?lex Grijelmo llama a la recuperaci¨®n del gusto por el lenguaje
El periodista publica el ensayo 'La seducci¨®n de las palabras'
Cuando el periodista ?lex Grijelmo (Burgos, 1956) empez¨® a leer las novelas de Luis Mateo D¨ªez lo ve¨ªa como "un se?or que buscaba palabras en un desv¨¢n". La situaci¨®n actual es radicalmente distinta: "La televisi¨®n es ahora la heredera del lenguaje, y rara vez las palabras vienen de nuestros abuelos. Es como si hubieran desaparecido los desvanes", cont¨® ayer el periodista en la presentaci¨®n de La seducci¨®n de las palabras (Taurus).
La seducci¨®n de las palabras, una continuaci¨®n l¨®gica de los libros anteriores de Grijelmo, El estilo del periodista y Defensa apasionada del idioma espa?ol, es un intento de llamar la atenci¨®n sobre la manipulaci¨®n y el poder del lenguaje. "Las palabras son los embriones de las ideas, el germen del pensamiento, la estructura de las razones, pero su contenido excede la definici¨®n oficial de los diccionarios", dijo el periodista.Grijelmo eligi¨® dos trabajadores de la palabra para la presentaci¨®n de su nuevo ensayo, Luis Mateo D¨ªez y el poeta Toni Barriuso. La cita de Pedro Salinas -"Mis t¨ªtulos no son de sabio, son de enamorado"- que abre el ensayo de Grijelmo le dio pie al escritor para atribuir al periodista el t¨ªtulo de honrado conocedor de la materia de las palabras. El autor de La ruina del cielo encuentra concomitancias, dentro del territorio com¨²n de la palabra, con el uso que hacen los creadores o los que se acercan a ella desde la perspectiva del estudioso. "Los escritores, y m¨¢s los poetas, somos francotiradores del lenguaje, pero me parece dif¨ªcil escribir un libro como La seducci¨®n de las palabras sin tener el instinto de la palabra y Grijelmo es due?o de ese instinto", apunt¨® Mateo D¨ªez. Para este escritor, casi todo lo sustancial de la vida se hace con palabras. Otro de los aciertos del libro, en su opini¨®n, es el an¨¢lisis sobre el uso trucado del lenguaje y c¨®mo se produce el enga?o y la manipulaci¨®n con ejemplos concretos.
Barriuso traz¨® un perfil del periodista -"tiene una sonrisa de herrero de aldea"- y defini¨® su ¨²ltimo trabajo como una combinaci¨®n de los trucos del oficio con el rigor.
"Tenemos m¨¢s capacidad de pensar cuantas m¨¢s palabras dominamos", a?adi¨® Grijelmo, que es responsable del Libro de estilo de EL PA?S y director editorial de los proyectos de prensa local del Grupo PRISA y director del suplemento dominical La Mirada. El periodista alert¨® sobre el uso en los diarios de un lenguaje que no es nuestro, como el de los m¨¦dicos, los jueces o los pol¨ªticos, y que los periodistas asumimos sin darnos cuenta de c¨®mo se utiliza con el prop¨®sito manipulador del pensamiento.
Como periodista preocupado por su arma que es la palabra, Grijelmo compar¨® la manipulaci¨®n de los vocablos para alterar la percepci¨®n de la realidad que estaba impl¨ªcita en el lenguaje de los nazis y que todav¨ªa sobrevive en muchos de los discursos que escuchamos ahora. "La f¨¢brica pol¨ªtica de eufemismos y manipulaciones del lenguaje no s¨¦ d¨®nde est¨¢", confes¨®. "Como todo lo que se refiere al idioma, es una herencia", y como ejemplo cit¨® la palabra amor, con m¨¢s de 3.000 a?os de antig¨¹edad.
Del tiempo de los hablantes de prestigio, que fueron los curas y los escritores, se ha pasado a los locutores de televisi¨®n. "Afortunadamente, hay un sector del p¨²blico que busca ya referencias m¨¢s seguras".
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