El rostro de la crisis

La sociedad espa?ola, al igual que la del resto de los pa¨ªses europeos, asiste con perplejidad a la escalada imparable de los precios de los combustibles, sin terminar de comprender sobre qu¨¦ y sobre qui¨¦nes descansa la responsabilidad de esta situaci¨®n. De una parte, la globalizaci¨®n de la econom¨ªa mundial no es capaz de ordenar m¨ªnimamente el mercado internacional del petr¨®leo. De otro lado, el Gobierno se niega a actuar bajando los impuestos especiales que gravan a los carburantes. Y, en tercer lugar, mientras que las grandes petroleras anuncian beneficios extraordinarios, la renta disponible de sectores profesionales y consumidores, en general, se deteriora mes a mes.Una realidad que nos afecta a todos, y especialmente a los peque?os y medianos agricultores, que han visto c¨®mo en a?o y medio el gas¨®leo B para uso agr¨ªcola ha doblado su precio, pasando de 40 a 80 pesetas por litro.

Un crecimiento de precios que se ha producido, adem¨¢s, en un entorno de grave depresi¨®n de rentas en el conjunto del sector: en 1999, la renta agraria por ocupado descendi¨® en Espa?a un 4%, que se a?ad¨ªa a los retrocesos de 1998 y 1997 hasta acumular una p¨¦rdida de renta del 12% en tres a?os. Un deterioro sin precedentes que contrasta con el contexto de crecimiento general de la econom¨ªa.

Los precios del gas¨®leo agr¨ªcola han tenido un comportamiento alcista muy superior a las gasolinas s¨²per y sin plomo -lo que podr¨ªa tener explicaci¨®n por ser carburantes con composiciones qu¨ªmicas distintas-, pero tambi¨¦n respecto al gas¨®leo de automoci¨®n, a pesar de que son combustibles id¨¦nticos, s¨®lo diferenciados por un colorante: durante el a?o pasado el gas¨®leo de automoci¨®n subi¨® un 17% frente al 50% del agr¨ªcola.

Todo ello explica la decisi¨®n de los peque?os agricultores de constituir hace unos meses, junto a otros sectores profesionales y usuarios, la Plataforma Nacional de Consumidores de Carburantes. A pesar de que los problemas de los sectores por sus caracter¨ªsticas son distintos, nos hemos unido por ser colectivos identificados, sobre todo, en que no podemos reflejar en tarifa los incrementos de costes (v¨¦ase en contraposici¨®n la ¨²ltima decisi¨®n de Iberia) y, tambi¨¦n, por ser unidades de producci¨®n de dimensi¨®n econ¨®mica peque?a o mediana, cuyo factor de competencia est¨¢ m¨¢s en el trabajo propio o familiar que en la capitalizaci¨®n de la empresa.

La plataforma es, por tanto, el lugar donde se recogen las inquietudes sociales de colectivos que hasta ahora no han sido atendidos adecuadamente por el Gobierno, cuya reacci¨®n se est¨¢ produciendo tarde y mal. Mientras Grecia, Italia y Francia han disminuido sus impuestos especiales, tal como propone UPA, el Gobierno sigue ofreciendo alternativas distintas, escud¨¢ndose en que los impuestos que tenemos son de los m¨¢s bajos de la UE; en que no se puede disminuir el impuesto sin autorizaci¨®n comunitaria, y en que si disminuimos el impuesto estar¨ªamos se?alando a las petroleras que pueden seguir aumentando el precio del carburante.

Sin embargo, la realidad contradice estas posiciones. Los pa¨ªses productores han decidido aumentar el n¨²mero de barriles, 800.000 diarios, una vez que pa¨ªses como Grecia, Italia y recientemente Francia hayan bajado sus impuestos especiales. En segundo lugar, la aplicaci¨®n de los impuestos especiales en los sectores profesionales (agricultura, pesca y transporte) tiene distinta consideraci¨®n. En pesca no existe el impuesto especial y en agricultura, seg¨²n la directiva 92/81/CEE de 19 de octubre de 1992, relativa a la armonizaci¨®n de las estructuras del impuesto especial sobre los hidrocarburos, establece que los Estados miembros podr¨¢n aplicar exenciones o reducciones totales o parciales del tipo impositivo en la agricultura, as¨ª como en otras actividades espec¨ªficas (navegaci¨®n, por v¨ªas navegables interiores, transporte de personas y mercanc¨ªas por ferrocarril, etc¨¦tera). Es decir, el impuesto en Espa?a se puede eliminar, en el caso de la agricultura, total o parcialmente ajust¨¢ndose a la normativa comunitaria.

En cuanto al argumento de que el impuesto en Espa?a es de los m¨¢s bajos, depende de c¨®mo se mida. En t¨¦rminos de paridad de poder de compra es uno de los m¨¢s altos de la UE, pero adem¨¢s, en valores absolutos, tenemos un impuesto especial en gas¨®leo agr¨ªcola m¨¢s alto que Francia, Alemania o el Reino Unido, pa¨ªses con los que aumentar¨ªamos la brecha de competitividad que actualmente tenemos.

Lo que el Gobierno no dice, pero est¨¢ en el fondo de su pensamiento, es que su objetivo prioritario es conseguir el d¨¦ficit cero. La pregunta es ?sobre las espaldas de qui¨¦n?, ?de las petroleras o de los consumidores?, ?de las compa?¨ªas de tel¨¦fonos m¨®viles reabriendo el sistema de licencias, o de los peque?os agricultores y transportistas aut¨®nomos? En definitiva, el Gobierno ?va a defender el inter¨¦s general o s¨®lo el de unos pocos? La mayor¨ªa absoluta en el Parlamento no es incompatible con una minor¨ªa social en determinados momentos. Creo que estamos en uno de esos momentos. Las movilizaciones de la plataforma comienzan hoy, el Gobierno dir¨¢ si quiere que contin¨²en o no.

Fernando Moraleda Qu¨ªlez es secretario general de la Uni¨®n de Peque?os Agricultores y Ganaderos y portavoz de la Plataforma Nacional de Consumidores de Carburantes.