"California se invent¨® en Castell¨®n"
Este pintor-dibujante se mueve con la suficiente soltura como para pedir hielo en un bar, "es que la tinta se me seca", dice, y utilizarlo en su estudio para uno de sus verm¨²s de media ma?ana, bajo la excusa de que "el raro soy yo". Amante de la tierra castellonense en la que se cri¨®, y a la que lleg¨® en 1959 con 13 a?os de edad, ha hecho casi de todo, pero es conocido por sus obras pict¨®ricas, esas que le duelen, y de las que pretende apartarse durante un tiempo. Ahora se encuentra preparando un libro-c¨®mic sobre Castell¨®n que, a buen seguro, traer¨¢ cola. Pregunta. ?C¨®mo qu¨¦ se presenta?
Respuesta. Digo: "Hola, soy Manolo D¨ªaz" y me dedico a ser Manolo D¨ªaz. Trabajo much¨ªsimo pero no en trabajos calificados, todo para procurar vivir feliz.
P. ?Se puede decir que vive de la pintura?
R. Vivo a pesar de ella. Me gusta mucho, pero me ha dado muy malos ratos. Posiblemente la deje apartada durante un tiempo para dedicarme al dibujo y al c¨®mic. Disfruto dibujando y la pintura, para m¨ª, es como un supositorio de piedra de seis metros.
P. ?Por qu¨¦ en todas sus obras plasma escenas de amor o sexo?
R. No hay otra cosa que me importe. Yo respeto a los dem¨¢s, pero lo que me es m¨¢s cercano es lo que se me pega a la piel: un abrazo, un beso... es lo que me es propio. Yo de la exploraci¨®n planetaria no s¨¦ nada.
P. ?C¨®mo ser¨¢ el libro que est¨¢ preparando?
R. Ser¨¢ la historia de un a?o, dos semestres, doce meses, cincuenta y dos semanas, todo es lo mismo, y siempre es lo mismo. Sabemos que llegar¨¢n las fiestas de la Magdalena y lo que dir¨¢n sus reinas. El libro tendr¨¢ personajes reales con nombres y apellidos y, porqu¨¦ no, con sus propias caras. Tambi¨¦n me inventar¨¦ cosas. No tengo nada que perder. Adem¨¢s tendr¨¢ un apartado para los marginados que son "ellos", los que van del despacho al coche y del coche a su casa. Los normales somos los que nos paseamos con las manos en los bolsillos.
P. ?Cu¨¢les cree que son los defectos de esta ciudad?
R. El no reconocimiento de la realidad pura y dura y la repetici¨®n y reiteraci¨®n de que "las cosas siempre se han hecho as¨ª".
P. Pero ?qu¨¦ tiene de bueno Castell¨®n para que lo alabe siempre?
R. Es un sitio maravilloso, con un puerto de juguete. Aqu¨ª se puede trabajar en paz, sin tanta prisa, es una ciudad con un tama?o muy humano y si necesito fandango s¨¦ a qu¨¦ puerta llamar. En realidad, California se invent¨® en Castell¨®n, es una fotocopia llena de anglosajones.
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