Espejo de gigantes
Que una joya lacustre del tama?o de 16 campos de f¨²tbol, enmarcada por un fiero circo de granito sobre el que se?orea la m¨¢s alta cumbre de Gredos y del Sistema Central -Almanzor, 2.592 metros-, sea admirada todos los fines de semana soleados por un millar de personas no es nada de extra?ar, ni de lo que pueda culparse a nadie. El camino es una romer¨ªa, es verdad, pero tambi¨¦n es cierto que los domingueros andan muy comedidos, y que no ver¨¦is basuras, meoncillos cazando ranas, quintos despe?ando cabras, ni barbaridades por el estilo, y que a pesar de la muchedumbre merece la pena subir a contemplar el paisaje m¨¢s bello de Castilla.Hoy a la laguna Grande se sube descansadamente, en dos horitas y pico, desde la plataforma de Gredos, a 1.770 metros de altura, al final de una carretera de 12 kil¨®metros que nace en el pueblo abulense de Hoyos del Espino. Pero anta?o, cuando la comodidad del asfalto no exist¨ªa y esas dos primeras leguas deb¨ªan cubrirse a pie o en burro -tal cual hac¨ªan, obligados por su oficio, los vaqueros o los estraperlistas que cruzaban la sierra por el puerto de Candeleda-, no era plan tan regalado, y de ah¨ª que las gentes se inventaran mil pretextos para no acercarse.
Hab¨ªa la leyenda -recogida por Cela en Jud¨ªos, moros y cristianos- de una alta dama de la Vera de Plasencia, embrujada por un mal querer, que viv¨ªa en el fondo de la laguna haciendo desenamorarse a las doncellas que se miraban en sus aguas. Y la consignada por Baroja en La dama errante sobre bestias acu¨¢ticas capaces de devorar a un buey y no dejar de ¨¦l "m¨¢s que los bofes, que sobrenadaban en la superficie del lago". Y se contaba -como anot¨® el explorador Gregorio Aznar en 1834- que la laguna se comunicaba subterr¨¢neamente con el mar, lo que sin duda era una convincente raz¨®n para no pisar un lugar en que, de un resbal¨®n, pod¨ªas acabar con las merluzas del Gran Sol.
Del gran aparcamiento para m¨¢s de cien coches que hay en la plataforma, se sale caminando por una senda enlosada cual calzada romana que sube zigzagueando hacia el puerto de Candeleda. A los 10 minutos, no obstante, se presenta un desv¨ªo evidente -el que sigue todo quisque- a la derecha, que atraviesa el llano herboso del prado de las Pozas, cruza la garganta del mismo nombre por un puente de cemento y se encarama culebreando al ingente espol¨®n rocoso de los Barrerones.
Como a una hora y media del inicio, y al poco de trasponer la divisoria de los Barrerones por la cota de los 2.160 metros, se ofrece a la vista un panorama grandioso de cumbres y portachos: el Morez¨®n (2.365 metros), los Tres Hermanitos, la portilla de los Machos (cabr¨ªos, se entiende), el Casquerazo (2.437 metros), el cuchillar de las Navajas, la portilla Bermeja, el Almanzor (2.592 metros), el cuchillar de Ballesteros, la Galana (2.568 metros)... ?ste es, en definitiva, el vertiginoso circo de Gredos, la Plaza del Moro Almanzor o, al decir de los pastores, el Recuenco de Almanzor, a cuyos pies yace -visible tambi¨¦n desde aqu¨ª- la laguna Grande que los mismos pastores bautizaron, en atenci¨®n a su forma, Ri?¨®n del Recuenco.
"La laguna de Gredos", ha escrito Cela, "es un inmenso ri?¨®n de agua n¨ªtida y bien filtrada, de agua tan bella y pura que casi dan ganas de beb¨¦rsela". Emplazada a 1.950 metros de altura -a una hora escasa bajando por un camino empedrado desde los Barrerones-, la laguna tiene una longitud m¨¢xima de 600 metros, una profundidad de 40 y ocho hect¨¢reas de superficie. Las truchas, y endemismos como el sapo de Gredos y la salamandra del Almanzor, son las bestias, no muy fieras, que la habitan. Y los ¨²nicos seres hechizados son los monta?eros que ocupan todos los s¨¢bados el refugio Elola, en la orilla occidental, so?ando con la ascensi¨®n dominical al Almanzor, que, si hay salud, alg¨²n d¨ªa les contaremos.
Cinco horas sin dificultad
- D¨®nde. Hoyos del Espino (?vila) dista 155 kil¨®metros de Madrid yendo por la carretera M-501 (de Alcorc¨®n a Plasencia por San Mart¨ªn de Valdeiglesias) hasta Ramacasta?as y luego por la N-502 (direcci¨®n ?vila) hasta Venta de Rasquilla, donde hay que desviarse por la C-500. No obstante, su acceso m¨¢s r¨¢pido es por la carretera de A Coru?a (A-6) hasta Villacast¨ªn, para seguir por la N-110 hasta ?vila y por la N-502 hasta Venta de Rasquilla. Antes de entrar en Hoyos, aparece se?alizada la AV-931 hacia la plataforma de Gredos. - Cu¨¢ndo. Marcha de cinco horas de duraci¨®n -ida y vuelta por el mismo camino-, con un desnivel acumulado de 600 metros y una dificultad media-baja. No obstante, en ¨¦poca de nieve puede resultar peligrosa si no se dispone de experiencia y material adecuado.
- Qui¨¦n. Rafael Serra es el autor de Las sierras de Gredos y B¨¦jar (Anaya), una de las muchas gu¨ªas donde se describe esta cl¨¢sica excursi¨®n. Para prolongar la ruta desde la laguna hasta el pico Almanzor, puede consultarse Rutas y paseos por lagunas y gargantas de Gredos (Sua Edizioak), de Javier S¨¢nchez y ?lvaro Barrero.
- Y qu¨¦ m¨¢s. Cartograf¨ªa: hoja 14-23 (Bohoyo) del Servicio Geo-gr¨¢fico del Ej¨¦rcito, o bien la 577 del Instituto Geogr¨¢fico Nacional.
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