"Conocemos a los conductores que vulneran por sistema las normas y vamos a por ellos"
Carme San Miguel (Barcelona, 1945) es la concejal m¨¢s criticada por la oposici¨®n, que le ha pedido que dimita. Ni se le ha pasado por la cabeza. A lo sumo, en alg¨²n instante huidizo, puede llegar a preguntarse por qu¨¦ se dej¨® liar para ocupar un cargo p¨²blico. Ella, que se licenci¨® en Ciencias F¨ªsicas, est¨¢ desde hace dos legislatura al frente de la movilidad en Barcelona. Cree que el tr¨¢fico es un problema, pero no "el problema". Para resolverlo cuenta, entre otros instrumentos con la operaci¨®n oto?o, que pretende devolver la disciplina viaria a Barcelona, pero asegura que con s¨®lo con disciplina no se va a ninguna parte."El tr¨¢fico", dice, "no es el principal problema de la ciudad. A los ciudadanos les preocupa m¨¢s, por ejemplo, la vivienda. Claro que ocurre que a la persona que ya tiene vivienda, ese asunto ya no le preocupa. Pero el problema de la vivienda es m¨¢s hondo que el del tr¨¢fico o el de la seguridad laboral. Eso s¨ª, el tr¨¢nsito nos afecta a todos y todos los d¨ªas".
"El problema del tr¨¢fico es recurrente en todas las grandes ciudades europeas", sigue explicando. "Las ciudades crecen, las calles no. Los propios movimientos de los ciudadanos crecen. Cito de memoria, pero hace unos a?os la media de los movimientos de los barceloneses estaba en 700 metros; hoy supera los tres kil¨®metros. Trabajamos m¨¢s lejos, compramos m¨¢s lejos, vivimos m¨¢s lejos".
Las actuaciones que hay que realizar las tiene claras: "A corto plazo: de choque. La operaci¨®n oto?o es una de ellas. Pero tenemos que reforzar el discurso, la conciencia de la gente y la autoridad. El problema del tr¨¢fico se da en todas las ciudades, no hay varita m¨¢gica que no sea la suma de muchas cosas: transporte p¨²blico, conciencia ciudadana y cambio de modelo de funcionamiento, m¨¢s aparcamientos para residentes y junto a las estaciones. Y un esfuerzo de disciplina. Con los medios que tenemos. Lo f¨¢cil ser¨ªa pedir m¨¢s. Pero el gestor tiene que trabajar con lo que tiene".
Medidas concretas: "Cambio en los procedimientos sancionadores. No se puede tratar igual a quien un d¨ªa hace algo mal que a quien lo hace por norma. El alcalde ya ha hablado de este asunto con el ministro. Conocemos a los conductores que sistem¨¢ticamente vulneran las normas y estamos yendo a por ellos. Hay que estudiar reponer la reincidencia como agravante. Ahora nos tenemos que limitar a complicarle la vida. Si lo pillamos y podemos llevarnos el coche, nos lo llevamos. As¨ª de claro".
Para reponer la disciplina se ha formado una patrulla de un centenar de guardias en los que tiene puestas muchas esperanzas: "Ser¨¢n unos 100 guardias con moto, recorriendo las calles y con m¨¢s autoridad. Ellos tambi¨¦n tiene que poner de su parte, pero muchos guardias lo est¨¢n pidiendo: recuperar la autoridad y la dignidad".
Lo que est¨¢ claro es que "para mejorar el tr¨¢nsito no hay que hacer m¨¢s infraestructura viaria. Hay que dar mucha informaci¨®n y contar con la participaci¨®n ciudadana. El tercer factor es la tecnolog¨ªa. El Ayuntamiento ha apostado por ella y este a?o tendremos 2.000 millones".
La conciencia pasa por saber cu¨¢l es el papel del coche: "Hubo un momento en que la gente, de buena fe, cre¨ªa que era preferible parar sobre la acera que en doble fila. As¨ª, dec¨ªan, no molestaban. Hay que hacer entender que se molesta en los dos sitios: en uno al tr¨¢nsito rodado y en otro a los peatones. Y los peatones tienen que estar protegidos".
Una parte de la soluci¨®n es el trasporte p¨²blico en una ciudad cambiante: "Vivimos un cambio de ciudad: de usos, de horarios, de complejidad. Es una ciudad de servicios y eso hace que no se mantenga el viejo orden que hac¨ªa que todos entraran y salieran de trabajar a la misma hora. Ahora hay gente que se mueve durante todo el d¨ªa y hay que darles servicio y tener la ciudad a su disposici¨®n".
Estos cambios son tambi¨¦n de mentalidad: "Hablo del tr¨¢fico, pero no s¨®lo del tr¨¢fico. Estamos saliendo de un mundo que era muy autoritario y pasamos a una sociedad que tiene que ser participativa. La gente quiere saber por qu¨¦ tiene que hacer las cosas. Y tenemos que saber encontrar un equilibrio entre disciplina y libertad. Ahora, t¨¢cticamente, estamos enfatizando la disciplina. Pero se trata de una soluci¨®n pasajera, no se puede mantener toda la vida. No es la soluci¨®n".
"Hay que dotar de mayores servicios a la ciudad, especialmente en transporte p¨²blico. Es un problema de cultura. Hay que dar un salto cultural y convencernos de que la soluci¨®n del tr¨¢fico es el transporte p¨²blico. Pero las administraciones tienen que dar m¨¢s servicio, m¨¢s calidad, m¨¢s frecuencia. O, cuando menos, m¨¢s informaci¨®n. Pongamos el ejemplo del verano: si el autob¨²s tiene que pasar cada 20 minutos porque hay muy pocos usuarios y mantener un gran n¨²mero de autobuses ser¨ªa irracional, los pasajeros tienen que saber a qu¨¦ hora pasar¨¢ y no perder el tiempo en la parada. S¨®lo eso ya ser¨ªa una gran mejora del servicio".
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