Silencio institucional

El Gobierno vasco sab¨ªa que se estaba gestando la venta de Autopista Vasco Aragonesa (Avasa). El Ejecutivo auton¨®mico ha sido un mero observador y no ha dicho nada porque, a su entender, ¨¦ste es un tema estrictamente privado, de empresas. Sin embargo, uno de los factores determinantes de la operaci¨®n ha sido el acuerdo alcanzado a primeros de a?o entre la Administraci¨®n central y Avasa para prorrogar en 15 a?os la concesi¨®n de la utopista A-68 (Bilbao-Zaragoza), a cambio de una reducci¨®n de los peajes de un 32,5%. La concesi¨®n, que caducaba en 2012, se prolonga as¨ª hasta 2026. El acuerdo, gestado de espaldas a las instituciones vascas, suscit¨® el malestar de todos los partidos, salvo el Partido Popular y la Diputaci¨®n alavesa. El Parlamento vasco aprob¨® en marzo una proposici¨®n no de ley que criticaba el acuerdo por entender que perjudicaba a los usuarios y supon¨ªa un claro beneficio para la empresa. La proposici¨®n instaba al Gobierno a recurrir la decisi¨®n y al Consejo de Ministros, a dictar su nulidad.

La venta demuestra que la pr¨®rroga de la concesi¨®n ha revalorizado Vasco Aragonesa, lo que ha redundado en el conjunto de sus accionistas. Aprovechando la voluntad de venta del BBVA y el inter¨¦s de Iberpistas, las otras sociedades que participaban en su capital han obtenido importantes beneficios.

Avasa obtuvo el pasado a?o unos ingresos de 18.500 millones de pesetas y un beneficio neto (despu¨¦s de impuestos) de 1.100 millones. A finales del pasado ejercicio sus fondos propios alcanzaban los 99.600 millones de pesetas. Estos datos se lograron con 16.1 millones de usuarios. Los peajes que contabilizaron un mayor volumen de paso fueron los de Llodio (23,4%), Altube (13,8%) y Zaragoza (8,9%). El tr¨¢fico con respecto al a?o anterior aument¨® en un 11,4%.