El Gobierno y el PSOE dan el primer paso para consensuar el Plan Hidrol¨®gico Nacional
Los 800.000 regantes espa?oles se unen para formar un frente com¨²n en el debate
El Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y el principal partido de la oposici¨®n han mantenido ya al m¨¢s alto nivel los primeros contactos para consensuar el Plan Hidrol¨®gico Nacional (PHN). El vicepresidente primero del Gobierno y ministro de la Presidencia, Mariano Rajoy, y el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Rafael Caldera, incluyeron este asunto en una conversaci¨®n celebrada el pasado jueves. El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, acord¨® con la secretaria de esta ¨¢rea de la Ejecutiva del PSOE, Cristina Narbona, la celebraci¨®n de la primera reuni¨®n t¨¦cnica el pr¨®ximo mi¨¦rcoles.
El principal punto del PHN es el trasvase, desde el bajo Ebro, de 1.000 hect¨®metros c¨²bicos anuales (el equivalente a 70 litros diarios por cada espa?ol) destinados a Catalu?a (200 hect¨®metros), Comunidad Valenciana (300), Murcia (400) y Almer¨ªa (100). Estas zonas receptoras no podr¨¢n ampliar sus regad¨ªos. La obra costar¨¢ 700.000 millones de pesetas.Aunque el PSOE no dispone a¨²n del anteproyecto de ley del Plan Hidrol¨®gico Nacional (PHN), Cristina Narbona ha remitido al ministro Matas una carta en la que le expresa "su sincera voluntad de colaborar en el consenso de una cuesti¨®n de tanta envergadura". Dicho esto, se?ala las cuestiones en las que el PSOE desea profundizar, aunque en ning¨²n momento exprese su oposici¨®n a los trasvases. El proyecto socialista tambi¨¦n los inclu¨ªa (el plan es una ley de trasvases), pero siempre tuvo enfrente el radical rechazo del PP, encabezado entonces por la actual vicepresidenta de la UE, Loyola de Palacio.
Los socialistas piden que se clarifiquen los mecanismos que permitan compensar los efectos sociales y ambientales de los trasvases entre las diferentes cuencas hidrol¨®gicas, "as¨ª como los l¨ªmites y las condiciones del trasvase de agua a la cuenca receptora, a partir de un an¨¢lisis exhaustivo de las alternativas existentes y de sus correspondientes costes y beneficios".
En esta misma l¨ªnea, reclaman precisi¨®n en los compromisos de inversi¨®n p¨²blica, as¨ª como el calendario de ejecuci¨®n de las obras previstas que corran a cargo tanto del ministerio como de las Sociedades Estatales de Agua, entidades creadas por el anterior Gobierno para evitar que los gastos en obras computen como d¨¦ficit en las cuentas del Estado. Con todo, los socialistas no creen que el PHN pueda llevarse a cabo con la escasa dotaci¨®n de las confederaciones hidrogr¨¢ficas, que gestionan el agua en cada cuenca. Seg¨²n Narbona, a la del Guadalquivir se le han escapado 600.000 hect¨¢reas de nuevos regad¨ªos que no figuran como tales.
La Confederaci¨®n Nacional de Comunidades de Regantes, que agrupa a m¨¢s de 800.000 agricultores de toda Espa?a (los que consumen el 80% del agua), ha decidido crear una comisi¨®n encargada de negociar el PHN internamente y proponer al Consejo Nacional del Agua una posici¨®n conjunta. Esta comisi¨®n est¨¢ integrada por Jos¨¦ Fern¨¢ndez-Heredia, del Guadalquivir; Araceli Olmedo, del Guadiana; Ignacio Azqueta, del Tajo; ?ngel del Riego, del Duero; Jos¨¦ Antonio Rubio, del Ebro, Juan Antonio Delgado, del J¨²car, y Jos¨¦ Joaqu¨ªn Garc¨ªa-Yelo, del Segura.
Mientras los regantes mantienen una actitud cautelosa, los pol¨ªticos toman posiciones. As¨ª, el diputado cat¨¢l¨¢n de CiU Mari¨¤ Curto asegur¨® a la cadena SER que el agua deber¨¢ pagarse a un precio elevado como contrapartida, de lo contrario no habr¨¢ acuerdo para trasvasar. Curto consider¨® razonables unos 30.000 millones de pesetas anuales para invertir en el bajo Ebro en Tarragona.
Por su parte, el consejero valenciano de Obras P¨²blicas, Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa, apel¨® ayer a la "solidaridad" de los aragoneses para ceder "una peque?a parte" de sus excedentes, informa Jaime Esquembre. El PHN asume los planes de las cuencas del J¨²car y el Segura, por lo que el Ejecutivo valenciano, en manos del PP, lo da por bueno y reclamar¨¢ el apoyo de las fuerzas pol¨ªticas en la oposici¨®n. "Nos gustar¨ªa que la defensa no fuera s¨®lo cosa del Gobierno, sino de la sociedad valenciana en su conjunto", se?al¨® Garc¨ªa.
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