Josep Font convierte la Pasarela Cibeles en un cuento de ensue?o
Del Hierro opta por los colores fuertes y Sita Murt por los nuevos tejidos
Josep Font cont¨® anoche un cuento de ensue?o. El patio central del Ifema se convirti¨® en un parque de flores y las modelos, en mu?ecas de otro tiempo. Una apuesta distinta a la de Pedro del Hierro, que horas antes present¨® una paleta de tonos fuertes para dise?os con toques tecnol¨®gicos. Por la ma?ana, la Pasarela Cibeles se abri¨® con una bocanada de aire fresco y de colores ligeros de la mano de Esteve-Sita Murt.
Alicia en el pa¨ªs de las maravillas podr¨ªa ser la f¨¢bula que cont¨® ayer el dise?ador catal¨¢n Josep Font en la presentaci¨®n de su colecci¨®n para la primavera-verano de 2001. La pasarela circular de color ocre y las flores de papel que rodeaban un cenador iluminado fueron el escenario del desfile m¨¢s aplaudido de la jornada. Con grandes lazos en la cabeza, las modelos pasearon al son de una m¨²sica felliniana. Era otro tiempo. Una ¨¦poca en la que las prendas tradicionalmente de mujer fueron muy femeninas y las t¨ªpicas del hombre, muy masculinas. Los bordados floreales como los de los mantones de manila, la pedrer¨ªa, los toques dorados en camisas, chaquetas, pantalones y vestidos dieron al desfile un toque de sofisticaci¨®n muy medida. Los bitonos como el blanco combinado con el beis o el negro y el rojo con el rosa fueron las tonalidades b¨¢sicas del desfile. Font demostr¨® un cuidado estudio del volumen, sobre todo en las faldas, que destacaron por sus vuelos y por su corte al bies. El negro y los zapatos de tac¨®n inundaron los dise?os de noche. Una velada de nervios para este dise?ador catal¨¢n que, seg¨²n declar¨® anoche, ha conseguido gracias a Cibeles que le conozcan "en el resto de Espa?a".
La m¨²sica ambiente y el rosa chicle inauguraron horas antes el desfile de Pedro del Hierro. Rosa chicle, azul tr¨®pico, lima, verde menta, malva, rojo cereza, morado, toda una variedad de tonos que abre el apetito. El monotono de esta temporada seguir¨¢ en boga la que viene. Todo tiene que ir a juego, incluidos los complementos, como las sandalias de tac¨®n alto y los bolsos tipo baguettes. S¨®lo los vestidos de noche, como broche final del desfile, consiguieron arrancar dos breves aplausos al p¨²blico.
Por la ma?ana, una bocanada de aire fresco y de colores ligeros de la mano de Esteve-Sita Murt abri¨® la segunda jornada de Cibeles. El resultado de su propuesta es conscientemente juvenil y adaptable al aire mediterr¨¢neo que lideran. La colecci¨®n de Esteve-Sita Murt comenz¨® con largas faldas de algod¨®n acompa?adas de tops ¨¦tnicos. Despu¨¦s, sus faldas de aire z¨ªngaro a tres capas en gajos irregulares y gamas terrosas, un punto grueso en rosa veneciano, hasta llegar a unos complejos nuevos tejidos basados en el papel. Sita Murt propone finalmente vestidos largos con tirantes, hechos primorosamente a mano con entrelazado de cintas o con superposiciones de tul.
Felipe Varela empez¨® tambi¨¦n con una serie en blanco para ensombrecerse enseguida. Es un modista poco emotivo, quiere ser fr¨ªo y glacial, produciendo una ropa de hombre rara para el mercado y donde s¨®lo levantan respeto sus pantalones tornasolados. Su final de desfile tuvo cierta gracia, con camisetas ajustadas para hombres y mujeres que llamaban a la transgresi¨®n nocturna.
Elio Berhanyer mostr¨® una colecci¨®n marcada por la buena factura y la pretensi¨®n costurera. Pareos coloristas con tops de malla de algod¨®n monograbados, pamelas de paja californianas y bolsos para los bronceadores. Despu¨¦s, se refugi¨® en su experiencia del traje de chaqueta y en sus recuerdos de los a?os sesenta. Sedas bordadas en exceso y espaldas libres para su concepto de la fiesta.
La firma catalana Spastor desfil¨® con acento a¨²n minimal. Pocos adornos, salvo unos absurdos lazos en cinta de oro.
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