HB vuelve a las posiciones anteriores a Lizarra y decide ma?ana abandonar la C¨¢mara vasca
La asamblea general de HB aprobar¨¢ ma?ana el abandono del Parlamento vasco por parte de los 14 electos de Euskal Herritarrok, una decisi¨®n ya adoptada en la Mesa de la coalici¨®n. HB regresa as¨ª a posiciones anteriores al Pacto de Lizarra, en un proceso de involuci¨®n paralelo al seguido por la propia ETA con la vuelta a las armas. La retirada del Parlamento es adem¨¢s una vuelta de tuerca en la presi¨®n sobre el PNV y el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, que el 22 afrontar¨¢ el debate de pol¨ªtica general en franca minor¨ªa. La decisi¨®n de HB es cuestionada por los cr¨ªticos agrupados en la corriente Aralar.
Palamento foral
Con la previsible salida del Parlamento vasco de Euskal Herritarrok, la plataforma electoral de HB, los partidos del Gobierno vasco ven desplomarse la ¨²ltima raz¨®n del pacto con el nacionalismo radical en Lizarra: la aceptaci¨®n por ¨¦ste de las reglas de juego institucionales.HB vuelve a culpar de su involuci¨®n a las posturas poco decididas del PNV y del propio Juan Jos¨¦ Ibarretxe en la "construcci¨®n nacional". Arnaldo Otegi, el portavoz de EH, que se entrevistar¨¢ la pr¨®xima semana con Ibarretxe dentro de la ronda de contactos abierta por el lehendakari con las formaciones vascas, record¨® ayer que la izquierda abertzale ha considerado siempre el Parlamento vasco una instituci¨®n nacida de un pacto con el Estado, que no representa la realidad "nacional" de Euskal Herria y perpet¨²a su "divisi¨®n".
La decisi¨®n que aprobar¨¢ ma?ana en Durango la asamblea de HB es de alguna forma su respuesta a la presi¨®n del PNV y EA para que condene la violencia o se desmarque de la estrategia de ETA. Fruto de ello ha sido el bloqueo del Pacto de Lizarra y de la Asociaci¨®n de Municipios Vascos (Udalbiltza), as¨ª como la ruptura del pacto de legislatura en Vitoria y de los acuerdos municipales.
La marcha de los 14 parlamentarios de EH dejar¨¢ al Gobierno de Ibarretxe (27 esca?os) atado de pies y manos ante la oposici¨®n no nacionalista (PP, PSE y UA suman 32 parlamentarios). Y aunque ¨¦stos no alcanzan la mayor¨ªa absoluta (38 votos) necesaria para que pueda prosperar una moci¨®n de censura -el primer partido de la oposici¨®n, el PP, ha descartado ya presentarla-, pueden bloquear por completo la acci¨®n del Gobierno u obligarle a hacer concesiones muy onerosas para sacar adelante iniciativas.
El PSE record¨® ayer mismo al lehendakari que "se le ha acabado el tiempo" y que debe tomar decisiones de fondo sobre el futuro inmediato de su Gobierno. Tanto populares como socialistas valoraron la eventual salida de EH del Parlamento como el "fracaso" m¨¢s rotundo de la apuesta que el nacionalismo democr¨¢tico hizo en Lizarra. De hecho, HB y la propia ETA han mantenido siempre que la participaci¨®n en el "Parlamento vascongado" era puramente t¨¢ctica, condicionada a que el PNV y EA apostaran por la superaci¨®n del marco estatutario y dirigida a evitar su dependencia de las fuerzas "espa?olistas".
Cuando el lehendakari rompi¨® la pasada primavera el pacto parlamentario con EH por no condenar los atentados de ETA, esta formaci¨®n decidi¨® no acudir al Parlamento salvo cuando se trataran cuestiones referidas a la "construcci¨®n nacional" o de claro contenido social y cultural, una f¨®rmula que le permiti¨® poner de manifiesto la dependencia total que ten¨ªa el Gobierno de sus apoyos.
El abandono de la C¨¢mara vasca -que no se traslada al Parlamento navarro, al que consideran una instituci¨®n hist¨®rica- cuenta con la clara oposici¨®n de la corriente cr¨ªtica Aralar, que lidera el abogado navarro Patxi Zabaleta y que se expresa en un manifiesto que hoy dar¨¢ a conocer p¨²blicamente. Aunque se trate de una corriente minoritaria -alcanza el 15% de la militancia abertzale- los cr¨ªticos han querido mostrar su desacuerdo con la l¨ªnea oficial y trasladar¨¢n a la asamblea de HB su postura favorable a la participaci¨®n en todas las instituciones y en todas los elecciones, incluidas las generales, que EH boicote¨® en marzo.Esta corriente, que reclama un debate abierto y libre dentro del proceso Batasuna (unidad) abierto en el seno de HB, entreg¨® a su direcci¨®n, y m¨¢s tarde a las formaciones de Lizarra, su manifiesto ideol¨®gico, que defender¨¢ en la asamblea del s¨¢bado. Respecto a la lucha armada, Aralar defiende la prioridad de la acci¨®n pol¨ªtica sobre el uso de la fuerza y considera que "las personas y los pueblos" pueden tener razones para emplearla s¨®lo si las v¨ªas pol¨ªticas est¨¢n prohibidas. Los cr¨ªticos no cuestionan la legitimidad de la lucha armada de ETA, sino que apuntan que su uso resulta contraproducente para los propios intereses de la izquierda abertzale.
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