El ex dictador Suharto, citado hoy para ser juzgado por corrupci¨®n
Un tribunal de Yakarta deber¨¢ iniciar hoy el juicio por corrupci¨®n contra el general Suharto, el dictador indonesio que gobern¨® con mano de hierro el archipi¨¦lago m¨¢s grande del mundo durante m¨¢s de 30 a?os. Acusado de apropiarse de 570 millones de d¨®lares destinados a varias organizaciones de beneficiencia, Suharto, de 79 a?os, trata de eludir su comparecencia alegando graves problemas de salud. Los estudiantes exigen que el dictador sea juzgado tambi¨¦n por las graves violaciones de los derechos humanos en el pa¨ªs.
El suspense se mantendr¨¢ hasta tres horas antes del inicio de la sesi¨®n en que un equipo m¨¦dico, compuesto por sus doctores personales y un grupo de especialistas nombrados por el Gobierno, decidir¨¢ si el ex dictador se encuentra capacitado para hacer frente al tribunal. Sus doctores han conseguido eludir casi todas sus comparecencias ante la justicia alegando que el general sufre graves dificultades de locuci¨®n y p¨¦rdidas de memoria como consecuencia de un ataque cardiaco que, supuestamente, le ha provocado problemas neurol¨®gicos irreversibles. Por su parte, el grupo de especialistas nombrado por el Gobierno afirma que Suharto goza de suficiente salud para enfrentarse a los tribunales.A pesar de que el ex dictador podr¨ªa ser condenado a cadena perpetua, el actual presidente indonesio, Abderram¨¢n Wahid, ha reconocido que ser¨ªa perdonado por el Gobierno si resultase condenado. En este caso, s¨®lo se le exigir¨ªa la restituci¨®n de los bienes robados a las arcas del Estado.
Durante m¨¢s de 30 a?os de tiran¨ªa y poder absoluto, la familia Suharto acumul¨® un patrimonio que supera los 15.000 millones de d¨®lares entre dinero en efectivo, situado fundamentalmente en bancos suizos, propiedades, acciones, compa?¨ªas de todo tipo, comisiones, obras de arte, joyas o jet privados. Nada se mov¨ªa sin dejar alg¨²n beneficio en las redes de la familia. Las grandes compa?¨ªas de sectores b¨¢sicos como la luz, el agua, el tel¨¦fono o las autopistas rindieron durante a?os jugosos beneficios al clan Suharto y sus amigos.
Las promesas del nuevo Gobierno presagiaban la inmediata desarticulaci¨®n de toda esa red de intereses y privilegios, pero no ha sido as¨ª hasta el momento. De hecho, los observadores internacionales confiaban en que el presidente Wahid emprendiera un ambicioso programa de reformas que restaurara la confianza de los mercados y restableciese la inversi¨®n extranjera, pero el poderoso entramado financiero de la familia Suharto ha impedido hasta ahora el avance de esas reformas, con la inestimable ayuda de una evidente falta de voluntad pol¨ªtica para combatir la corrupci¨®n.
No obstante, el presidente Wahid reactiv¨® las investigaciones contra el ex dictador en un claro intento por aplacar el clamor popular contra la red de intereses de la familia Suharto, pero sus tentativas han ca¨ªdo en saco roto. Los estudiantes, aut¨¦nticos art¨ªfices del derrocamiento de Suharto hace m¨¢s de dos a?os, reclaman no s¨®lo su comparecencia por corrupci¨®n, sino tambi¨¦n por sus responsabilidades en las graves violaciones de los derechos humanos en el pa¨ªs.
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