La subida de las gasolinas, las hipotecas y el desfase salarial enfr¨ªan la euforia econ¨®mica
El verano no ha tra¨ªdo m¨¢s que malas noticias para el bolsillo. La gasolina ha vuelto a subir, las hipotecas son un poco m¨¢s caras, la Bolsa apenas revive y el descontrol de los precios ha mermado los salarios. El panorama se ha dado la vuelta, despu¨¦s de dos a?os largos de euforia del consumo. Los expertos se preguntan si estamos ante un cambio de ciclo econ¨®mico y concluyen que ser¨¢ un movimiento suave que se empezar¨¢ a acusar con claridad a mediados del a?o pr¨®ximo. Los tipos de inter¨¦s reales en Espa?a siguen bajos y se mantiene un buen ritmo de creaci¨®n de empleo, lo que evitar¨¢ un cambio brusco.
Pr¨¦stamos m¨¢s caros
La inercia del consumo es todav¨ªa fuerte, entre otras razones, porque los dos ¨²ltimos a?os han sido muy buenos para el empleo, se ha ganado mucho dinero en Bolsa y con los fondos de inversi¨®n y ha bajado el impuesto sobre la renta. Pero ahora la inflaci¨®n empieza a ejercer una labor corrosiva que afecta, en primer lugar, a los salarios.La inflaci¨®n est¨¢ en el 3,6% y los salarios pactados en convenio se han quedado en el 2,8%. Cerca del 70% los trabajadores sujetos a convenio recuperar¨¢n poder adquisitivo a final de a?o con las cl¨¢usulas de revisi¨®n, pero el resto no podr¨¢ hacerlo. Adem¨¢s, est¨¢ el mill¨®n largo de funcionarios cuya subida, sin remisi¨®n, ha sido del 2%.
El euro da estabilidad
"Puedes no enterarte y consumir igual, pero en unos meses o un a?o nos daremos cuenta de que hay que pisar el freno", explica ?ngel Laborda, de la Fundaci¨®n de Cajas de Ahorros. Es el t¨ªpico ejemplo de quien siempre echa la misma cantidad de dinero en el dep¨®sito de gasolina. Cree que as¨ª no sufre la subida de precios, pero pronto ver¨¢ que cada vez llega menos lejos.
Las gasolinas y gas¨®leos hace ya m¨¢s de un a?o que suben pero todos, el Gobierno y los expertos, pensaban que se hab¨ªa tocado techo en los primeros meses del a?o. Esperaban descensos este verano, pero en agosto el goteo de subidas ha sido constante y el malestar, creciente. Si en el a?o 1999 de cada 100 pesetas que gastaba una familia cuatro eran para gasolina, este a?o son cinco. De momento.
Los pr¨¦stamos hipotecarios est¨¢n casi dos puntos por encima de hace un a?o (15.000 pesetas m¨¢s al mes); el ¨ªndice Ibex de la Bolsa de Madrid llevaba perdido un 6,5% a finales de agosto desde principios de a?o; la rentabilidad de los fondos de inversi¨®n sigue a la baja, aunque en agosto el patrimonio global gestionado (32,9 billones de pesetas) subiera por primera vez desde febrero. Todo un vuelco respecto de hace tan s¨®lo unos meses.Que el momento no est¨¢ claro lo saben muy bien las docena de empresas que tienen lista su salida a Bolsa y no acaban de decidirse. Los fabricantes de coches ya no esperan repetir el boom de ventas de los dos a?os anteriores (en julio cayeron un 6,6% y un 3% acumulado en los siete primeros meses).
El sector de la construcci¨®n a¨²n est¨¢ de muy buen a?o, pero no las tiene todas consigo para el que viene. Y los promotores inmobiliarios empiezan a temer los efectos de las subidas de los tipos de inter¨¦s y su impacto en la hipotecas, aunque no de una manera inmediata. El secretario general de la Asociaci¨®n de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), Jos¨¦ Manuel Galindo, descarta un descenso de la demanda de vivienda en el mercado libre como consecuencia de la subida de los tipos de inter¨¦s de 0,25 puntos aprobada por el Banco Central Europeo (BCE) el pasado jueves. Galindo calcula que su impacto es un encarecimiento del 2% de los pr¨¦stamos hipotecarios, "lo cual no cambia mucho las actuales circunstancias".
Otras fuentes del sector no son tan optimistas y apuestan por un ligero par¨®n en la demanda de viviendas en los pr¨®ximos meses por factores como el continuo encarecimiento de los pr¨¦stamos y por la imparable subida de los precios de los pisos en los ¨²ltimos dos a?os.
"Lo que no es normal es lo que ha pasado hasta ahora", explica V¨ªctor Gonzalo, analista de Intermoney. "Uno no se compra un coche todos los a?os", dice Benito Sanz, director de Inverbolsa. "Salimos de una situaci¨®n excepcional y ahora vamos hacia una situaci¨®n normal", concluye Emilio Ontiveros, de AFI.
Todos los expertos consultados dibujan un panorama con el consumo creciendo a menos ritmo que hasta ahora (un 4,5% en el primer trimestre del a?o en t¨¦rminos reales, es decir, descontada la inflaci¨®n). El Gobierno tambi¨¦n lo estima as¨ª y prev¨¦ para el a?o pr¨®ximo un 3,2%, medio punto menos y, en consecuencia, espera un menor crecimiento econ¨®mico (del 4% esperado para 2000 al 3,6%).
"Todo indica que hemos llegado a un punto m¨¢ximo en el actual ciclo econ¨®mico, pero no se producir¨¢ una desaceleraci¨®n brusca", opina Miguel Sebasti¨¢n, del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA).
El sector exterior "tiene que tomar el relevo del consumo como motor del crecimiento", se?ala Nicol¨¢s Fern¨¢ndez de Ibersecurities. "No es dif¨ªcil, porque partimos de una situaci¨®n muy negativa", a?ade V¨ªctor Gonzalo.
El problema es que la inflaci¨®n espa?ola "duplica a la de nuestros competidores", se?ala Ontiveros y "esto resta competitividad a nuestros productos". El peor de los escenarios posibles en estos momentos ser¨ªa un sector exterior que no se recupera, una inflaci¨®n sin control y una asfixia del consumo. Y, todav¨ªa peor, un precio petr¨®leo a¨²n m¨¢s caro.
No ser¨¢, ni mucho menos, tan grave porque la econom¨ªa espa?ola tiene a¨²n importantes reservas. Gracias a pertenecer al euro, los tipos de inter¨¦s en Espa?a son todav¨ªa bajos para el nivel de inflaci¨®n que existe. Las empresas viven una situaci¨®n muy desahogada desde el punto de vista financiero, lo que les deber¨ªa permitir mantener sus inversiones.Adem¨¢s, en los ¨²ltimos a?os se ha creado mucho empleo y la cultura de la moderaci¨®n salarial a¨²n no se ha roto. "La econom¨ªa no va a crecer al 4%, pero se van a crear medio mill¨®n de nuevos empleos, y eso est¨¢ muy bien", se?ala Fernando Fern¨¢ndez, del Banco Santander Central Hispano (BSCH). Si se cumple esta previsi¨®n de empleo y el petr¨®leo, ahora s¨ª, al menos se estabiliza, no volver¨¢ la euforia, pero tampoco ser¨¢ un desastre.
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