El espa?ol condenado a muerte confirma que el Consulado en Miami le dej¨® "solo"

"Yo ped¨ª ayuda al Consulado [en Miami], pero me dejaron solo", declar¨® a este peri¨®dico Joaqu¨ªn Jos¨¦ Mart¨ªnez, el ciudadano espa?ol que fue condenado a muerte por un tribunal de Florida y cuya sentencia ha sido revocada. "Les ped¨ª que, por favor, se interesaran en el caso; que hicieran alguna investigaci¨®n sobre lo que me estaban haciendo", a?adi¨®. Su petici¨®n de ayuda, tanto por escrito de su pu?o y letra como a trav¨¦s de su padres en el Consulado General de Miami, tard¨® casi un a?o en obtener respuesta.

Desde la prisi¨®n de Orient Road, en Tampa (Florida), donde se encuentra a la espera de un nuevo juicio, Joaqu¨ªn Jos¨¦ Mart¨ªnez relat¨® la desesperaci¨®n que sinti¨® cuando observ¨® c¨®mo no obten¨ªa ayuda del Consulado espa?ol en Miami, por m¨ªnima que ¨¦sta fuera. "Si el c¨®nsul al menos hubiera llamado a la c¨¢rcel o a la fiscal¨ªa y me hubiera respaldado... Pero me dej¨® solo. ?nicamente ten¨ªa a mis padres a mi lado".El c¨®nsul al que Mart¨ªnez hace referencia es Carlos Abella, actual embajador ante la Santa Sede, quien ejerc¨ªa el cargo en el momento en que el condenado a muerte pidi¨® ayuda. "Nunca he visto a Abella. Nunca vino a verme ni me llam¨®. Me sent¨ª muy decepcionado. Pero yo no quiero juzgar a nadie. Lo ¨²nico que quer¨ªa es que me hubiera ayudado", a?ade Mart¨ªnez.

Abella asegur¨® el pasado viernes no haber conocido, durante su destino en Miami, el caso de Mart¨ªnez. "Si lo hubiera conocido, habr¨ªa actuado como en otros parecidos", dijo. Como ejemplo de su comportamiento con los presos espa?oles en Miami, Abella relat¨® el caso de otro condenado al que incluso se ayud¨® a estudiar en la Universidad a Distancia (UNED).

La falta de asistencia legal lleg¨® en junio pasado al Parlamento espa?ol. Los padres de Mart¨ªnez testificaron ante el Senado el d¨ªa 29 de ese mes, en una ponencia sobre la situaci¨®n de los reclusos espa?oles en el extranjero. "All¨ª dijimos", recuerdan, "que estuvimos un a?o y medio sin asistencia del c¨®nsul y que eso no se deber¨ªa permitir. Lo que queremos es que nuestro caso sirva de ejemplo y que no le vuelva a pasar a ning¨²n espa?ol lo que le ha pasado a nuestro hijo".

Joaqu¨ªn y Sara, los padres de Mart¨ªnez, insistieron en la diferencia entre el trato que recibieron de Abella y de los sucesivos titulares del Consulado: Miguel D¨ªaz-Pache y Javier Vallaure.

Cambio de actitud

"Cuando lleg¨® D¨ªaz-Pache fue cuando nos dieron la ayuda de 4.000 d¨®lares (unas 720.000 pesetas) y los 100 d¨®lares a Joaqu¨ªn. Y le visitaba en la c¨¢rcel y se preocupaba constantemente por ¨¦l. Ya ¨ªbamos al Consulado como a nuestra casa, que es lo que es el Consulado. Y ahora, con el nuevo c¨®nsul, Vallaure, igual. Tambi¨¦n nos atiende continuamente", dice Joaqu¨ªn padre. Mart¨ªnez es de la misma opini¨®n: "Reaccionaron muy lento despu¨¦s de mi sentencia. Pero luego me han ayudado mucho y se han preocupado mucho por m¨ª". Este peri¨®dico se puso ayer en contacto con D¨ªaz-Pache, quien declin¨® hacer comentario alguno sobre el caso y se remiti¨® a la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica (OID). "S¨®lo quiero resaltar, porque me parece de justicia, la excelente labor en este caso que han llevado a cabo el canciller Miguel ?ngel Carrasco y la primera oficial Karen Mart¨ªn", indic¨®. Este peri¨®dico no pudo contactar ayer con la OID. El ministerio de Exteriores inform¨® de tal imposibilidad por ser d¨ªa festivo y en plenas vacaciones.

En el momento en el que ped¨ªan ayuda, en el Consulado desempe?aba la labor de canciller Jes¨²s Marinas, quien, seg¨²n Abella, "era quien llevaba esos temas", pero los padres de Mart¨ªnez no tienen ninguna queja respecto a su comportamiento: "El ¨²nico que nos atendi¨® bien y que era una buena persona, pero no pod¨ªa hacer nada, fue Marinas".

La familia afirma que tampoco les hizo caso el c¨®nsul honorario en Tampa, Emiliano Salcines, aunque ten¨ªa el despacho al lado de la c¨¢rcel en la que estaba preso su hijo, en Morgan Street.

En una entrevista con este diario, Salcines, c¨®nsul honorario de Espa?a en Tampa desde marzo de 1989, sostuvo que ¨¦l hizo todo lo que le pidieron en el Consulado y que no recuerda que Abella delegara en ¨¦l todo el caso: "Tuve muchas conversaciones con Abella, pero no recuerdo que delegara el caso en m¨ª". "Ni el Consulado ni Mart¨ªnez ni los padres me pidieron que fuera a la c¨¢rcel; yo les habr¨ªa dicho que no pod¨ªa ir sin que estuviera su abogado, porque yo no puedo cruzar la l¨ªnea ¨¦tica. Yo me conduzco por las leyes de Florida, a las que debo lealtad, y no por lo que el Gobierno espa?ol me pide que haga de forma voluntaria", concluy¨®.