LA ADICCI?N PIAN?STICA DE JOAQU?N ACH?CARRO
Tras ocho a?os consecutivos ofreciendo s¨®lo recitales, el pianista bilba¨ªno culmina su compromiso con el Festival de Torroella de Montgr¨ª (Girona) interpretando esta noche el 'Concierto para piano n? 5 Emperador', de Beethoven.
M¨¢s de 40 a?os de triunfos en los mejores auditorios del mundo han convertido a Joaqu¨ªn Ach¨²carro (Bilbao, 1937) en un pianista sabio. M¨²sico de una pieza, convive apasionadamente con el piano desde que tiene uso de raz¨®n y sigue explorando la obra de sus compositores predilectos con la curiosidad del primer d¨ªa. "El piano es como una droga que crea adicci¨®n y yo estoy tan enganchado que a veces incluso creo que el piano es un ser vivo", asegura el gran pianista bilbaino, que esta noche act¨²a en el Festival de M¨²sica de Torroella de Montgr¨ª (Girona), acompa?ado por la orquesta Virtuosos Checos.Ach¨²carro, el pianista espa?ol de mayor proyecci¨®n internacional junto a Alicia de Larrocha, mantiene desde 1992 una estrecha relaci¨®n con el festival de Torroella, donde esta noche, tras ocho a?os consecutivos de ofrecer s¨®lo recitales, tocar¨¢ un concierto -una de las m¨¢s brillantes partituras de Beethoven, el Concierto para piano n? 5, opus 73 'Emperador'- bajo la batuta de Petr Vronsky, que dirigir¨¢ un programa que incluye la obertura de El sue?o de una noche de verano, de Mendelssohn; la Suite para cuerdas, de Jan¨¢cek, y la Sinfon¨ªa n? 5 de Schubert.
La Academia Chigiana de Siena, la Southern Methodist University de Dallas, donde ocupa una c¨¢tedra de piano desde hace 12 a?os, y el festival de Torroella, en cuyo marco imparte todos los veranos cursos de interpretaci¨®n desde hace siete a?os, son los principales escenarios en los que este m¨²sico infatigable, que da unos 80 conciertos al a?o por todo el mundo, ense?a los secretos del arte del piano. "Soy un pianista que ense?a, no un maestro", aclara enseguida. "Ense?ar es una actividad que me enriquece mucho, porque precisamente ense?ando a los j¨®venes aprendes a descubrir continuamente nuevas cosas".
El int¨¦rprete bilbaino reconoce que impartir clases en Torroella todos los veranos "se est¨¢ convirtiendo en un h¨¢bito". Este a?o, 11 j¨®venes pianistas procedentes de Francia, Hungr¨ªa, Jap¨®n y Espa?a, han seguido su curso en la peque?a y musical poblaci¨®n gerundense. "Se aprende ense?ando porque es un est¨ªmulo para la imaginaci¨®n. Escuchas tocar a un alumno y tienes que diagnosticar r¨¢pidamente, poner remedio a los problemas".
En una de sus clases, Antonio Galera, un joven pianista valenciano de 16 a?os, toca el Nocturno n? 2, opus 27 de Chopin. "Mete el tempo en el est¨®mago, empieza ya con ese tema resuelto", le dice Ach¨²carro. "Me gusta como lo has tocado, pero, si te parece, vamos a experimentar un poco. Prueba con la silla m¨¢s alta". Galera lo hace y el piano suena distinto, m¨¢s rico y pleno. "Adem¨¢s, al sentarte m¨¢s alto economizas energ¨ªa", a?ade el maestro.
"Es que hay que ver lo que se gana tocando tranquilo", asegura con una sonrisa. "Los nervios son parte de la profesi¨®n y hay que acostumbrarse a convivir con esa tensi¨®n especial que produce actuar ante el p¨²blico, al que siempre se percibe y que colabora, a veces sin saberlo, en el resultado final del concierto".
Cuando habla de m¨²sica, Ach¨²carro nunca pontifica. Habla siempre con franqueza y transmite su experiencia con una sencillez que cautiva por su absoluta falta de divismo. "La experiencia me ha ense?ado a no fiarme del instinto, creo que es m¨¢s seguro el h¨¢bito de la reflexi¨®n, que te hace explorar y buscar nuevos matices en partituras que llevas interpretando toda la vida, porque eso de que todo est¨¢ escrito en la partitura no es cierto. A veces la partitura es un grito de socorro del compositor pidiendo ayuda al int¨¦rprete para que la obra suene como ¨¦l quer¨ªa".
Bach, Mozart, Beethoven, Chopin, Brahms, Rachm¨¢ninov y Ravel son algunos de los compositores predilectos de un pianista que, como Alicia de Larrocha, luch¨® desde muy joven contra la etiqueta de especialista en el repertorio espa?ol. "Desde que toco el piano estoy enganchado a estos compositores y nunca he sentido la necesidad de buscar otros repertorios al margen de la m¨²sica cl¨¢sica. Soy pianista y morir¨¦ pianista".
Un fabuloso monogr¨¢fico con obras de Johannes Brahms y un delicioso programa titulado La nuit, con piezas de Borodin, Chopin, Debussy, Falla, Gerswhin, Grieg, Poulenc, Schumann y Scriabin, son los primeros ¨¦xitos de su vuelta a los estudios de grabaci¨®n, de la mano del sello espa?ol Ensayo, en el que va a publicar un disco consagrado a Ravel. "Puedo asegurar que mi versi¨®n de Gaspard de la nuit, es la m¨¢s lenta jam¨¢s grabada, pero as¨ª siento esta maravillosa m¨²sica. A Ravel, como a Rachm¨¢ninov, hay que tocarlos sin que el virtuosismo t¨¦cnico esconda la poes¨ªa y la intensidad expresiva que encierran".
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