Gusinski se niega a vender su imperio period¨ªstico ruso

El futuro de Media Most, principal grupo de comunicaci¨®n privado de Rusia, pende de un hilo. La crisis se ha precipitado por la exigencia del monopolio del gas Gazprom (con fuerte participaci¨®n estatal) de que el due?o de Most, Vlad¨ªmir Gusinski, cumpla el acuerdo de venta de su imperio period¨ªstico, que se firm¨® en agosto. El oligarca ruso asegura que se lo arrancaron pr¨¢cticamente "a punta de pistola" y se niega a cumplir el trato.

El ex presidente de la URSS, Mija¨ªl Gorbachov, cabeza del ¨®rgano controlador de la cadena NTV (buque estrella de Media Most), pidi¨® ayer una reuni¨®n urgente con el l¨ªder del Kremlin, Vlad¨ªmir Putin. Est¨¢ en juego, advirti¨®, la libertad de prensa. Gorbachov califica de "puro chantaje" los m¨¦todos utilizados contra Gusinski, y ¨¦ste habla de "extorsi¨®n estatal". No niega que, el 20 de julio, pusiera su firma bajo un acuerdo con Gazprom en virtud del cual ced¨ªa a ¨¦sta Media Most, a cambio de 300 millones de d¨®lares (unos 58.000 millones de pesetas) y de de que el monopolio de gas asumiera las deudas pendientes (otros 90.000 millones). Lo que realmente importa, dice el magnate, es c¨®mo fue conseguido: bajo presiones y amenazas.

En declaraciones a uno de los medios de su grupo (la emisora Eco de Mosc¨²), Gusinski asegura que se vio entre la espada y la pared: o firmaba, o volv¨ªa a la prisi¨®n de Butirka, en la que ya fue encarcelado tres d¨ªas en junio, mientras Putin se encontraba de visita oficial en Madrid. El magnate asegura que, dos d¨ªas antes de suscribir el compromiso con Gazprom, grab¨® en v¨ªdeo una declaraci¨®n, en presencia de varios abogados extranjeros, en la que aseguraba que ning¨²n acuerdo firmado en esas circunstancias tendr¨ªa valor legal.

Poco despu¨¦s, la fiscal¨ªa general retir¨® las acusaciones de estafa contra Gusinski y levant¨® la prohibici¨®n de salir al extranjero. El oligarca se apresur¨® a poner tierra de por medio y viaj¨® a Espa?a. En la urbanizaci¨®n gaditana de Sotogrande le esperaban su madre, su esposa y dos de sus hijos. Est¨¢ claro que, de momento, no volver¨¢ a Rusia.

Gazprom pide ahora que Gusinski cumpla lo acordado, y denuncia que el presidente de Media Most est¨¢ escamoteando en el extranjero importantes activos de su imperio que, adem¨¢s de la NTV, incluye influyentes medios period¨ªsticos, como el diario Segodnia, el semanario Itogui y la citada emisora. Los directores de los cuatro medios han pedido tambi¨¦n cita con Putin.

Rem Viaj¨ªrev, patr¨®n de Gazprom, se ha mostrado contundente: "Est¨¢ bien, muchachos. Los documentos tienen vuestras firmas, son jur¨ªdicamente correctos y deben ser aplicados". De no ser as¨ª, a?adi¨®, "se tomar¨¢n medidas m¨¢s serias". Ya est¨¢n en marcha: la fiscal¨ªa general ha abierto una investigaci¨®n, y es probable que ¨¦sta derive hacia un proceso criminal.

Gusinski y su imperio no estar¨ªan en tantos apuros de no ser, primero, por el progresivo distanciamiento del Kremlin, tanto en la l¨ªnea informativa sobre la guerra de Chechenia como en las elecciones legislativas y presidenciales. Segundo, por el fuerte endeudamiento del grupo. Gazprom, que ya ten¨ªa el 14% de las acciones de Most, aval¨® dos cr¨¦ditos, por un importe total de 90.000 millones de pesetas, con garant¨ªa del 40% de las acciones. Ya pag¨® el primero de ellos.

Otro detalle quita credibilidad a Gusinski cuando se presenta como palad¨ªn de la libertad de prensa: en 1996 no tuvo problema en emplear todos los m¨¦todos a su alcance para frenar a los comunistas y lograr la reelecci¨®n de Bor¨ªs Yeltsin. Un pecado del que ahora se muestra arrepentido porque, sostiene, aquellos barros trajeron estos lodos.