Van den Hoogenband contra Thorpe, el gran combate
El nadador holand¨¦s bate el r¨¦cord mundial de 200 metros libres en semifinales
Pieter van den Hoogenband, el holand¨¦s que se atrevi¨® a derrotar el pasado a?o a Alexander Popov, sorprendi¨® ayer con un desaf¨ªo mayor. En la semifinal de 200 metros bati¨® el r¨¦cord del mundo, lo que no significar¨ªa demasiado en estos Juegos, que han visto ocho plusmarcas en s¨®lo dos d¨ªas de competici¨®n. Pero el r¨¦cord de Van den Hoogenband -1m45,35s- no es cosa cualquiera. Es el tiempo de un hombre que no est¨¢ dispuesto a claudicar f¨¢cilmente frente a Thorpe. El duelo en la final (10.11 horas, TVE-1) se antoja apasionante, por mucho que resulte dif¨ªcil pensar en alguien capaz de apurar al nadador australiano.Van den Hoogenband mejor¨® la marca mundial de Thorpe por 16 cent¨¦simas, con el desconcierto consiguiente en el Acuatic Center de Sydney, como si no se pudiera admitir que alguien explore el territorio marcado por el campe¨®n australiano. La respuesta de Thorpe en su semifinal no tuvo la contundencia esperada. Se qued¨® a dos cent¨¦simas del tiempo del holand¨¦s, y la noticia casi se recibi¨® con decepci¨®n. Es tanta su superioridad que da la impresi¨®n de estar lejos de su techo. Algo de eso debe ocurrir, porque hasta el momento s¨®lo se ha exigido al m¨¢ximo en su maravillosa intervenci¨®n del s¨¢bado en el relevo 4x100. All¨ª se exprimi¨® con todas sus fuerzas, en la necesidad de superar a Gary Hall, un especialista de primera.
Cuando le preguntaron a Van den Hoogenband por el margen que tiene de mejora, confes¨® que es muy peque?o. "Esperaba lograr un tiempo entre 1.46 y 1.47 minutos, pero nunca el r¨¦cord del mundo. S¨¦ que puedo progresar algo m¨¢s, aunque mucho menos que Thorpe". Tendr¨¢ descaro para desafiar hoy al australiano, pero no es tonto. Sabe que s¨®lo conseguir¨¢ la victoria en caso de desfallecimiento de su rival, sometido a un r¨¦gimen brutal de carreras.
En 48 horas, Thorpe ha disputado cinco pruebas entre eliminatorias y finales, con dos r¨¦cords mundiales y con la presi¨®n a?adida de satisfacer a un pa¨ªs que le exige arrollar cada d¨ªa. Si eso tiene alg¨²n precio, comenzar¨¢ a saberse hoy en la final contra Van den Hoogeband.
El holand¨¦s es un nadador magn¨ªfico, pero hasta el momento no ha alcanzado el reconocimiento que merece. El pasado a?o, en los Campeonatos de Europa, acab¨® con la hegemon¨ªa de Popov en los 50 y 100 metros libres, y comenz¨® a mostrar todas las condiciones que le permitieron sorprender al personal en los Juegos de Atlanta. All¨ª roz¨® el podio en los 100 y 200 metros. Era su presentaci¨®n en la alta sociedad. Con 18 a?os, se le pron¨®sticaba un futuro perfecto, pero en los dos a?os posteriores baj¨® sus prestaciones. Ahora regresa a toda m¨¢quina, hasta el punto de amenazar a Thorpe, que tendr¨¢ que batir el r¨¦cord mundial para vencer en la final de 200 metros libres. No ser¨ªa una novedad en el nadador que sigue la estela de Marc Spitz: sale a r¨¦cord mundial por cada final disputada.
Los tiempos parciales de Van den Hoogeband y Thorpe explican las caracter¨ªsticas de cada uno, y las mayores posibilidades del australiano, que cedi¨® un segundo de diferencia -52.03 segundos frente a 51.12s- en el paso por los 100 metros. En el segundo parcial, Thorpe casi le rest¨® por completo esa desventaja. Lo hizo con la naturalidad que acostumbra, como si s¨®lo estuviera de maniobras. En la final emplear¨¢ fuego real, con un paso cercano a los 50.5 segundos en los 100 metros. Luego, abrir¨¢ el turbo. Si Van den Hoogenban le resiste, se lograr¨¢ un r¨¦cord mundial de ¨¦poca, en la l¨ªnea de los que se est¨¢n presenciando en este a?o milagroso de la nataci¨®n, una temporada todav¨ªa insuficientemente explicada. Despu¨¦s de cuatro a?os de relativa sequ¨ªa, los nadadores se han soltado el pelo. Se anunciaba, pero en Sydney se han superado todas las previsiones.
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