Enrique Iglesias califica de "ignorantes" a quienes niegan su ¨¦xito en Espa?a
El cantante act¨²a estos d¨ªas en Madrid, Barcelona y Santiago de Compostela
Enrique Iglesias no es hombre de muchas palabras. Y no porque sea reservado, sino porque parece que le aburre dar explicaciones, incluso las que ata?en a la gira que lo trae esta semana a tres ciudades espa?olas. "Soy muy malo para explicar estas cosas", dijo ayer, preguntado por las caracter¨ªsticas de su espect¨¢culo. "Las luces est¨¢n bien, los m¨²sicos est¨¢n bien y yo estoy muy bien", afirm¨® con innegable espontaneidad. Pero sabe defenderse de sus cr¨ªticos y califica de "ignorantes" a quienes niegan su ¨¦xito en Espa?a. Lo avalan 400.000 copias de su ¨²ltimo disco vendidas en este pa¨ªs.
Sonr¨ªe con facilidad y canturrea despreocupadamente ante el micr¨®fono canciones ininteligibles durante los silencios. Con 25 a?os, Enrique Iglesias no teme a la prensa ni le intimidan los flases o las c¨¢maras de televisi¨®n. Despu¨¦s de todo, es algo que conoce, en mayor o menor medida, desde que naci¨®. Quiz¨¢ por eso tambi¨¦n, y por sentirse en casa, ayer no hizo especiales esfuerzos por convencer a nadie de nada. "He venido ahora a Espa?a m¨¢s relajado que nunca", dijo ayer al inicio de su encuentro con la prensa. Y lo dec¨ªa pese a cierta atm¨®sfera de recelo que suele palparse a su alrededor cada vez que se presenta ante los medios espa?oles. "Llego despu¨¦s de un triunfo espectacular en Europa y eso me da una gran seguridad", afirm¨®. "Y lo cierto es que espero que si en Suiza o en Italia van 20.000 personas a mis conciertos, en mi pa¨ªs vengan el doble".
Tal vez lo logre. Ma?ana act¨²a en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid y ya casi no quedan entradas. El jueves se presenta en el Palau Sant Jordi de Barcelona y el lunes 25 en la Sala Multiusos de Sar, en Santiago de Compostela.
No fue capaz de explicar detalles de su espect¨¢culo, pero ya hay 125 personas encargadas de montarlo. Seis tr¨¢ilers y cuatro autobuses transportan un escenario con varios niveles, un sofisticado equipo de luces con distintos tipos de l¨¢ser y el m¨¢s avanzado sistema de sonido del mercado, capaz de medir con precisi¨®n las diferentes alturas ac¨²sticas de la sala para conseguir una ajustada ecualizaci¨®n del sonido. Sobre las tablas, una banda de 11 m¨²sicos y cuatro bailarinas se encargar¨¢n de acompa?arlo.
"No he venido a conquistar Espa?a, s¨®lo a divertirme", a?ade el cantante, preguntado una vez m¨¢s sobre su particular relaci¨®n con el p¨²blico de su pa¨ªs. "No tengo nada que comprobar aqu¨ª, ya he pasado todas las pruebas. Tampoco me preocupan las cr¨ªticas, al contrario, eso me da el empuje y la agresividad para ir hacia adelante".
Con m¨¢s de veinte millones de discos vendidos y un contrato por 7.000 millones de pesetas con Universal, el m¨¢s sustancioso acuerdo firmado alcanzado hasta ahora por un cantante de origen hispano, le sobran razones como para no sentirse rechazado.
Respecto a la escasa repercusi¨®n que tienen otros artistas espa?oles en el mercado norteamericano, Enrique Iglesias lo tiene muy claro. "Para triunfar en Estados Unidos hay que cantar en ingl¨¦s", afirma. "Los recientes premios Grammy Latinos no hacen de sus ganadores figuras importantes en el mercado norteamericano", a?ade este joven espa?ol, que ya obtuvo uno en los Grammy convencionales. "Yo ya hab¨ªa vendido cuatro millones de discos en espa?ol en Estados Unidos, pero hasta que sali¨® el ¨²ltimo [titulado simplemente Enrique] en ingl¨¦s no se me consider¨® un triunfador all¨¢".
Su dominio del espa?ol y el ingl¨¦s le hace desconfiar de las traducciones. "No creo en las traducciones", dice, "aunque algunas de las que canto en ingl¨¦s en este disco han aparecido aqu¨ª en castellano. En el concierto las cantar¨¦ en ingl¨¦s, que es como fueron escritas originalmente. Ni siquiera me gusta la traducci¨®n de Rythm divine".
El pr¨®ximo, en espa?ol
Para afianzarse a¨²n m¨¢s, acaba de grabar un v¨ªdeo del tema Could I have this kiss forever con la cantante Whitney Houston. Sin embargo, dice que los duetos no le atraen. Sobre la hipot¨¦tica posibilidad de grabar uno con su padre, el legendario Julio Iglesias, Enrique tuerce el gesto. "El d¨ªa que cante con mi padre ser¨¢ algo espont¨¢neo, no para vender discos".Por ahora lo que quiere es terminar con esta gira de mes y medio por Europa para volver a los estudios y preparar lo que ser¨¢ su nuevo ¨¢lbum. "Me apetece mucho volver a meterme en el estudio a experimentar. El ¨²ltimo sali¨® con mucha facilidad, fue muy divertido y lo hice en un par de meses. Este nuevo ser¨¢ en espa?ol, pero todav¨ªa no tengo muy claros todos los detalles".
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