BEETHOVEN TOPA CON LA IGLESIA
Joaqu¨ªn Ach¨²carro ofrece en Torroella una versi¨®n impecable del concierto 'Emperador'
Beethoven e iglesia son dos t¨¦rminos irreconciliables. La iglesia est¨¢ pensada para que en ella se escuche la voz de Dios. De hecho lo que se escucha es la voz del cura, pero tan amplificada que llega a parecer que est¨¢ en todas partes, que es ubicua como la propia divinidad. Beethoven es, justamente, quien rompe en m¨²sica el esquema del artista como m¨¦dium entre unpoder superior -la Iglesia,
el Estado- y la feligres¨ªa/audiencia. La voz del compositor es, a partir de ¨¦l, ese poder superior que no remite a nada fuera de s¨ª misma: la hora del Romanticismo ha sonado. Para construir esa voz superior, que es la suya, el artista recurre muchas veces a las t¨¦cnicas r¨¦toricas empleadas en el templo. Beethoven, por ejemplo, se sirve con frecuencia de la repetici¨®n mel¨®dica y los efectos eco para crear un universo multidimensional en el que el receptor queda atrapado, como si de una experiencia religiosa se tratara. La propia estructura de su m¨²sica incluye as¨ª amplificaci¨®n. Y por ah¨ª es donde Beethoven topa con la iglesia, al no admitir m¨¢s redundancias que las que ¨¦l mismo crea y controla.
Toda esta meditaci¨®n viene a cuento del Concierto para piano y orquesta n¨²mero 5, 'Emperador' escuchado el domingo en la iglesia g¨®tica de Torroella de Montgr¨ª (Girona). En una versi¨®n, impecable, debida al pianista bilba¨ªno Joaqu¨ªn Ach¨²carro y a la Orquesta de C¨¢mara de los Virtuosos Checos. ?stos, a las ¨®rdenes de Petr Vronsky, se limitaron a hacer lo que las condiciones materiales permit¨ªan: seguir al pianista hasta concederle un protagonismo casi exclusivo. En buena ley eso no debe ocurrir: si una obra hay en que solista y conjunto intercambian papeles hasta el punto que muchas veces la orquesta asume funciones solistas y el piano las de acompa?amiento esa obra es el Emperador. Pero en Sant Gen¨ªs la adoptada era la soluci¨®n mejor. Ach¨²carro tradujo la partitura con extrema sobriedad: tiempos pausados, claridad expositiva, interiorizaci¨®n de la partitura.
Hasta ah¨ª se pod¨ªa pensar que los virtuosos checos no pasaban de ser una simple orquesta de bolo. La conocida m¨²sica incidental de Mendelssohn para El sue?o de una noche de verano as¨ª parec¨ªa anunciarlo hasta que lleg¨® la Sinfon¨ªa n¨²mero 5 de Schubert y con ella ese especial genio checo para sentir la m¨²sica vienesa como propia. Fuera de programa la orquesta interpret¨® la obertura de Las bodas de F¨ªgaro con autoridad.
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