Los expolios revelan la insuficiente vigilancia de los yacimientos arqueol¨®gicos valencianos
La Comunidad Valenciana tiene catalogados m¨¢s de 700 yacimientos arqueol¨®gicos. De ellos, seg¨²n fuentes del Museo de Prehistoria de Valencia, s¨®lo dos tienen vigilante permanente, alrededor de una treintena cuentan con alg¨²n tipo de estructura que dificulta el acceso y algunos disponen de se?alizaci¨®n espec¨ªfica en la que, adem¨¢s de la informaci¨®n de inter¨¦s sobre el punto, se proh¨ªbe el paso. Pero la gran mayor¨ªa est¨¢ a merced de cualquier saqueo o da?os. Una situaci¨®n que aprovechan los expoliadores, como los detenidos recientemente por la Guardia Civil.
Sin actuaci¨®n conjunta
La reciente investigaci¨®n, conocida como Operaci¨®n Zeus, ha desarticulado una red dedicada a la expoliaci¨®n de yacimientos y al tr¨¢fico ilegal de piezas de gran valor hist¨®rico que no est¨¢n catalogadas. Quince detenidos y 7.000 restos que datan de las ¨¦pocas ¨ªbera, romana y medieval ha sido el resultado de las pesquisas. Seg¨²n las primeras valoraciones de los expertos que estudian el alijo, al menos la mitad de las piezas podr¨ªan haber sido sustra¨ªdas en operaciones clandestinas en yacimientos de la Comunidad Valenciana. Esto pone de manifiesto la vulnerabilidad de estos espacios por la escasa vigilancia y el elevado inter¨¦s que los vestigios m¨¢s pret¨¦ritos de la historia despiertan en el mercado negro.Tras constatar que las doce primeras piezas de cer¨¢mica que pusieron sobre la pista de la red ahora desarticulada son falsas, los expertos se afanan ahora en determinar la autenticidad y procedencia de las 7.000 unidades restantes, sobre todo monedas, incautadas a los integrantes de esta red que operaba en la Comunidad Valenciana. Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n policial y del grupo de t¨¦cnicos especialistas en este tipo de restos, entre el 80% y el 90% de las piezas recuperadas ser¨ªan aut¨¦nticas. Su valor material es incalculable. Su valor hist¨®rico, muy importante.
Tras la primera recuperaci¨®n de piezas en la citada Operaci¨®n Zeus, iniciada a primeros de agosto y concluida oficialmente el pasado 8 de septiembre aunque con posterioridad se haya practicado al menos una detenci¨®n m¨¢s, la propia delegada del Gobierno para la Comunidad Valenciana, Carmen Mas, reconoc¨ªa que era "muy dif¨ªcil mantener una vigilancia permanente en los m¨¢s de 700 yacimientos".
La seguridad de estos emplazamientos depende del Seprona (Servicio de Protecci¨®n a la Naturaleza) de la Guardia Civil, de brigadas forestales y de la Polic¨ªa Auton¨®mica. Sumando todos los efectivos disponibles, ¨¦stos resultan insuficientes, sobre todo porque no existe un protocolo de actuaci¨®n conjunta. La Polic¨ªa Auton¨®mica, cuyo subgrupo de Patrimonio se cre¨® en 1999, dispone de unos recursos limitados y sin n¨²mero fijo.Adem¨¢s, su actuaci¨®n se produce b¨¢sicamente a instancias de la Consejer¨ªa de Cultura, de la Direcci¨®n General de Patrimonio o de la Fiscal¨ªa. Desde que iniciara sus intervenciones, este grupo ha realizado 262 servicios, 14 diligencias y cinco detenciones. Una de sus ¨²ltimas operaciones ha sido la intervenci¨®n, tras la denuncia de expolio, en la Cova de Bolomor (Tavernes de Valldigna), uno de los yacimientos m¨¢s antiguos de la Comunidad, cuyos restos datan del Paleol¨ªtico inferior y considerado como la Atapuerca valenciana, porque en ¨¦l se ha encontrado un molar de la ¨¦poca Neandertal.
Pero la Polic¨ªa Auton¨®mica tambi¨¦n ha recuperado 700 monedas robadas en D¨¦nia, ha identificado falsificaciones en Ll¨ªria -otra de las zonas m¨¢s importantes-, ha investigado el robo de piezas del Castillo de Benicarl¨® (Castell¨®n) y varios robos de cer¨¢micas. Este somero inventario de actuaciones es igualmente un retrato de la continua expoliaci¨®n de los yacimientos de la Comunidad.
La red dedicada al tr¨¢fico ilegal de restos arqueol¨®gicos recientemente desarticulada operaba en colaboraci¨®n con otros grupos similares que act¨²an en otros puntos de Espa?a, especialmente en la comunidad andaluza, donde el ¨ªndice de expolio y tr¨¢fico ilegal es uno de los m¨¢s elevados. Los detenidos establec¨ªan algunos contactos con los destinatarios de las piezas en el mercado de la Lonja de Valencia. Pero la movilidad de las piezas iba mucho m¨¢s all¨¢, ya que habitualmente las conexiones traspasan incluso las fronteras nacionales.
En la Lonja se realizaba la entrega del menudeo. Pero el grueso del negocio se concentra en la venta que requiere de una log¨ªstica m¨¢s compleja y que suele hacerse de forma mucho m¨¢s discreta, a clientes habituales, que no siempre son quienes se quedan las piezas. De hecho, se ha comprobado que ¨¦stos act¨²an en muchas ocasiones como intermediarios para entregar las piezas despu¨¦s a coleccionistas dispuestos a pagar cualquier precio por una m¨¢scara de bronce o una espada de 2.000 a?os de antig¨¹edad.
Por todo ello, la desarticulaci¨®n de esta red se considera un paso importante por dos razones principales: por la recuperaci¨®n de las piezas robadas y por el conocimiento del modo de operar y los demandantes de este tipo de restos arqueol¨®gicos.
A merced de los ladrones
Los yacimientos arqueol¨®gicos son estudiados por campa?as anuales que se desarrollan en dos o tres meses, en funci¨®n del dinero del que se disponga. Ello significa que una vez acabado, nadie pisa ese punto y se queda desprotegido. Los agentes del Seprona y las brigada forestales ejercen un control relativo, el de patrullar de cuando en cuando, salvo en aquellos casos en que se presume que pueden ser objeto de un sabotaje por la facilidad de localizaci¨®n, acceso y publicitaci¨®n. Los t¨¦cnicos se han encontrado en m¨¢s de una ocasi¨®n con allanamientos que han provocado destrozos, especialmente en las cuevas, donde los asaltantes suelen actuar con picos y destrozan sin piedad para llevarse s¨®lo las piezas m¨¢s evidentes.La situaci¨®n, calificada de muy preocupante por arque¨®logos e investigadores de museos y universidades valencianas consultados, va a m¨¢s. La implantaci¨®n de nuevos museos y departamentos universitarios dedicados a la investigaci¨®n del modus vivendi de nuestros antepasados m¨¢s remotos ha propiciado un mayor n¨²mero de aproximaciones cient¨ªficas a los yacimientos. Pero la mayor¨ªa de ellos cuentan con un presupuesto muy escaso -ya que por menos de dos millones de pesetas no se puede realizar ninguna campa?a de entre uno y dos meses, siempre que no requiera obreros- y como consecuencia los yacimientos permanecen abandonados muchos meses al a?o. Por tanto, el expolio resulta f¨¢cil.
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