Detenidos cuatro empresarios acusados de explotar a inmigrantes chinos en talleres ilegales de confecci¨®n
La polic¨ªa ha detenido en tres distritos de Madrid a cuatro ciudadanos chinos propietarios de sendos talleres textiles clandestinos, bajo la acusaci¨®n de explotar como mano de obra a compatriotas suyos en situaci¨®n ilegal. Los agentes de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid aseguran que los inmigrantes, quince en total, viv¨ªan como esclavos y trabajaban jornadas de hasta 20 horas seguidas. Las investigaciones comenzaron hace varios meses, cuando la polic¨ªa averigu¨® el destino final de varios inmigrantes asi¨¢ticos. El pasado martes los agentes y varios inspectores del Ministerio de Trabajo inspeccionaron los talleres que se encontraban en las calles de C¨¢ceres (Arganzuela), Josu¨¦ Lillo (Puente de Vallecas), Puerto de Arlab¨¢n (Vallecas) y Tabernillas (Centro).
En los locales las condiciones higi¨¦nicas eran p¨¦simas y los trabajadores se encontraban en mal estado de salud. Los empleados explotados estaban en s¨®tanos con gran suciedad y poca luz. All¨ª se ve¨ªan obligados a comer y a dormir hacinados en habit¨¢culos de no m¨¢s de 15 metros cuadrados.
En los talleres fueron detenidos Qinsu W., de 28 a?os; Shengli Z., de 32; Jian Q.D., de 36, y Paochen W., de 50, como responsables de cada uno de los locales y presuntos autores de delitos contra los derechos de los trabajadores. Todos han sido puestos a disposici¨®n judicial.
Por su parte, la inspecci¨®n de trabajo y la polic¨ªa han revisado durante los ¨²ltimos d¨ªas la documentaci¨®n requisada en los locales con la ayuda de los t¨¦cnicos municipales y funcionarios de la Administraci¨®n Central. En la revisi¨®n se han encontrado numerosas irregularidades administrativas, tales como inexistencia de libro de matr¨ªcula, licencia de apertura y varios trabajadores sin dar de alta en la Seguridad Social.
Los talleres de Vallecas funcionaban desde el pasado mes de mayo y los otros dos desde primeros de a?o, seg¨²n la polic¨ªa. Los vecinos de Josu¨¦ Lillo manifestaron que cada tres o cuatro d¨ªas se descargaban y llenaban por la noche furgonetas con cajas llenas de ropa.
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