EE UU intenta volver a sentar a Arafat y Barak en la mesa de di¨¢logo
En un desesperado intento por inyectar algo de ugencia en unas conversaciones que se han ido licuando en estas ¨²ltimas semanas, el presidente norteamericano, Bill Clinton, ha desplegado sus ¨²ltimas armas diplom¨¢ticas para salvar el proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo. El mandatario estadounidense se entrevist¨® ayer por separado primero con el primer ministro israel¨ª, Ehud Barak, y luego con el l¨ªder palestino, Yaser Arafat.
Clinton intenta reanudar el di¨¢logo interrumpido tras el fracaso de la cumbre de Camp David, el pasado mes de julio, debido esencialmente a las diferencias sobre el estatuto de Jerusal¨¦n. Sin embargo, las posibilidades de ¨¦xito parecen muy remotas. El consejero en temas de Seguridad de la Casa Blanca, Sandy Berger, anunci¨® que el presidente dedicar¨¢ todo el tiempo libre que tenga durante la Cumbre del Milenio a apoyar las negociaciones de paz. Clinton jugar¨¢ de nuevo el papel de mediador entre Arafat y Barak, quienes no ten¨ªan previsto entrevistarse en estos tres d¨ªas de conferencia. Berger no mostr¨® gran optimismo sobre los resultados de ese esfuerzo. "No creo que nada ocurra esta semana", dijo. Los norteamericanos saben que el ajetreo de la cumbre no es el mejor formato para una reuni¨®n tripartita, pero no descartaban ayer convocar a los dos l¨ªderes de nuevo en Camp David este fin de semana, sin otra presi¨®n diplom¨¢tica que la de Washington, si se producen avances. De momento, anoche Barak y Clinton estuvieron reunidos durante casi una hora, aunque el portavoz de la Casa Blanca, P. J. Crowley, no dio detalles de su conversaci¨®n. Ya en la madrugada espa?ola, estaba prevista la reuni¨®n con Arafat.
El presidente norteamericano mencion¨® la urgencia de la situaci¨®n ayer en su discurso inaugural ante la Cumbre del Milenio. "Los que han apoyado el derecho de Israel a vivir en paz y seguridad, los que han promovido la causa palestina todos estos a?os, necesitan vuestro apoyo ahora m¨¢s que nunca para asumir los riesgos de la paz". Sin embargo, los pron¨®sticos no son muy optimistas. Israel¨ªes y palestinos se acusan mutuamente del fracaso de la cumbre de Camp David y no han hecho progresos desde entonces. El principal escollo es el futuro de Jerusal¨¦n, que las dos partes reclaman como su capital, y el estatuto de los lugares santos, en concreto de la Explanada de las Mezquitas. Antes de reunirse con Clinton, Arafat asegur¨®: "No ser¨¦ flexible en lo que respecta a los lugares santos, porque estos no son s¨®lo palestinos".
En su intervenci¨®n ante la ONU, el l¨ªder palestino asegur¨® que est¨¢ de acuerdo con la partici¨®n de Jerusal¨¦n, aunque subray¨® que la Ciudad Vieja debe mantenerse abierta a todos. Tambi¨¦n reiter¨® su oposici¨®n "a los intentos de monopolizar" la Ciudad Santa y negar sus derechos a los palestinos.
Jerusal¨¦n, capital eterna
El discurso de Barak tampoco dio se?ales de acercamiento. El primer ministro israel¨ª volvi¨® a describir Jerusal¨¦n como "la capital eterna de Israel". "Hemos llegado al Rubic¨®n y no podemos cruzarlo solos", dijo Barak que critic¨® la decisi¨®n de los palestinos de declarar unilateralmente un Estado palestino el pr¨®ximo 13 de septiembre si el proceso de paz sigue estancado. "Esto volver¨¢ a crear un ciclo de violencia", advirti¨®. El tiempo apremia. Arafat se re¨²ne el s¨¢bado que viene con el Consejo Central de la OLP en Gaza, sin duda para aplazar la creaci¨®n del Estado hasta finales de este a?o. Barak, que perdi¨® su mayor¨ªa parlamentaria durante Camp David, bien podr¨ªa verse forzado a convocar nuevas elecciones si pierde el escaso apoyo del que dispone, tras la vuelta de vacaciones del Parlamento a finales de octubre. Clinton estar¨¢ entonces apurando las ¨²ltimas semanas de su mandato, por lo que todo quedar¨¢ relegado hasta que su sucesor tome posesi¨®n a principios del 2001.
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