Inventario de rarezas
Extinci¨®n
Siendo fiel a los criterios que desde hace a?os se siguen en todo el mundo, la Consejer¨ªa de Medio Ambiente lo ha titulado Libro Rojo de la Flora Silvestre Amenazada de Andaluc¨ªa, aunque simplificando, como explica Carlos Mar¨ªa Herrera, bot¨¢nico del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), se trate "de un libro dedicado a catalogar rarezas vegetales". La raro, lo escaso, siempre ha fascinado a los humanos y, por eso, se otorga m¨¢s valor al oro que al hierro y los floricultores tratan de conseguir variedades de rosas en las que se concentren virtudes ¨²nicas.Vistos desde esta ¨®ptica, los dos tomos de esta obra, que acaban de ver la luz, podr¨ªan reducirse a "la culminaci¨®n del camino de unos coleccionistas que han logrado por fin, tras a?os de esforzada b¨²squeda, poner en un anaquel todas las joyas vegetales de la regi¨®n andaluza", a?ade Herrera. Y siendo estas joyas tantas, y algunas de ellas tan raras, ser¨ªa muy f¨¢cil no llegar m¨¢s all¨¢ del leg¨ªtimo orgullo de quien posee valiosos tesoros. Sin embargo, esta es una interpretaci¨®n "peligrosa", porque el libro es algo m¨¢s que un simple cat¨¢logo. En ¨¦l se re¨²ne, gracias al trabajo de un centenar de especialistas, la informaci¨®n necesaria para ordenar, con garant¨ªas, la conservaci¨®n de la flora andaluza durante las pr¨®ximas d¨¦cadas.
Ya en 1994, la Administraci¨®n auton¨®mica dict¨® un decreto que otorgaba protecci¨®n a 191 especies vegetales, de las que 70 se consideraban "en peligro de extinci¨®n" y 121 recibieron el calificativo de "vulnerables". Sin embargo, a¨²n no se hab¨ªan estudiado con detenimiento las caracter¨ªsticas y situaci¨®n real de cada uno de estos vegetales, trabajo en el que se han empleado a fondo, y durante cuatro a?os, equipos cient¨ªficos de las universidades de Sevilla, C¨®rdoba, Granada, Almer¨ªa y M¨¢laga, el CSIC, el Jard¨ªn Bot¨¢nico de C¨®rdoba y la propia Consejer¨ªa de Medio Ambiente.El resultado es una colecci¨®n de fichas que, para cada especie, incluyen descripci¨®n, biolog¨ªa, comportamiento ecol¨®gico, distribuci¨®n y demograf¨ªa, riesgos y agentes de perturbaci¨®n, inter¨¦s econ¨®mico y medidas de conservaci¨®n. Se incluyen, adem¨¢s, fotograf¨ªas, ilustraciones, bibliograf¨ªa y mapas con la localizaci¨®n de cada uno de los vegetales.
Gracias a la informaci¨®n recopilada ha podido revisarse el estatus de cada una de las especies, utilizando en este caso la nomenclatura propuesta por la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza, que, para el grupo de las amenazadas, emplea tres categor¨ªas: en peligro cr¨ªtico, en peligro y vulnerable.
En el primero de estos grupos se han incluido 30 especies, en las que se ha observado una reducci¨®n de sus poblaciones de al menos un 80% durante los ¨²ltimos diez a?os o tres generaciones, un ¨¢rea de distribuci¨®n menor de 100 kil¨®metros cuadrados, un ¨¢rea de cobertura inferior a 10 kil¨®metros cuadrados o bien un n¨²mero de ejemplares por debajo de los 250 individuos maduros. As¨ª ocurre, por ejemplo, con la Arenaria nevadensis, de vistosas flores blancas y exclusiva de las cumbres situadas en el n¨²cleo central de Sierra Nevada.
En peligro se encuentran 49 especies, algunas de ellas tan conocidas como el pinsapo (Abies pinsapo) o el enebro (Juniperus oxycedrus). Como ejemplo de la situaci¨®n en que suelen encontrarse los vegetales que se incluyen en esta categor¨ªa puede citarse el caso del Narcissus longispathus, el narciso silvestre end¨¦mico de mayor tama?o. De ¨¦l se han localizado 37 n¨²cleos en la provincia de Ja¨¦n.
Aunque cada una de estas poblaciones cuenta con un buen n¨²mero de individuos, la presi¨®n de algunos herb¨ªvoros, como el gamo o la cabra mont¨¦s, la alteraci¨®n de las zonas h¨²medas en las que habita y la recolecci¨®n ilegal, con destino a la jardiner¨ªa dom¨¦stica, constituyen serias amenazas para la supervivencia de este narciso exclusivo de Andaluc¨ªa.
Por ¨²ltimo, en la categor¨ªa de vulnerables se han agrupado 71 especies a las que tambi¨¦n se considera sometidas a un cierto riesgo de extinci¨®n, a¨²n cuando la reducci¨®n de sus efectivos, el ¨¢rea de distribuci¨®n o el n¨²mero de ejemplares no alcancen cifras tan preocupantes como en las dos categor¨ªas anteriores. As¨ª ocurre con la famosa Violeta de Cazorla (Viola cazorlensis), s¨ªmbolo de este espacio protegido.
Comentarios y sugerencias a prop¨®sito de Cr¨®nica en verde pueden remitirse al e-mail: sandoval@arrakis.es
A pie de campo
Para los bot¨¢nicos que han trabajado en su elaboraci¨®n y, sobre todo, para las distintas administraciones, el Libro Rojo no deber¨ªa ser el cl¨¢sico manual que se deja reposar en una biblioteca. "Con ¨¦l", explica de manera gr¨¢fica uno de los t¨¦cnicos de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, "hay que irse al campo y empezar a actuar, porque esa es la ¨²nica manera de que el esfuerzo realizado tenga sentido".Habr¨¢ que actualizar el decreto que protege a la flora andaluza para ajustarlo a las nuevas categor¨ªas que se han establecido, modificando el estatus de algunas especies. Al mismo tiempo deber¨ªan crearse reservas de flora incluidas en la red de Lugares de Inter¨¦s Comunitario (LIC), y poner en marcha los planes de conservaci¨®n dise?ados para aquellos vegetales que se encuentran en serio peligro de extinci¨®n.
El cat¨¢logo, por tanto, es s¨®lo el comienzo de una larga lista de actuaciones. Cuando acabe el descanso estival todas las partes implicadas en esta obra volver¨¢n a reunirse. En este encuentro deben tejerse los acuerdos necesarios para pasar de la teor¨ªa a la pr¨¢ctica. El caso es no desaprovechar todo este c¨²mulo de conocimientos y empezar a aplicarlos sobre el terreno cuanto antes.
El haber recopilado los usos y aprovechamientos que tienen algunas de las especies amenazadas servir¨¢ para estudiar una futura normativa que regule esta cuesti¨®n. Habr¨¢ que analizar el mercado actual y potencial de aquellas plantas que tengan inter¨¦s desde el punto de vista econ¨®mico, regular su colecta e, incluso, realizar ensayos para estudiar la viabilidad de su puesta en cultivo.
En este apartado deber¨¢n incluirse algunos vegetales muy apreciados por su car¨¢cter ornamental, como determinadas variedades de narcisos, geranios o helechos.
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