª es donde sin estar excesivamente artista, por lo menos vimos los ¨²nicos pases ligados en esa tarde. Fueron tres naturales largos, hondos, ligados.

Como el toro no era demasiado espl¨¦ndido, en mitad de la faena, y viendo que por el lado del toreo cl¨¢sico no pod¨ªa triunfar, insistimos, por culpa del toro, entonces se peg¨® un arrim¨®n.

Aguant¨® al toro lo indecible, expuso lo que no est¨¢ escrito y se gan¨® la oreja ya que, tras un pinchazo, se fue tras la espada como un coloso: o el hule o la oreja. Y se la gan¨® a pulso.

He ah¨ª las tres caras de tres toreros. Huelga decir que el p¨²blico f¨¢cil se queda con Ponce, y el p¨²blico del futuro se queda con El Califa. Por lo menos en lo que ata?e a lo visto en la tarde de ayer. Para gustos est¨¢n hechos los matadores.

Los toros de N¨²?ez del Cuvillo fueron los tres primeros un saldo. Los tres siguientes -uno de ellos fue sustituido por el sobrero- se dejaron torear, aunque tampoco fueron un dechado de bravura.