Una ONG trata de recuperar en Castilla una laguna desecada similar a Do?ana
Los voluntarios alquilan los terrenos para anegarlos y dar cobijo a las aves migratorias
El legendario Mar de Castilla vuelve a brotar. La laguna de 5.000 hect¨¢reas situada a 12 kil¨®metros al norte de Palencia est¨¢ recuperando parte de su viejo esplendor como humedal desde que la organizaci¨®n Global Nature trabaja en devolver su ecosistema, similar a Do?ana. La ONG arrienda tierras para anegarlas y servir de acogida a las aves migratorias entre el ?rtico y ?frica. Con ello ha torcido un destino, el de su desecaci¨®n, perseguido desde los Reyes Cat¨®licos y que en los sesenta culmin¨® el Instituto de Colonizaci¨®n para realojar a los afectados de embalses como Ria?o o Entrepe?as.
800 cig¨¹e?as al tiempo
"Grasa, 3. M¨²sculo, 0. Longitud, 66. Peso, 12,2. Sexo, 0. Edad, 3.". Ferando Jubete sopla sobre la pechuga del p¨¢jaro capturado y describe su morfolog¨ªa en voz alta para que Jos¨¦ Antonio Mucientes, concejal del PP de Fuentes de Nava y objetor de conciencia, lo anote en la hoja de anillamiento.Es mediod¨ªa. La operaci¨®n de captura, anillamiento y puesta en libertad de las aves que llegan a La Nava ha concluido por hoy. Jubete y Mucientes recogen las redes que ha instalado el primero a las seis de la ma?ana, cuando apenas despunta el d¨ªa, en lo que hasta los a?os cuarenta era el Mar de Castilla.
En julio y agosto apenas se ven vestigios de que ese espacio sea una laguna. El verano castellano est¨¢ en su apogeo. El agua s¨®lo es visible en los canales que el Ej¨¦rcito abri¨® para desecar una zona encharcable que hist¨®ricamente ha sido despreciada por ser un foco de infecciones. Debido a las zanjas de desag¨¹e abiertas en los a?os cincuenta se reconvirti¨® en tierra de realojo para colonos procedentes de poblaciones inundadas en Le¨®n, Zamora y Guadalajara por embalses como Ria?o o Buend¨ªa.
Desde hace m¨¢s de diez a?os Fernando Jubete libra una batalla casi en solitario para devolver a La Nava parte de su estado original, un espacio de recogida de aguas invernales que, al carecer de salida, serv¨ªa de parada y fonda a las aves migratorias entre el ?rtico a Sur¨¢frica.
Con el dinero que la multinacional alemana Unilever presta a la organizaci¨®n ecologista Global Nature, Jubete ha recuperado ya 300 de las 5.000 hect¨¢reas de superficie que debi¨® tener La Nava cuando Madoz la describ¨ªa, hace m¨¢s de siglo y medio, como el humedal que "sirve de asilo a infinidad de especies de aves acu¨¢ticas y de formas variadas, entre las que se ven gansos, patos, zarcetas, b¨²hos cuyo graznido se parece al mugido de los toros, vencejos de agua, zarapicos y otras aves sumamente vistosas y desconocidas en lo dem¨¢s del pa¨ªs".
El Mar de Castilla era una laguna de no m¨¢s de dos metros de profundidad sobre un lecho arcilloso e impermeable de 500 metros de espesor, con una superficie variable en funci¨®n de la temporada de lluvias. Unas veces no llegaba a las 2.000 hect¨¢reas y otras alcanzaba las 5.000. Eso s¨ª, quedaba pr¨¢cticamente seca en verano por efecto del intenso calor continental castellano, que mantiene el term¨®metro en torno a los 35 grados.
La desecaci¨®n estival siempre ha sido recibida con gratitud por los vecinos del entorno de Paredes de Nava, Fuentes de Nava, Gasc¨®n de la Nava (el pueblo de los colonos), Mazariegos o Becerril de Campos. Permite el rebrote de pastizales de gran calidad, que, seg¨²n Madoz, "manten¨ªan todos los a?os m¨¢s de 20.000 cabezas de ovejas, vacas, mulas y caballos".
Todo eso forma parte de la historia. Los millones de aves procedentes de la tundra rusa y Escandinavia, que repostaban aqu¨ª, han tenido que buscar otras alternativas para poder llegar a Do?ana y continuar hasta el hemisferio sur.
"Es sorprendente", dice Jubete en plena faena de anillamiento. "Este pajarito de apenas siete gramos de peso es capaz de recorrer m¨¢s de 400 kil¨®metros de distancia en una sola noche. Viene de la tundra. ?Ves la grasa que ha acumulado en su peque?a pechuga para poder volar ininterrumpidamente tantos kil¨®metros? ?C¨®mo lo hacen? Es un misterio. Unos dicen que se gu¨ªan por los campos electromagn¨¦ticos; otros, por los accidentes geogr¨¢ficos o por la Luna. Nadie sabe".
Lo sorprendente es que todas las especies tengan sincronizada su migraci¨®n para llegar cuando est¨¢ listo su alimento. "Los milanos llegan cuando hay plaga de saltamontes. Ahora hay una explosi¨®n de pulgones. Y as¨ª, una especie detr¨¢s de otra. Ha habido ocasiones en que se han reunido 800 cig¨¹e?as al atardecer".Enfundado en unas botas altas de pescador, Jubete comienza a recoger una peque?a parte de los frutos de su empe?o por recuperar La Nava. Aunque naci¨® en Palencia capital, conoce el lugar desde peque?o porque su madre era de Paredes. El tr¨¢fico de aves le sedujo, y en lugar de estudiar ingenier¨ªa forestal decidi¨® a los 19 a?os emprender la reconquista de la laguna.
Le ha costado tiempo y peleas con los alcaldes y la Junta de Castilla y Le¨®n. Pero desde febrero de este a?o, La Nava forma parte de los espacios regionales protegidos. Est¨¢ previsto designarla Zona de Especial Protecci¨®n de Aves (ZEPA) y Lugar de Inter¨¦s Comunitario (LIC). Despu¨¦s vendr¨¢ su catalogaci¨®n como humedal acogido al Convenio de Ramsar, la m¨¢xima categor¨ªa internacional concedida a ecosistemas acu¨¢ticos continentales.
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