Lo real y lo l¨®gico
En el peri¨®dico se han dado cuenta finalmente de lo dif¨ªcil que es distinguir lo real de lo no real y me han dicho que escriba sobre lo que me d¨¦ la gana, pero que no diga disparates. As¨ª que ahora voy con los ojos muy abiertos de nuevo, no para distinguir lo real de lo irreal, que a qui¨¦n le importa, sino para distinguir lo l¨®gico de lo disparatado. Hay gente que deja el peri¨®dico sobre la mesa boca abajo, para que los ni?os no vean la primera p¨¢gina, as¨ª que no deber¨ªamos llenar tambi¨¦n la ¨²ltima de desatinos.Presto, pues, a los telediarios una atenci¨®n casi dolorosa y tomo nota de que ha habido 65 muertos por accidentes de tr¨¢fico en el ¨²ltimo puente, 16 m¨¢s que el pasado a?o. No se trata de una noticia de cabecera. La dan al final, sin dramatismo, como es l¨®gico. Aqu¨ª unas isobaras, aqu¨ª unos cad¨¢veres; aqu¨ª una encuesta sobre la poblaci¨®n activa, aqu¨ª unos difuntos. L¨®gico. Tambi¨¦n dan sin apasionamiento los heridos, los graves y los menos graves, as¨ª como la relaci¨®n entre accidentes e interfectos, que es proporcional. Tambi¨¦n l¨®gico. Lo raro ser¨ªa lo contrario. Eso no lo dicen, pero se te ocurre por mera deducci¨®n.
Lo que no parece l¨®gico es que la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico pertenezca al Ministerio de Fomento. Lo normal es que dependiera del Ministerio de Sanidad. Las listas de espera producen menos fallecimientos y le han ca¨ªdo a Celia Villalobos. Adem¨¢s, el tr¨¢fico est¨¢ monitorizado, como los enfermos terminales. En muchos telediarios conectan con la sala de pantallas de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico y vemos en directo, igual que en la UVI, el electrocardiograma de la circulaci¨®n, que suele estar fatal.
Otra cosa que no parece l¨®gica es que el director general de Tr¨¢fico no sea ministro, pese a que gestiona ¨¦l solo m¨¢s muertos que todos los dem¨¢s ministerios juntos. Pienso yo que quiz¨¢ es porque no se ha ganado el puesto todav¨ªa. Se le mueren m¨¢s de medio centenar de automovilistas y ni siquiera da la cara en la tele. Si al director general del Libro se le murieran 65 escritores en un fin de semana, suspender¨ªa sus vacaciones para lamentar la irreparable p¨¦rdida. Por otra parte, el director general de Tr¨¢fico tendr¨ªa que ser capaz, con los medios de que dispone, de dar el n¨²mero de accidentes antes de cada operaci¨®n salida. M¨¢s a¨²n: deber¨ªa tener el valor de dar no s¨®lo el n¨²mero de muertos, sino los nombres de las personas a las que les toca la china. De este modo, al salir de casa, nuestra madre, en lugar de decir ll¨¢mame cuando llegues, dir¨ªa no me llames cuando no llegues. L¨®gico. Si no llegas para qu¨¦ vas a llamar.
-Mam¨¢, que no he llegado.
-Vicente, que dice el ni?o que no ha llegado a Benicarl¨®.
-Pues que no vuelva a llamar hasta que llegue al infierno.
Aunque quiz¨¢ tampoco sea bueno llevar la l¨®gica a sus ¨²ltimos extremos. Cuando llev¨¦ la realidad a sus ¨²ltimos extremos, en el peri¨®dico me llamaron la atenci¨®n. Y cuando llev¨¦ la fantas¨ªa a sus ¨²ltimos extremos, tambi¨¦n. A lo mejor ahora quieren que sea l¨®gico, pero no absolutamente l¨®gico. Rectifico, pues: si las personas que van a morir lo supieran de antemano, se negar¨ªan l¨®gicamente a ir a Benidorm y morir¨ªan las que van a Matalasca?as, lo que tampoco es l¨®gico. Quiz¨¢, en fin, sea mejor lanzarse a la carretera como a las listas de espera: completamente a ciegas, y si te toca, te toca.
Adem¨¢s, si la gente supiera por anticipado que va a morir, perder¨ªa la fe en el sentido. Ahora estamos convencidos de que nos matamos porque corremos o porque no corremos o porque dejamos de correr. Pero si supi¨¦ramos que nos matamos porque la vida es absurda, igual perder¨ªamos la ilusi¨®n por tener coche y volver¨ªamos la espalda a la industria automovil¨ªstica, que proporciona cientos de miles de puestos de trabajo directos e indirectos, adem¨¢s de generar ingresos millonarios a la Administraci¨®n (el barril de petr¨®leo ha vuelto a subir).
La gente puede vivir sin otras cosas, pero no sin l¨®gica. Seg¨²n fuentes de Tr¨¢fico (no ha habido, l¨®gicamente, el n¨²mero de muertos que justificara la comparecencia de Mu?oz-Repiso, el director general), el aumento de la siniestralidad podr¨ªa deberse a que la operaci¨®n del a?o pasado dur¨® un d¨ªa menos. L¨®gico. El a?o pasado, si ustedes recuerdan, fue debido a la buena marcha de la econom¨ªa. El caso es que se deba a algo. Parece l¨®gico. Y si no es l¨®gico, es real. Una cosa por otra.Carlos Mu?oz-Repiso
Seg¨²n Tr¨¢fico, el aumento de la siniestralidad podr¨ªa deberse a que este a?o la operaci¨®n ha durado un d¨ªa m¨¢s
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