Las madres j¨®venes parir¨¢n hu¨¦rfanos
El desolado pron¨®stico de Bertolt Brecht volver¨¢ a cumplirse en Euskadi cuando nazca el hijo que espera la mujer de Manuel Indiano, el hombre de 29 a?os asesinado ayer por ETA en Zum¨¢rraga. Se trata de la duod¨¦cima v¨ªctima de esa banda desde enero, y del d¨¦cimo concejal del PP asesinado desde 1995. Tras el asesinato del segundo de esos concejales, Miguel ?ngel Blanco, los representantes de los partidos democr¨¢ticos vascos, con el lehendakari Ardanza a la cabeza, comparec¨ªan el 13 de julio de 1997 para decir a los ciudadanos: "No podemos actuar conjuntamente en defensa de ninguna causa, por leg¨ªtima que sea, con quienes con su palabra de apoyo o su silencio cobarde se han hecho c¨®mplices de tan abominable asesinato".No es cierto, como a veces se dice para indicar que matar es f¨¢cil, que cualquiera sea capaz de hacerlo. Hace falta una cobard¨ªa verdaderamente fuera de lo com¨²n para entrar en una tienda de golosinas y vaciar el cargador contra un hombre indefenso, que pocos meses antes hab¨ªa renunciado a tener escolta. Frente a las fantas¨ªas de quienes quieren ver en cada atentado un mensaje cuidadosamente seleccionado por los jefes de ETA, la evidencia indica que el criterio fundamental para elegir a una v¨ªctima es que no pueda defenderse. As¨ª han ca¨ªdo desde la ruptura de la tregua tres concejales del PP, dos guardias civiles, dos militares, dos pol¨ªticos socialistas, un periodista, un empresario y un agente de la Ertzaintza. Los peri¨®dicos de ayer recog¨ªan las amenazas de HB contra los miembros de ese cuerpo y la direcci¨®n del PNV, a cuenta de la reciente detenci¨®n por la polic¨ªa vasca de activistas de ETA. En el comunicado le¨ªdo por Ardanza hace tres a?os tambi¨¦n se dec¨ªa: "ETA sigue teniendo c¨®mplices entre nosotros. Se llaman Herri Batasuna. Desde ahora, todos sus anuncios los consideraremos amenazas".
ETA ha asesinado a seis seres humanos en las ¨²ltimas seis semanas. Arzalluz dijo el viernes que "nadie entiende que mataran a J¨¢uregui o a Korta", pero igual de injustificado es que maten a un concejal del PP o a cualquiera otra de las v¨ªctimas anteriores. Los nacionalistas se quejan de que tras cada atentado se les pida cuentas a ellos, dem¨®cratas acreditados. En parte tienen raz¨®n, pero si ocurre as¨ª es porque la mayor¨ªa piensa que el nacionalismo vasco, precisamente por su trayectoria, y tambi¨¦n por su identificaci¨®n con la misma ideolog¨ªa que utiliza ETA como pretexto, estar¨ªa obligado a hacer m¨¢s de lo que hace: en la defensa de las instituciones democr¨¢ticas, y en la eliminaci¨®n de cualquier sombra de duda sobre la falta de legitimidad del recurso a la violencia.
No hacen lo suficiente. En su discurso del viernes, el presidente del PNV critic¨® fuertemente a ETA, pero a continuaci¨®n identific¨® al PP, el partido del concejal asesinado, con el franquismo; y la presidenta de Eusko Alkartasuna dijo ayer, tras condenar rotundamente el atentado, que, no obstante, era preciso no olvidar la existencia de "un conflicto pol¨ªtico". Conflictos pol¨ªticos los hay en todas partes; la cuesti¨®n es si el existente en Euskadi es de tal naturaleza que justifique el recurso a la violencia.
Si se piensa que no, es irresponsable invocarlo constantemente a sabiendas de que ETA lo va a interpretar como pretexto para seguir. ETA desistir¨¢ cuando exista una amenaza veros¨ªmil de su brazo pol¨ªtico de desligarse de ella (lo que la convertir¨ªa en un grupo terrorista sin incidencia pol¨ªtica, como los GRAPO). Pero el brazo pol¨ªtico no se plantear¨¢ desligarse de ETA mientras el resto del nacionalismo le siga considerando (en Lizarra, en Udalbiltza) parte de la familia.
Si Aznar, Zapatero y los dem¨¢s dirigentes pol¨ªticos se dirigieron ayer prioritariamente al lehendakari y a su partido es porque suya es la mayor responsabilidad para retomar una estrategia de unidad democr¨¢tica y de aislamiento de los que consideran leg¨ªtimo que ETA mate concejales. Condicionar esa unidad a la aceptaci¨®n por los dem¨¢s de la visi¨®n nacionalista del problema (resumida en el ¨¢mbito vasco de decisi¨®n) no es que sea inoportuno: es suicida. El argumento de ETA es precisamente que ser¨¢ leg¨ªtima la violencia mientras esa visi¨®n no sea asumida por los no nacionalistas.
Pero populares y socialistas tienen a su vez una responsabilidad directa en hac¨¦rselo comprender as¨ª al nacionalismo democr¨¢tico. No puede haber condiciones para el di¨¢logo con un partido democr¨¢tico como el PNV; pero un acuerdo pol¨ªtico con esa formaci¨®n, por ejemplo para formar Gobierno en Euskadi, s¨®lo ser¨¢ posible tras una ruptura clara con la estrategia plasmada en el Pacto de Lizarra. Es decir, con un regreso a los principios enunciados por Ardanza el 13 de julio de 1997.
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