El respetable
El respetable es una abreviaci¨®n de el respetable p¨²blico, expresi¨®n con que se alude al p¨²blico de los espect¨¢culos. Un p¨²blico que es adem¨¢s el pagano porque, seg¨²n estimaciones de la Comisi¨®n Europea, las ayudas recibidas por RTVE entre 1993 y 1997 ascendieron a 119.000 millones de pesetas mientras que las de los canales auton¨®micos, en igual periodo, alcanzaron un importe de 340.000 millones. Eso por no hablar de la deuda acumulada que era, a finales de 1999, de 580.000 millones de pesetas para RTVE y de varias centenas de miles de millones adicionales para los canales auton¨®micos. En Francia, Lionel Jospin quiere devolver a la televisi¨®n el sentido de la dignidad y la ministra de Cultura y Comunicaci¨®n, Catherine Trautmann, propone que el servicio p¨²blico reanude el contrato social que le liga a los telespectadores y a los oyentes. Aqu¨ª nada se oye.Pero el asunto quema porque en adelante la financiaci¨®n p¨²blica (v¨¦ase La pol¨ªtica audiovisual europea, Comisi¨®n Europea, 1998) s¨®lo podr¨¢ atender en el futuro los programas que "respondan a las necesidades democr¨¢ticas, sociales y culturales de cada sociedad y que ayuden a preservar el pluralismo en los medios", lo cual deber¨¢ comprobarse mediante una contabilidad separada de los operadores del sector p¨²blico que se dediquen tambi¨¦n a actividades puramente comerciales. Adem¨¢s, apena que la compra de derechos externos nos tenga anclados en el m¨¢s nefasto sucursalismo cultural, cuando s¨®lo la aplicaci¨®n del 50% de este cap¨ªtulo a la producci¨®n de contenidos permitir¨ªa a Espa?a alcanzar el liderazgo en los pa¨ªses de habla hispana y constituirse en uno de los primeros polos de la industria audiovisual europea.
Deber¨ªan ser asuntos muy graves a debatir en el ¨²nico pa¨ªs de la UE junto con Luxemburgo donde falta un Consejo del Audiovisual, donde todo se reduce a los minutos que a cada partido conceden los telediarios. Sucede que ni siquiera el deslumbramiento ante las nuevas perspectivas tecnol¨®gicas es capaz de disimular las carencias de la vieja televisi¨®n, que a¨²n concentra el 95% de los consumos, seg¨²n confirma el profesor Bernardo D¨ªaz Nosty en el Informe anual de la comunicaci¨®n 1999-2000 (Grupo Z, Madrid 2000). Por todo ello, resultan del mayor inter¨¦s las propuestas pol¨ªticas respecto a los medios de comunicaci¨®n y, en particular, a los de propiedad p¨²blica.
La entrevista del secretario general del PSOE en EL PA?S del pasado domingo ofrece una primera oportunidad para ese escrutinio. Preguntado el l¨ªder de la oposici¨®n por la reforma de las televisiones p¨²blicas, un asunto perpetuamente aplazado, respond¨ªa que el Estatuto de RTVE est¨¢ tan agotado como las Leyes Fundamentales del Movimiento, se?alaba como incomprensible a cualquier ciudadano "que tengamos unos medios p¨²blicos que en realidad son medios privados del Gobierno" y conclu¨ªa con un "queremos acabar con eso". En realidad bastar¨ªa una lectura del Estatuto para comprobar que m¨¢s que agotado est¨¢ in¨¦dito. Pero, en cualquier caso, cuando los entrevistadores adujeron que la mejor forma de comprobar esa voluntad de cambio ser¨ªa verla materializada en las comunidades donde gobiernan los socialistas, es decir, para entendernos, en el Canal Sur controlado por la Junta de Andaluc¨ªa con Manuel Chaves al frente, s¨®lo escucharon evasivas.
La coherencia hubiera sido ofrecer all¨ª, en el Canal Sur, lo mismo que, con toda raz¨®n, se reclama aqu¨ª para RTVE. Cu¨¢nto ayudar¨ªa a Zapatero un proceder de Chaves en Andaluc¨ªa an¨¢logo al que se quiere obtener de Aznar en Espa?a. Tampoco se advierte en las respuestas del l¨ªder de la oposici¨®n sobre RTVE la firmeza y urgencia propias del caso porque se limita a anunciar que si el Gobierno se encastillara en el inmovilismo, ¨¦l reaccionar¨ªa proponiendo en el programa electoral del 2004 "que los responsables de medios p¨²blicos emanen de una elecci¨®n parlamentaria y que exista un ¨®rgano que garantice el pluralismo y la independencia de los medios p¨²blicos, que por cierto no deben ser muchos". Cu¨¢n lejos nos lo f¨ªa.
Mientras, seguimos en pleno festival de la manipulaci¨®n informativa aportada por RTVE y nada ha cambiado, salvo a peor, desde que el 18 de octubre de 1999 los representantes del grupo socialista abandonaran la subcomisi¨®n del Congreso que estudiaba la reforma de RTVE. Pero de improviso sobreviene la noticia de que el Consejo de Administraci¨®n del Ente ha aprobado la programaci¨®n propuesta por el director general por unanimidad, es decir, con los votos socialistas. Por favor, permanezcan atentos a la pantalla.
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