Txuma Murugarren se estrena en solitario con un disco de regusto po¨¦tico

La discogr¨¢fica donostiarra Oihuka ha llevado a cabo este a?o una ampliaci¨®n de su n¨®mina de artistas que ha redundado en una dulcificaci¨®n de su oferta. Su cat¨¢logo, engordado con referencias de muchos grupos de punk y metal, ha abierto la mano al pop y ha dejado moment¨¢neamente a un lado la saturaci¨®n el¨¦ctrica con los estrenos discogr¨¢ficos de Labrit y Txuma Murugarren. Pero el anterior proyecto del segundo, Sasoi Ilunak, tambi¨¦n grab¨® sus tres elep¨¦s con el sello vinculado a Elkarlanean, por lo cual no extra?a que su debut en solitario, Nire leihoak, se haya hecho un hueco en su antigua compa?¨ªa.Nire leihoak es un trabajo dominado por texturas ac¨²sticas que forman colchones de indudable car¨¢cter pop, aunque se filtran soplos de bossa nova en piezas como Serantes aldera begira, sobre los cuales se acomoda la voz del guitarrista, cantante y compositor vizca¨ªno. Un lecho sonoro en el que cada instrumento suena con total nitidez.

Por lo tanto, Murugarren ha optado por la claridad a la hora de estrenarse como solista con 17 canciones propias que ayudan a relajarse y hablan de nostalgia, corazones miedosos e hipersensibles que se afligen con facilidad, reencuentros, amores sin obligaciones, personalidades cambiantes, soledad, el estresante ritmo de la sociedad actual, la imperiosa necesidad de trabajar para subsistir, sexo, ansias de libertad y de romper con la monoton¨ªa de lo establecido, recuerdos rom¨¢nticos, des¨¢nimo y de un mundo equivocado. Todo con regusto po¨¦tico y sin caer en el apesadumbramiento, ya que el ¨¢lbum sabe moverse entre la mesura m¨¢s natural y el dinamismo.

Txuma Murugarren es conocido en la escena rock de Euskadi por haber encabezado el quinteto de Ortuella Sasoi Ilunak entre 1989 y 1998, a?o en que se puso en circulaci¨®n su tercer y ¨²ltimo disco de larga duraci¨®n. Antes, el de Orereta hab¨ªa cantado con Viuda de L¨®pez y Ttak Ahula.