CARMEN MAURA SE METE EN LA PIEL DE UNA ARGELINA
Galer¨ªa de mujeres
El personaje que interpreta Carmen Maura representa todas esas vidas frustradas de tanta gente en Argelia". Un t¨ªo de Nadir Morkneche, el director de El har¨¦n de Madame Osmane, defini¨® as¨ª el papel de la actriz espa?ola tras asistir al pase de la pel¨ªcula en la cinemateca de Argel. "La observaci¨®n de mi t¨ªo", se?al¨® ayer el realizador en Madrid, "cobra m¨¢s valor al proceder de un hombre y refleja bien aquello que he querido mostrar en el filme". Encarnando a una antigua luchadora por la independencia de Argelia, abandonada por su marido, amargada por su soledad y hastiada por el auge del integrismo y la represi¨®n militar, Madame Osmane-Carmen Maura act¨²a como hilo conductor del microcosmos argelino.Ambientada en 1993, poco despu¨¦s del estallido de la guerra civil argelina, la pel¨ªcula ha tenido que ser rodada en Marruecos en apenas mes y medio y con capital franc¨¦s y espa?ol. El har¨¦n de Madame Osmane fue estrenada el pasado mes de julio en Francia con una buena acogida tanto del p¨²blico como de la cr¨ªtica.
Nadir Mokneche (1965), un actor y director de origen argelino pero formado en Francia y en Estados Unidos, coment¨® que hab¨ªa conocido a Carmen Maura casi por azar cuando se la present¨® uno de los productores de la pel¨ªcula. "Pero enseguida congeniamos y me di cuenta de que era la actriz perfecta para el papel. Carmen Maura es una mujer excepcional con la que no tuve ning¨²n problema a lo largo del rodaje. Supo comprender el personaje e interpretarlo con una gran riqueza de gestos y de actitudes".
La que fuera actriz-fetiche de Pedro Alm¨®dovar, que en los ¨²ltimos a?os reparte su vida y su trabajo entre Espa?a y Francia y que interpreta en franc¨¦s sin ning¨²n problema, no pudo participar ayer en la presentaci¨®n de El har¨¦n de Madame Osmane porque est¨¢ rodando una pel¨ªcula en Argentina. Historia de mujeres, de argelinas de varias generaciones, este filme -que se estrenar¨¢ en Espa?a el 18 de agosto- repasa a trav¨¦s de los inquilinos de una casa la evoluci¨®n de Argelia desde la independencia de Francia en 1962 hasta el golpe del Ej¨¦rcito que impidi¨® la victoria del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS) en 1992.
Desde la joven Sakina, hija de Madame Osmane y que sue?a con casarse para escapar de casa, hasta Madame Costa, la francesa nacida en Argelia cuya insolencia le permite sobrevivir, una galer¨ªa de mujeres busca desesperadamente la libertad en medio de controles militares, del hostigamiento de los integristas y del desprecio de los varones.Los personajes masculinos aparecen como puro contrapunto en El har¨¦n de Madame Osmane y, en cualquier caso, todos ellos salen malparados. "En Argelia", manifest¨® Nadir Mokneche, "funcionan dos tipos de educaci¨®n, una para hombres y otra para mujeres, que configuran dos tipos de mentalidades. Desde peque?os los hombres son educados para convertirse en machos. El hombre en Argelia suele ser un ni?o mimado durante toda su vida, mimado por sus madres, por sus hermanas, por sus esposas. Incluso aquellos que dan una imagen de modernidad, como el ingeniero que aparece en el filme, pueden practicar la poligamia".
?Una pel¨ªcula contra el integrismo?, le preguntaron al director franco-argelino. "Claro que s¨ª, pero tambi¨¦n he pretendido criticar el conservadurismo de buena parte de la sociedad argelina, esa visi¨®n peque?oburguesa y estrecha de la vida. De todos modos, los conflictos de Argelia no responden a una disyuntiva de buenos y de malos. La idea de la pel¨ªcula se me ocurri¨® a la vuelta de un viaje a Argelia en 1993, una ¨¦poca en la que no se sab¨ªa si definir los acontecimientos como atentados terroristas o como guerra civil. Pero era un estado de guerra que lo presid¨ªa todo, aunque Madame Osmane se niegue a verlo".
Con la nostalgia por los viejos tiempos siempre presente, Madame Osmane-Carmen Maura lucha contra la resignaci¨®n y mantiene su car¨¢cter rebelde y un tanto d¨¦spota como bandera. "El personaje encarna a esas argelinas que rompieron tab¨²es en los sesenta y que luego han tenido que aceptar el mismo sistema que las oprimi¨® de j¨®venes", apostilla Mokneche.
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