THE WASHINGTON POST La amenaza del virus
El caso del virus I love you acab¨® en nada esta semana cuando los fiscales filipinos retiraron los cargos contra Onel de Guzm¨¢n, el hombre sospechoso de iniciar el ataque en mayo. El lanzamiento del virus, que caus¨® da?os en todo el mundo estimados en 10.000 millones de d¨®lares, aparentemente no viol¨® ninguna ley. Filipinas carece de una ley de delitos inform¨¢ticos, y una ley aprobada despu¨¦s del incidente no puede aplicarse retroactivamente. As¨ª que Guzm¨¢n est¨¢ libre.(...) El problema es que muchos pa¨ªses conectados a Internet, incluso ahora, carecen de esta ley, y los ataques pueden lanzarse desde muchos lugares. (...) El caso deber¨ªa convencer a otros pa¨ªses en desarrollo de que ellos tambi¨¦n necesitan herramientas legales para perseguir los ataques inform¨¢ticos. (...) En el fondo, sin embargo, la soluci¨®n a este problema no es principalmente de aplicaci¨®n de la ley. (...) La primera l¨ªnea de defensa contra las intrusiones inform¨¢ticas reside en desarrollar criterios t¨¦cnicos que sean m¨¢s resistentes a los ataques. Es un problema de desarrollo de software y un reto a la forma en que los negocios calculan sus riesgos. La vulnerabilidad de los sistemas inform¨¢ticos debe verse como un riesgo en los seguros y las auditor¨ªas, por ejemplo. La Administraci¨®n de Clinton ha estado apostando por esta direcci¨®n, hay que reconocerlo.
Una red inform¨¢tica global es tan fuerte como lo es su eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil, y las empresas deben encontrar sus propios medios para defender su infraestructura.
Washington, 25 de agosto
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