Los congresos que vienen

El comienzo del curso pol¨ªtico, que est¨¢ a la vuelta de la esquina, se presenta en Andaluc¨ªa bastante agitado. Todos los partidos con representaci¨®n parlamentaria tienen que hacer frente a congresos regionales o provinciales, en los que se tendr¨¢n que tomar decisiones que van a marcar la vida pol¨ªtica de lo que queda de legislatura e, incluso, muy probablemente, el futuro de la pr¨®xima convocatoria electoral.Sin duda, el PP es el que se juega menos en el inmediato futuro. La direcci¨®n regional del partido fue elegida antes de la ¨²ltima convocatoria electoral, y las tensiones que est¨¢n aflorando en la preparaci¨®n de los distintos congresos provinciales no parece que vayan a poner en cuesti¨®n la solidez de dicha direcci¨®n regional y la posici¨®n de la candidata a la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa, Te¨®fila Mart¨ªnez.

Los otros tres partidos del arco parlamentario, por el contrario, s¨ª tienen que enfrentarse a congresos regionales, en los que es mucho lo que se juegan.

Es verdad que el PSOE se encuentra en una situaci¨®n mucho mejor de lo que nadie pensaba que se iba a encontrar antes de la celebraci¨®n y del desenlace del ¨²ltimo congreso federal. La forma en que el PSOE resolvi¨® la renovaci¨®n de la direcci¨®n estatal permite que el debate congresual en las diferentes federaciones, tambi¨¦n en la andaluza, se produzca sin el dramatismo con que se producir¨ªa de no haber sido as¨ª.

El PSOE tiene que adaptarse en Andaluc¨ªa al cambio que se ha producido en la direcci¨®n del partido en el Estado. Adaptaci¨®n que, como argument¨® en un excelente art¨ªculo el ex presidente de la Junta de Andaluc¨ªa y ex secretario general del PSOE andaluz, Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla (EL PAIS, 3 de agosto), no tiene por qu¨¦ ser una copia mec¨¢nica de lo sucedido en el congreso federal, pero que, de alguna manera, tendr¨¢ que producirse.

Entre otras cosas, porque en el congreso federal Manuel Chaves ha sido elegido presidente del PSOE y no se acaba de entender muy bien c¨®mo la misma persona puede ser simult¨¢neamente presidente federal y secretario general de una federaci¨®n, y de una federaci¨®n tan importante como es la andaluza. Ser presidente de todos y secretario general de una parte no es una coincidencia deseable. ?sta es una inc¨®gnita que el congreso regional andaluz tendr¨¢ que despejar de alguna manera.

De la misma manera que tendr¨¢ que despejar tambi¨¦n la inc¨®gnita de si el candidato a la presidencia de la Junta de Andaluc¨ªa va a seguir siendo Manuel Chaves o no. Comprendo que se trata de un problema enojoso para el partido que ocupa el Gobierno, sea el del Estado sea el de una comunidad aut¨®noma. Ya estamos empezando a ver en el interior del PP la resistencia a que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no sea el candidato del partido en el 2004. Pero si Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar cumple su promesa de no ser candidato, reiterada al nuevo secretario del PSOE en la primera entrevista entre ambos, va a resultar muy dif¨ªcil para el PSOE justificar la presentaci¨®n de Manuel Chaves por quinta vez como candidato. De alguna manera tiene que enfrentarse con el problema.

Y, adem¨¢s, la renovaci¨®n generacional, que tambi¨¦n tiene que empezar a producirse en Andaluc¨ªa. Con la "modulaci¨®n" que se estime pertinente, pero que tiene que empezar aqu¨ª tambi¨¦n.

Dicho de otra manera: la agenda pol¨ªtica del pr¨®ximo congreso regional del socialismo andaluz est¨¢ cargada de problemas de importancia decisiva para el propio partido y, en la medida en que es el partido de gobierno, para la direcci¨®n general de la comunidad aut¨®noma.

En comparaci¨®n con lo que est¨¢ en juego en el congreso del PSOE, lo que est¨¢ en juego en los congresos del PA y de IU tiene mucha menos importancia. Pero lo que se juegan estos partidos en sus congresos es mucho m¨¢s de lo que se juega el PSOE en el suyo. Pase lo que pase el PSOE va a seguir siendo un partido central en el sistema pol¨ªtico andaluz. Si no resuelve bien el congreso, tendr¨¢ problemas para continuar siendo el partido hegem¨®nico en Andaluc¨ªa, pero nada m¨¢s. Su presencia en la vida pol¨ªtica andaluza no est¨¢ en juego. Si no sale bien de este congreso, saldr¨¢ bien del siguiente o del que toque. Parec¨ªa imposible que el congreso federal saliera bien y, sin embargo, sali¨® bien. Esa es una de las ventajas que tienen los grandes partidos, como el PSOE o el PP. M¨¢s pronto o m¨¢s tarde encuentran su sitio.

El PA e IU, por el contrario, se juegan su propia presencia en la pol¨ªtica andaluza. El PA tiene que hacer frente nada menos que a la sustituci¨®n de la direcci¨®n ¨²nica que ha tenido, de iure y/o de facto, desde la fundaci¨®n del partido. Y no se vislumbra por d¨®nde puede venir la renovaci¨®n de la direcci¨®n andalucista con la autoridad necesaria para resituar al nacionalismo andaluz en este final/comienzo de milenio.

IU lo tiene todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil, en la medida en que tiene que celebrar su asamblea regional sin que todav¨ªa se haya celebrado la asamblea federal y sin que, en consecuencia, se haya despejado la inc¨®gnita de la direcci¨®n general de la coalici¨®n. Lo que se decida en la asamblea andaluza puede quedar invalidado quince d¨ªas m¨¢s tarde en la federal. Y tiene, adem¨¢s, que dar respuesta al problema de las relaciones de IU con el PCE, especialmente dif¨ªciles tras los ¨²ltimos retrocesos electorales. El espacio pol¨ªtico ocupado por IU es tan reducido que puede resultar imposible mantener con vida la coalici¨®n. Es bastante probable que las pr¨®ximas asambleas, estatal y regionales, sean los ¨²ltimos de IU como coalici¨®n pol¨ªtica y electoral.