As¨ª cay¨® el pez gordo de la hero¨ªna
El imperio de El Paral¨ªtico, el mayor narcotraficante de Espa?a, comenz¨® a desmoronarse con la detenci¨®n de su lugarteniente
La ma?ana del s¨¢bado en que la Unidad Central de Estupefacientes anunci¨® que hab¨ªa detenido al portugu¨¦s Jos¨¦ Gomes P. C., alias El Enano, acudi¨® a la conferencia de prensa la c¨²pula de Interior con el ministro Jaime Mayor Oreja al frente.El Enano hab¨ªa ca¨ªdo en abril del a?o pasado con 319 kilos de hero¨ªna y 52 de coca¨ªna. Hasta entonces, la polic¨ªa jam¨¢s se hab¨ªa enfrentado a un traficante tan h¨¢bil. Cambiaba los m¨®viles y los coches de sus hombres en cada entrega de mercanc¨ªa, montaba su propio servicio de contravigilancia, y no le traicion¨® ni un solo m¨²sculo de la cara cuando lo detuvieron.
Pero detr¨¢s de El Enano, una vez m¨¢s, planeaba en vuelo libre la sombra de su jefe, Ufir Cetinkaya, El Paral¨ªtico, el verdadero capo, la pesadilla de la Unidad Central de Estupefacientes, el tipo que abastec¨ªa de droga dura las esquinas del pa¨ªs, el hombre al que en una cinta grabada por la polic¨ªa se le oy¨® amenazar: "Ahora voy a inundar Espa?a de hero¨ªna".
Desde que le incrustaron dos balas en la columna durante una refriega con otros traficantes, Cetinkaya -acompa?ado siempre por un m¨¦dico al que apodan El Chino y por una sonda para orinar- no ha hecho m¨¢s que ensanchar las fronteras de su imperio. Anclado a su silla gobernaba todo el entramado de enlaces que se encargaba de recoger la materia prima en la media luna de oro -una zona comprendida entre Afganist¨¢n, Tayikist¨¢n y Pakist¨¢n- y distribuirla entre Holanda, Espa?a y Portugal.
?Por qu¨¦ no se le hab¨ªa echado mano a¨²n? El propio ministro se lo pregunt¨® a sus colaboradores cuando termin¨® la rueda de prensa en la que hab¨ªa anunciado la detenci¨®n de El Enano.
-?D¨®nde vive ¨¦ste? -Mayor Oreja continuaba inquiriendo por Cetinkaya.
-En Estambul.
-?Pero en la legalidad?
-S¨ª. Lleg¨® a estar en la c¨¢rcel aqu¨ª, pero sali¨® en libertad provisional y se escap¨®. Lo tienen vigilado, pero es multimillonario y vive en libertad.
Despu¨¦s de enterarse de que El Paral¨ªtico vivi¨® varios a?os en Vallecas hasta que fue detenido en Barajas en septiembre de 1991, tras conocer que Cetinkaya pas¨® cuatro a?os en la c¨¢rcel y de que sali¨® tras obtener la libertad provisional por un retraso en la Audiencia Nacional, y que desde entonces viv¨ªa en Estambul impunemente, el ministro inquiri¨®:
-Pero tiene que haber en ese pa¨ªs un descontrol alt¨ªsimo para que este hombre siga en libertad, ?no?
Tan grande era el descontrol que la unidad encargada de vigilarlo desde hace dos a?os, como si se tratara de Los intocables de Elliot Ness, fue formada en Ankara sin ninguna relaci¨®n con la de Estambul. En la capital de Turqu¨ªa se habilit¨® una oficina para ellos al margen de la Polic¨ªa Nacional. Todos sus pasos, sus idas y venidas de Estambul a Madrid para entrevistarse con los hombres de la Unidad de Estupefacientes, se mantuvieron en riguroso secreto. La misi¨®n de Los intocables era vigilar cada movimiento de El Paral¨ªtico, acechar tambi¨¦n a su mujer, a su m¨¢s estrecho colaborador, Cemal Nayir, y detenerlos en cuanto el fiscal lo ordenara. Mientras tanto, el fiscal turco encargado del caso resolv¨ªa siete comisiones rogatorias en Espa?a.
La brigada especial dise?¨® durante meses el golpe a Cetinkaya y lo bautiz¨® como Operaci¨®n Matador, en alusi¨®n a la estancia de Cetinkaya en Espa?a. M¨¢s importantes que los chalecos antibalas a la hora de prender al Paral¨ªtico eran las cintas grabadas por los agentes espa?oles en las que se oye a Centikaya intervenir en cuatro operaciones, y a su ¨ªntimo colaborador, Cemal Nayir, de 49 a?os, en siete.
"Nayir es un tipo con m¨¢s clase que su jefe. Est¨¢ casado con Donalda McArthur, una espa?ola de origen australiano. Habla espa?ol perfectamente, mientras que el turco s¨®lo lo chapurrea", se?ala un responsable de estupefacientes. "Adem¨¢s, el turco es un fanfarr¨®n. Una vez, la polic¨ªa alemana le confisc¨® un cami¨®n de hero¨ªna. Y a los alemanes se les escaparon 53 kilos. Estaban tan bien escondidos en la maquinaria que no los vieron. Y a Cetinkaya no se le ocurri¨® otra cosa que, con toda su chuler¨ªa, mandar a un abogado a Alemania para traerse el cami¨®n. Pero nunca se lo pudo traer porque nosotros escuchamos sus conversaciones por tel¨¦fono. Nayir, sin embargo, no es tan fanfarr¨®n. Tan importante para nosotros es la detenci¨®n de Nayir como la del Paral¨ªtico. Porque Nayir era en quien ¨¦l hab¨ªa delegado ¨²ltimamente, el ¨²nico que hablaba con la gente de aqu¨ª".
Y "la gente de aqu¨ª" es El Enano, Jos¨¦ Gomes P. C., tambi¨¦n llamado El Portugu¨¦s, nunca olvidado por sus jefes de Turqu¨ªa. "Nos consta que tanto El Enano, desde la c¨¢rcel, como su propia familia, desde un chal¨¦ de M¨¢laga, han estado recibiendo dinero de Cemal Nayir".
Con la detenci¨®n de El Enano fue desmoron¨¢ndose como un domin¨® toda la red. La droga ten¨ªa que seguir llegando a Espa?a. "Es como una f¨¢brica que no puede dejar de sacar su mercanc¨ªa, perder¨ªa mercado, se hundir¨ªa", se?ala un agente. Y el problema era que no hab¨ªa nadie que controlase todo el proceso de distribuci¨®n como lo hac¨ªa El Portugu¨¦s.
En octubre cayeron Numan Turkhan y su mujer, Hediye Sekman, encargados, seg¨²n la polic¨ªa, de distribuir la droga en Portugal. Y en noviembre, Loghman Ghodci, que blanqueaba el dinero a trav¨¦s de una agencia de cambio radicada en Estambul bajo el mando de Al¨ª Inal, alias Al¨ª el Mierda. S¨®lo faltaba detener al capo de los capos.
El Paral¨ªtico cay¨® al fin en la madrugada del lunes 14 de agosto. Junto a ¨¦l, 13 personas, entre las que se encontraban su esposa y El Chino, su m¨¦dico particular. Lo del Chino puede resultar un dato anecd¨®tico en el sumario, pero lo de la esposa no. Los agentes no han encontrado ning¨²n documento oficial donde se acredite el matrimonio. La ceremoria fue meramente religiosa. "Lo hizo as¨ª para poner todos sus bienes a nombre de ella. Pero no les va a servir de nada. Estamos bien documentados".
No fue nada f¨¢cil dar el paso de la detenci¨®n. Al estilo de los narcos colombianos, El Paral¨ªtico se hab¨ªa convertido en un gran benefactor. Hab¨ªa comprado el terreno para construir un colegio al que pensaba ponerle el nombre de su hijo mayor muerto, Urfi Cetinkaya. La historia del hijo se bifurca en dos versiones. En la de El Paral¨ªtico, el hijo muri¨® en un accidente de tr¨¢fico. En la de la polic¨ªa turca, falleci¨® jugando a la ruleta rusa.
Ya fuese la muerte por una causa o por la otra, el caso es que El Paral¨ªtico no se dej¨® amilanar por la pena. Jam¨¢s consumi¨® hero¨ªna, pero organizaba fiestas en su finca de Estambul a las que acudi¨® hasta alg¨²n diputado turco.
La noche en que Los intocables detuvieron literalmente en calzoncillos a El Paral¨ªtico tambi¨¦n le colocaron las esposas a dos altos mandos policiales de Estambul. Se cerraba as¨ª un cap¨ªtulo importante en una biograf¨ªa marcada por la astucia y la ambici¨®n.
Esos dos rasgos lo sacaron de los suburbios de Estambul, donde se dedicaba al contrabando de tabaco en 1980, cuando a¨²n andaba sobre sus piernas. Y eso mismo es lo que le hizo caer en las redes de la polic¨ªa. "A este tipo de personas les gusta ser obreros y directores al mismo tiempo. Por eso tenemos cuatro cintas de ¨¦l dirigiendo el cotarro". La ¨²ltima palabra la tendr¨¢ la justicia turca.
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