La ONU denuncia la indefensi¨®n de sus trabajadores en zonas de conflicto

La ONU organiz¨® ayer actos de protesta en sus sedes de todo el mundo para reclamar la atenci¨®n de los Gobiernos por el aumento de las agresiones que sufren quienes trabajan bajo su bandera. Naciones Unidas denuncia que, s¨®lo en lo que va de a?o, 15 empleados de algunas de sus agencias han sido asesinados, cuatro de ellos en las ¨²ltimas dos semanas. Diversos responsables de la organizaci¨®n pidieron ayer que se tomen medidas de seguridad para proteger la labor del personal humanitario, especialmente de quienes trabajan "en primera l¨ªnea".

Protesta silenciosa

El suceso que hizo sonar la alarma fue el asesinato a golpe de machetes el pasado 6 de septiembre de tres trabajadores del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) en Atamb¨²a (Timor Occidental) en el ataque a su oficina por milicias proindonesias. "El escandoloso suceso de Timor no ha sido el ¨²ltimo", advierte Isel Rivero, responsable de Naciones Unidas en Espa?a. La organizaci¨®n ha registrado "un incremento en el n¨²mero de personas que han muerto en acciones humanitarias". La ¨²ltima v¨ªctima se produjo el pasado domingo en Guinea Conakry, donde un trabajador del ACNUR fue asesinado y otro secuestrado por hombres armados cerca de la frontera con Liberia.Funcionarios de la ONU de todo el mundo secundaron ayer una protesta para denunciar este goteo silencioso de muertes que ha dejado cerca de 200 v¨ªctimas desde 1992. La mayor¨ªa pertenec¨ªan al ACNUR, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) o el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Otras 228 personas han sido secuestradas mientras ejerc¨ªan labores humanitarias, y unas trescientas han sido v¨ªctimas de intimidaci¨®n y ataques violentos.

M¨¢s de 1.500 trabajadores del ACNUR se dieron cita en Ginebra en una manifestaci¨®n de protesta al frente de la cual se situ¨® la alta comisionada para los refugiados, Sadako Ogata. "Reconocemos que nuestro trabajo nunca estar¨¢ exento de riesgos, pero deben tomarse todas las medidas para reducirlos al m¨ªnimo", afirm¨® Ogata. Por todo el mundo se sucedieron ayer los actos de protesta, en los que se pidi¨® que se juzgue a los culpables de los ataques y que los Estados ratifiquen los estatutos del Tribunal Penal Internacional y equiparen a un crimen de guerra las agresiones que tengan por objetivo al personal humanitario. En Madrid, responsables de la organizaci¨®n hicieron entrega de una carta dirigida al presidente Aznar en la que se pide su apoyo para fortalecer el respeto y la seguridad del personal humanitario. En Nueva York, una manifestaci¨®n silenciosa frente a la sede de Naciones Unidas ped¨ªa a los responsables del Consejo de Seguridad que tomen medidas urgentes para garantizar la seguridad de su personal. "Pedimos mayor protecci¨®n y mayor prevenci¨®n", afirma Isel Rivero. "Un ejemplo, durante el conflicto en Timor Oriental el a?o pasado y cuando nuestro personal estaba siendo agredido, el Consejo de Seguridad tard¨® todav¨ªa una semana en decidir la intervenci¨®n de Australia", asegura.Rivero recibi¨® ayer con cautela pero con la satisfacci¨®n de "que no quede impune" la noticia de la detenci¨®n de seis militares indonesios como responsables de los asesinatos de Timor Occidental. El administrador de la ONU en Timor Oriental, el brasile?o Sergio Vieira de Mello, afirm¨® que la implicaci¨®n de los militares indonesios en las matanzas "no es ninguna sorpresa para Naciones Unidas", informa Javier Garc¨ªa.