El Deportivo vence a la alemana
Ag¨®nica victoria de los gallegos frente al Hamburgo con el gol decisivo en tiempo de prolongaci¨®n
El f¨²tbol alem¨¢n ha entrado en tal proceso de decadencia que hasta ha perdido la vieja protecci¨®n de los dioses. Los alemanes eran esos equipos que, escondidos durante todo el partido, aparec¨ªan en el ¨²ltimo minuto para llevarse el bot¨ªn por el que sus adversarios hab¨ªan pugnado sin desmayo. Pero el f¨²tbol alem¨¢n ya no es lo que era, y anoche el Hamburgo prob¨® su propia medicina: en el tiempo suplementario, con el Deportivo desesperadamente volcado sobre la meta germana, apareci¨® el argentino Scaloni y dio la vuelta a la tradici¨®n. Como hace una semana en Atenas, el campe¨®n espa?ol esper¨® hasta el momento final para salvar el cuello.Ni Riazor se llen¨® ni el partido respondi¨® a esas promesas de espect¨¢culo pregonadas por el aparato propagand¨ªstico de un torneo en el que la desproporci¨®n entre el ruido y las nueces resulta evidente para cualquiera que no se deje embobar por el ingenio publicitario. Hasta el gol de Pandiani, ya con el ¨¢rbitro a punto de convocar al descanso, el partido fue m¨¢s bien tedioso. La pelota se trab¨® en el centro del campo, el juego qued¨® completamente deslavazado y los dos equipos derrocharon mucho sudor y poco f¨²tbol.
DEPORTIVO 2 HAMBURGO 1
Deportivo: Molina; Manuel Pablo, Donato, Naybet, Romero; V¨ªctor (Scaloni m. 82), Emerson (Valer¨®n m. 58), Mauro Silva, Fran; Pandiani y Diego Trist¨¢n (Turu Flores m. 66).Hamburgo: Butt; Panadic, Hoogma, Hertzsch; Tofting, Kovac, Barbarez (Fischer m. 89), Hollerbach; Mahdavikia, Yeboah (Cardoso m. 46) y Ketelaer (Praeger m. 46). Goles: 1-0. M. 45. Falta a 30 metros de la porter¨ªa alemana que lanza Donato fuerte y raso, el portero alem¨¢n rechaza en corto y Pandiani, muy atento, marca. 1-1. M. 52. Mal despeje de Naybet que corta Mahdavika, cuyo centro remata Barbarez. 2-1. M. 90. Scaloni recoge un rechace en el ¨¢rea y marca de un duro tiro cruzado. ?rbitro: Dick Jol (Holanda). Amonest¨® a Fran, Scaloni, Panadic, Hollerbarch y Hoogma. Unos 25.000 espectadores en Riazor. Segunda jornada de la Liga de Campeones.
El Hamburgo result¨® bastante menos fr¨¢gil en defensa de lo que se esperaba, sobre todo a la vista de sus ¨²ltimos resultados. En teor¨ªa, el conjunto alem¨¢n presentaba un sistema muy ofensivo, con s¨®lo tres defensas y dos extremos pegados a la banda para surtir a la imponente mole humana de Yeboah, el trotamundos ghan¨¦s que ocupa la punta de ataque del Hamburgo. Pero, en la pr¨¢ctica, los alemanes jugaron m¨¢s pendientes de arroparse y cerrar espacios al contrario que de buscar la porter¨ªa de Molina. Dio toda la impresi¨®n de que el Hamburgo se marchar¨ªa m¨¢s contento que unas pascuas si lograba pescar un empatito en Riazor.
Javier Irureta volvi¨® a prescindir de Valer¨®n y situ¨® a Pandiani junto a Trist¨¢n en el ataque. Una apuesta por un f¨²tbol directo y contundente ante un rival que suele emplear la misma f¨®rmula. La idea de Irureta aporta m¨¢s soluciones en ataque a costa de plantear un problema: el equipo se queda sin volante de enganche y se abre un abismo entre el centro del campo y la delantera.
Con todo el conjunto alem¨¢n agrupado en torno al c¨ªrculo central, el Deportivo qued¨® aprisionado, sin espacio vital para pensar, v¨ªctima de la claustrofobia que le causaba la presi¨®n del adversario. Como los alemanes tampoco estaban por embarcarse en grandes aventuras, el partido qued¨® reducido a una pugna anodina detr¨¢s del bal¨®n sin que nadie fuese capaz de encadenar m¨¢s de tres pases. Un remate de Pandiani de espaldas a la porter¨ªa fue la ¨²nica amenaza seria que present¨® al Deportivo al guardameta alem¨¢n.
Pero si una virtud tiene el Deportivo es su capacidad para aprovecharse de la m¨ªnima concesi¨®n del rival. Con el tiempo de la primera parte ya casi agotado, Donato lanz¨® una falta desde 30 metros con tal dureza que el portero no pudo agarrar la pelota y Pandiani, m¨¢s que atento que nadie, acudi¨® al rechace para convertir el gol. Curioso caso el de este Pandiani, un uruguayo fichado al Pe?arol. Aparte de su combatividad, no parece atesorar ninguna otra cualidad especial, pero ¨²ltimamente siempre ha resultado decisivo: contra el Athletic le hicieron un penalti y marc¨® un gol, frente al Panathinaikos griego sirvi¨® el empate a Naybet y anoche abri¨® el marcador cuando el equipo parec¨ªa haberse quedado vac¨ªo de recursos.
El gol era un tesoro, sobre todo tras haber visto el desarrollo de la primera parte, pero el Deportivo apenas tuvo tiempo a administrarlo porque su defensa se derriti¨® al poco de la reanudaci¨®n. Naybet, el h¨¦roe de Atenas, se complic¨® con un despeje innecesario ante la presi¨®n alemana y la pelota acab¨® en el bosnio Barbarez, un goleador en racha, que agradeci¨® la deferencia.
Puesto contra las cuerdas y con media hora por delante, Irureta se encomend¨® a Valer¨®n, lo que supon¨ªa tambi¨¦n una apuesta por otro tipo de juego. Valer¨®n baj¨® la pelota al suelo, distribuy¨® en el centro del campo y el Deportivo compuso al fin un f¨²tbol m¨¢s elaborado. Toque a toque, el campe¨®n espa?ol fue empujando hacia al ¨¢rea a su adversario, que sufri¨® mucho m¨¢s que en la primera parte. Pero, desmintiendo los informes previos, la defensa del Hamburgo no se descompuso y pareci¨® aguantar con oficio hasta el final. No contaban los alemanes con el indomable car¨¢cter de Scaloni, que apareci¨® en el tiempo suplementario para golpear un bal¨®n con furia sobrehumana y salvar a su equipo de una situaci¨®n muy comprometida.
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