Una joven de 17 a?os mata de cuatro pu?aladas a su marido
Al amanecer
Ya era noche cerrada cuando Francisco Luis D. V. lleg¨® a su casa el pasado lunes, a eso de las 23.00 horas. Entr¨® en el piso de la calle Arquitecto Jos¨¦ Galnares, en la barriada m¨¢s desfavorecida de Sevilla, las 3.000 viviendas, del famoso Pol¨ªgono Sur. Su mujer lo esperaba y tambi¨¦n una discusi¨®n matrimonial, una de tantas que hab¨ªan mantenido durante cuatro a?os de matrimonio, hasta llegar, en ocasiones, a las manos. Despu¨¦s de la pelea, Francisco dej¨® su navaja encima de una mesa y se tumb¨® en la cama. La misma navaja que su mujer empu?¨® poco despu¨¦s y, aprovechando un momento de descuido, le clav¨® en el pecho. Lourdes J. J. s¨®lo tiene 17 a?os y su marido trat¨® de taponar la herida abierta por donde se le iban sus 24 a?os. A pesar de la corta edad, el matrimonio ten¨ªa ya dos hijos, uno de dos a?os y otro con s¨®lo siete meses.
Herido de muerte, Francisco trat¨® de defenderse lanzando a la mujer los objetos que encontraba a su paso. Alguno le alcanz¨® la cara a Lourdes y le dej¨® una peque?a se?al, pero reaccion¨® y hundi¨® tres veces m¨¢s la navaja en el cuerpo de su marido. Una cuchillada le pas¨® cerca del coraz¨®n y la polic¨ªa encontr¨® su cuerpo sin vida horas m¨¢s tarde en el sof¨¢ del comedor. Ten¨ªa la cabeza tapada con un mantel y la mujer ya no estaba en la casa.
Baj¨® a la calle y ech¨® a andar. En alg¨²n momento se encontr¨® con alguien a quien confes¨® que hab¨ªa matado a su marido. Por eso, poco despu¨¦s lo supo su madre, que comprob¨® que la historia no era una locura de la chica. Los vecinos oyeron sus gritos pidiendo auxilio y avisaron a la polic¨ªa. Lleg¨® la ambulancia de urgencias, llegaron los agentes de homicidios y lleg¨® el juez para levantar el cad¨¢ver. Eran alrededor de las tres de la madrugada.
Mientras tanto, Lourdes no aparec¨ªa. Hasta el amanecer, cuando llam¨® a su madre y le dijo donde estaba. Hasta all¨ª se fue Mar¨ªa Rosa, que tuvo relato exacto de los sucedido y acompa?¨® a su hija hasta las dependencias policiales. Lourdes declar¨® ante el juez, que orden¨® su ingreso en prisi¨®n. La convivencia entre Francisco y Lourdes fueron cuatro a?os de discusiones y peleas que se acrecentaron con el nacimiento del segundo beb¨¦ de la pareja, hasta llegar, en ocasiones, a agredirse f¨ªsicamente.
Ayer por la ma?ana, en las 624 viviendas, que forman parte de la famosa barriada sevillana, las calles presentaban el aspecto de siempre: suciedad y abandono por doquier. Los gitanos hac¨ªan corrillos en las puertas, al lado del quiosco, alrededor de los coches. Y una furgoneta de la polic¨ªa patrullaba por all¨ª. Todo estaba en calma, pero sucesos parecidos han desencadenado peleas entre familias en esa zona, por eso se manten¨ªa una vigilancia silenciosa.
No ocurri¨® nada. Nada que no hubiera ocurrido ya.
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