El fiscal pide 50 millones para una ni?a que est¨¢ ciega por un exceso de ox¨ªgeno en la incubadora

La fiscal¨ªa de Madrid solicita que se indemnice con 50 millones de pesetas a una ni?a, Alba S. P., que naci¨® prematura y que se qued¨® ciega por una supuesta desatenci¨®n m¨¦dica y "un exceso de ox¨ªgeno" en la incubadora de la desaparecida cl¨ªnica madrile?a Hymberg, adscrita a las compa?¨ªas Asisa y Muface. El fiscal culpa de la ceguera de la menor al neonat¨®logo Antonio G.-S. L., de 52 a?os, y al oftalm¨®logo Flaviano C. P., de 64, y pide para ambos una condena de dos a?os de c¨¢rcel por un delito de lesiones graves. El juicio se celebrar¨¢ en un juzgado penal de Madrid.

El parto fue gemelar y se produjo ocho semanas antes de lo previsto, el 1 de noviembre de 1994, y por rotura de la bolsa. Las dos cr¨ªas, Alba y su hermana Sara, pesaron al nacer 1.250 gramos cada una. Dado su car¨¢cter prematuro y el hecho de que la cl¨ªnica San Jos¨¦ (sita en la calle de Cartagena), donde se produjo el parto, carec¨ªa de incubadoras, ambas beb¨¦s fueron trasladadas a la cl¨ªnica Hymberg (situada en la calle de la Explanada, en Moncloa). Ah¨ª se hizo cargo de ellas el acusado Antonio G.-S. L. Una de las ni?as, Sara, falleci¨® a los nueve d¨ªas del parto. La estancia de los padres en el centro fue una odisea, hasta el punto de que ellos mismos, seg¨²n la investigaci¨®n judicial, tuvieron que ir en busca de sangre para una transfusi¨®n que necesit¨® Alba. Al ser interrogado al respecto por el juez que instruy¨® el caso, el neonat¨®logo declar¨®: "Si mandaron a la madre a por sangre a otro centro fue porque s¨®lo se puede administrar sangre que proceda de dos centros en concreto y, adem¨¢s, el hecho de que unos padres la recojan en mano les da la garant¨ªa de que esa sangre es la adecuada". Tambi¨¦n explic¨® que, "en cierta forma", dejar que los padres recojan la sangre es "un consuelo" para ellos, porque "as¨ª piensan que han ayudado en algo".

Sobre las causas que originaron la ceguera de Alba, el fiscal explica que "recibi¨® un exceso de ox¨ªgeno" en la incubadora "debido a la falta de control y deficiencias en el cuidado del suministro". Y a?ade que eso se produjo sin que el neonat¨®logo "se apercibiese de ello", pues "no control¨® la repercusi¨®n que podr¨ªa tener [el exceso de ox¨ªgeno] en la reci¨¦n nacida", de "forma tal que no hubo un control oftalmol¨®gico hasta el 5 de enero de 1995, dos meses y cuatro d¨ªas despu¨¦s del nacimiento".

Revisi¨®n tard¨ªa

La familia de la ni?a, a trav¨¦s de su abogado, sostiene que, dada la prematuridad del parto y la necesidad de suministrarle ox¨ªgeno en la incubadora, los m¨¦dicos debieron extremar las medidas de prevenci¨®n y vigilancia de los ojos y no esperar dos meses para supervisarle la visi¨®n. El fiscal destaca que el neonat¨®logo, a los dos meses de vida de la ni?a, observ¨® en ella un problema visual -"levantamiento aislado en retina perif¨¦rica", la llamada retinoplat¨ªa del prematuro- y que, pese a eso, se le dio el alta tras concluir que "la salud de los ojos" de la ni?a era "normal". Recuerda el acusador p¨²blico que d¨ªas despu¨¦s de recibir el alta, el 7 de enero, la cr¨ªa fue intervenida quir¨²rgicamente de su afecci¨®n ocular por el oftalm¨®logo acusado, m¨¦dico de Asisa. Y que ¨¦ste llev¨® a cabo la operaci¨®n, "no en la cl¨ªnica Hymberg", sino en la de La Paloma, donde se le hizo una crioterapia. Dos d¨ªas estuvo all¨ª la cr¨ªa.

El fiscal relata tambi¨¦n: "Teniendo en cuenta que la retinopat¨ªa del prematuro es una enfermedad inestable y que puede evolucionar a ceguera en breve espacio de tiempo, ni el neonat¨®logo ni el oftalm¨®logo tuvieron la diligencia debida con la reci¨¦n nacida, ya que dejaron transcurrir [el tiempo]" sin controlar ni revisar la visis¨®n de la peque?a. Y que, cuando se percataron de la anomal¨ªa, la enfermedad ya se hab¨ªa tornado incurable, lo que les indujo a ordenar su traslado a La Paz. All¨ª fue nuevamente operada, pero no para que recuperase la visi¨®n, pues la ceguera ya era irreversible, "sino para que no perdiese los ojos", seg¨²n la familia. En su declaraci¨®n ante el juez, el oftalm¨®logo se defini¨® como un experto en su especialidad, si bien admiti¨® que era la primera vez que operaraba un caso de retinopat¨ªa del prematuro.

El abogado de la familia de la menor, en su escrito de acusaci¨®n, se?ala que ambos m¨¦dicos cometieron "una grave falta de diligencia". Afirma que la retinopat¨ªa del prematuro es una afecci¨®n f¨¢cil de aparecer en ni?os que nacen antes de tiempo, tienen poco peso y son sometidos a ox¨ªgeno en la incubadora, y que por ello es crucial la prevenci¨®n. "Alba", se?ala el letrado, "reun¨ªa todos los factores de riesgo para desarrollar una retinopat¨ªa (...), enfermedad que puede evolucionar a estadios graves si no se aplica un tratamiento basado en la prevenci¨®n, en el diagn¨®stico precoz y en frecuentes exploraciones". La familia de la peque?a lamenta que los m¨¦dicos restaran importancia a la afecci¨®n ocular y que luego operaran a la cr¨ªa en la cl¨ªnica La Paloma con anestesia general, pese a que este centro carec¨ªa de unidad de cuidados intensivos.

La familia solicita que los m¨¦dicos sean condenados a tres a?os de c¨¢rcel y a que abonen una indemnizaci¨®n de 250 millones. Tanto el fiscal como la familia piden que Asisa y la cl¨ªnica Hymberg, con sus aseguradoras respectivas, respondan del pago de este dinero.