"Odio la literatura de solemnidad y creo en la que hace participar al lector"
La segunda novela de Pedro Jes¨²s Fern¨¢ndez (Albacete, 1956) Tela de juicio (Editorial Alfagura) llega avalada por el ¨¦xito anterior de Pe¨®n de rey y como en ¨¦sta, la ficci¨®n y la realidad juegan con el lector. Escrita en M¨¦xico, donde reside el autor, parece estar imbuida de la magia del ese pa¨ªs.Pregunta. Pe¨®n de rey se desarrollaba en la Edad Media y Tela de juicio, entre 1916 y el tiempo actual. ?Es casualidad o le atrae especialmente la historia?
Respuesta. Yo soy un apasionado de la historia. Creo que es muy divertida, lo que pasa es que nos la han contado muy mal. Y me gusta mezclar cosas de muchas ¨¦pocas. Soy como una gallina de corral que picotea en todos los rincones. En nuestra ¨¦poca, somos muy pedantes y estamos convencidos de que hemos inventado todo, y la historia te demuestra que no es as¨ª. Me gusta tambi¨¦n hacer un gui?o al lector.
P. ?Se propone implicar al lector en la narraci¨®n?
R. Hubo una ¨¦poca en la que parec¨ªa que hab¨ªa obligaciones: libros que leer, pel¨ªculas que ver, ten¨ªamos que pasar ex¨¢menes permanentemente, y creo que eso ya lo hemos superado la mayor¨ªa. Si un libro se te cae de las manos, lo haya escrito quien lo haya escrito, le dices "buen viaje", y bendita sea la actitud. Odio mucho la literatura de solemnidad, creo en la literatura en la cual te hacen participar y rechazo esa que llamo, un poco en broma, "onanista", que esa en la que el autor se tira 70 p¨¢ginas explicando.
P. ?Cree que si el autor se lo pasa bien escribiendo el lector lo nota y acaba enganch¨¢ndose?
R. Desde luego. Yo me lo paso bien, claro. Es muy dif¨ªcil que si tu no lo pasas bien, alguien pueda disfrutar. Estamos un poco dominados por una concepci¨®n rom¨¢ntica del arte que hace mucho tiempo que pas¨®. El artista que sufre, que depende de la inspiraci¨®n, que es una especie de elegido por el destino, es exagerado.
P. ?Est¨¢n sobrevalorados socialmente los intelectuales?
R. Hay muchos eufemimos. Una azafata es una persona muy seria y una chacha no, y hacen la misma funci¨®n. Sabemos que est¨¢ ah¨ª, pero otra cosa es que nos los tengamos que creer.
P. ?Tambi¨¦n en la literatura?
R. Hay mucho cart¨®n piedra, mucha solemnidad. Yo me siento tocado por la fortuna, pero tambi¨¦n quiero poner de manifiesto que esto es relativo y que no hay que darle gran solemnidad.
P. En Tela de juicio utiliza Las meninas de Vel¨¢zquez para narrar una intriga en la que se concilian realidad y ficci¨®n. ?Qu¨¦ busc¨®?
R. Vel¨¢zquez pint¨® con Las Meninas un cuadro virtual, en el sentido moderno del t¨¦rmino. Al contemplarlo, nos metemos virtualmente dentro del cuadro. A m¨ª me fascinaba ese espacio virtual que crea Vel¨¢zquez y un d¨ªa se me ocurri¨® que pod¨ªa ser muy bonito que una intriga se solucionara en el espacio oculto de Las Meninas. El tema de fondo de la novela es el debate entre los l¨ªmites de lo real y la ficci¨®n. Hay elementos m¨¢gicos, como los espejos, que tienen mucha incidencia y que a m¨ª me atraen mucho. Me gusta jugar con el env¨¦s de las cosas, mirar debajo del dobladillo de las faldas, debajo de las alfombras.
P. Vuelve a repetir la intriga.
R. Me gusta la intriga, la novela negra, el di¨¢logo como recurso expresivo, que el expectador est¨¦ un poco prendido y que vaya adentr¨¢ndose, como en un bosque, desenmara?ando la maleza. La novela actual ya no est¨¢ tan encorsetada y admite muchos juegos; es un espect¨¢culo grande y eso le gusta a la gente.
P. La novela est¨¢ escrita en M¨¦xico. ?Le ha influido su magia?
R. M¨¦xico es muy m¨¢gico, muy loco, y en la novela aparecen sus huellas. Cuando escribes te conviertes en una especie de ladr¨®n de la vida y agarras un gesto, una luz, y yo soy especialmente ladr¨®n.
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