'?xodos': golpes de realidad
"He descubierto que la mayor capacidad del ser humano es la capacidad de adaptarse. Pero cuando la situaci¨®n se degrada uno tambi¨¦n se degrada y puede ir hacia la muerte, hacia el final". Son palabras de Sebasti?o Salgado (Brasil, 1944), retratista del drama de los refugiados, de los despose¨ªdos. Coincidiendo con la exposici¨®n con 300 im¨¢genes del prestigioso fot¨®grafo brasile?o que se inaugura el pr¨®ximo jueves en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid, bajo el t¨ªtulo de ?xodos, Canal + inicia la emisi¨®n de una serie documental de 30 cap¨ªtulos. Peque?as piezas de tres minutos cada una irrumpir¨¢n en la pantalla de lunes a viernes, a partir de hoy (16.25), asestando impactantes golpes de realidad en la retina del espectador.
La mirada comprometida de Salgado, maestra en el arte expresivo del blanco y negro, exhibe implacable la cara oculta de la sociedad del confort. El objetivo de su c¨¢mara ha recorrido a trav¨¦s de 40 pa¨ªses los conflictos que la d¨¦cada de los noventa ha dejado en herencia al nuevo milenio. Para Salgado, no puede olvidarse lo que pasa en Ecuador, M¨¦xico, Brasil, Afganist¨¢n, Marruecos, Bosnia, El L¨ªbano, Ruanda, Zaire, Sud¨¢n, en los territorios palestinos, en las pateras que cruzan el estrecho de Gibraltar...
En el mundo del 2000, recuerda Sebasti?o Salgado, siguen palpitando los mismos dramas que en 1994 o en 1998, aunque no salgan tanto en los informativos de la televisi¨®n, atragantando a los espectadores felices. "Podr¨ªa volver a empezar", dice el fot¨®grafo sobre su periplo gr¨¢fico. "En ?frica la situaci¨®n sigue igual", cita como ejemplo Salgado, quien pretende mostrar con ?xodos "una radiograf¨ªa de las condiciones en que se encuentra nuestro planeta".
La serie documental, narrada por el propio Salgado en franc¨¦s (el fot¨®grafo reside en Par¨ªs), ha sido coproducida por Canal + deFrancia y Espa?a y la dirige Alain Ta?eb. Las fotograf¨ªas llenan la pantalla, con oportunos primeros planos y detalles propuestos por las c¨¢maras televisivas. Las im¨¢genes hablan por s¨ª mismas, pero la voz del autor subraya lo vivido, por ¨¦l y por los protagonistas. La narraci¨®n es reflexiva y contundente, sin grandilocuencias. El propio Salgado ha reconocido que no busca "conmoci¨®n ni l¨¢grimas, sino que se discuta".
Cada pieza es precedida de unos datos y un mapa que sit¨²an los hechos en la actualidad y en la geograf¨ªa. Y al final se remata con m¨¢s datos: "Colocar una mina cuesta entre tres y diez d¨®lares. Quitarla supone un gasto de entre 300 y 1.000 d¨®lares". O bien: "De los 800.000 v¨ªctimas del conflicto ruand¨¦s, 300.000 eran ni?os".
Los ni?os y ni?as, siempre con un aire de inocencia transparent¨¢ndose entre el sufrimiento o la desesperaci¨®n, son protagonistas del trabajo period¨ªstico de Salgado. Ni?os de la calle, ni?os con piernas mutiladas, trabajando en condiciones miserables, guerreando manipulados por los mayores o bailando en su pa¨ªs de adopci¨®n, como la imagen de los peque?os jud¨ªos rusos trasplantados organizadamente a Brooklyn (Estados Unidos). Hasta en los ¨¦xodos, apunta Salgado, hay migraciones de primera y de tercera clase.
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