La Iglesia italiana ofrece acoger a las siamesas para evitar su separaci¨®n
Actitud de las familias
El obispo de R¨¢vena, una ciudad en el noreste de Italia, ha declarado que est¨¢ dispuesto a acoger a la familia de las siamesas Jodie y Mary, unidas por el abdomen y nacidas en un hospital de Manchester. Los m¨¦dicos se disponen a separarlas, cumpliendo una sentencia dictada el viernes pasado por un juez del Reino Unido a la que se oponen los padres. La intervenci¨®n, que los progenitores de las siamesas rechazan, supondr¨¢ el sacrificio de una para que la otra sobreviva, ya que las ni?as comparten los pulmones y el coraz¨®n. La decisi¨®n judicial fue adoptada despu¨¦s de que los expertos m¨¦dicos advirtiesen de que si las ni?as permanecen unidas no vivir¨ªan m¨¢s de seis meses. La elegida para sobrevivir es la que posee el coraz¨®n y la ¨²nica que respira.La pol¨¦mica iniciativa ha partido de la Curia romana, concretamente del cardenal Ersilio Tonini, uno de los purpurados que m¨¢s ha criticado la clonaci¨®n de c¨¦lulas humanas. Tambi¨¦n el alcalde de la ciudad, Vidmer Mercatali, ha declarado su voluntad de socorrer a la familia.
Mientras en el Reino Unido contin¨²a la batalla legal, el cardenal Tonini ha utilizado sus influencias para encontrar acomodo a la familia. Tras recibir una llamada de auxilio de Alianza Provida, una asociaci¨®n antiabortista brit¨¢nica, Tonini ha recabado ayuda del obispo de R¨¢vena, Giuseppe Verucchi, que se ha mostrado dispuesto a acoger a toda la familia.
Este caso guarda enormes semejanzas con el de las dos siamesas peruanas que llegaron a Palermo hace tres meses para ser operadas. Sin embargo, la diferencia esencial reside en la actitud de las familias. Mientras los padres de las peque?as Marta y Matilde dieron su consentimiento para que la intervenci¨®n se realizara (con el resultado de que las dos ni?as murieron), los padres de las peque?as nacidas en Manchester, procedentes de Europa oriental, se oponen a la operaci¨®n por razones religiosas. Ya durante el juicio hicieron constar su opini¨®n mediante una declaraci¨®n en la que afirmaban: "Todo el mundo tiene derecho a vivir. ?Por qu¨¦ debemos matar a una de nuestras hijas para permitir que viva la otra? Tenemos sentimientos muy fuertes al respecto y ninguna de nuestras hijas debe recibir tratamiento m¨¦dico".Lo que no est¨¢ del todo claro es el tipo de ayuda que se les puede prestar en Italia. Matteo Solaroli, el sacerdote que gestiona la Obra de Santa Teresa del Ni?o Jes¨²s, una organizaci¨®n que atiende en la ciudad a enfermos con graves disfunciones f¨ªsicas, ha declarado: "Hemos dicho que s¨ª, que aqu¨ª podemos hospedarles si fuese necesario. Pero carecemos de la infraestructura hospitalaria necesaria para ingresarlas".
El obispo ha sido m¨¢s expl¨ªcito: "No entramos en la pol¨¦mica de la operaci¨®n, simplemente damos nuestro consentimiento a la acogida", aunque, a?ade, "¨¦ticamente no se puede acabar con una vida para salvar otra".
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