La presencia de Chillida

Pilar Belzunce, esposa de Eduardo Chillida, nos dice que ¨¦l, debido a problemas de salud, se est¨¢ alejando del mundo en el que estamos todos nosotros. En las im¨¢genes de la televisi¨®n lo hemos visto moverse en la inauguraci¨®n de su finca museo Chillida-Leku. En ella tambi¨¦n hemos podido ver algunas de sus obras, quietas, pero hablando por ¨¦l. Quiz¨¢ el arte consista principalmente en eso, en la perennidad de lo que posa.Otro gran artista del pasado, Domenico Guirlandaio, tambi¨¦n nos ha dejado quieto el perfil de Giovanna Tornabuoni, subido sobre la altura de su estilizado cuello. Ella no se gira nunca para vernos, pero a nosotros ya nos parece bastante que una joven as¨ª, como las obras de Chillida, permanezca posando siempre a nuestra espera. Iremos a verlas.- . .