Urdiales puso la plaza en pie

Heridos graves

PABLO G. MANCHALa corrida transcurr¨ªa entre una monoton¨ªa generalizada. Comparecieron en el ruedo logro?¨¦s dos j¨®venes toreros que acostumbran a dejarse ver por las ferias de copet¨ªn, El califa y Eugenio de Mora. Y se armaron de precauciones, el primero m¨¢s que el segundo. Una vulgaridad desesperante.

Pero apareci¨® Diego Urdiales y en un quite dej¨® claro su talante diferencial. Hubo una media ver¨®nica relajada y dibujada con sutil parsimonia. Urdiales recibi¨® al tercero de la tarde con cabeza fr¨ªa. El toro, uno de los de menos presencia de la feria, ten¨ªa una franca embestida, sobre todo por el izquierdo, que el arnedano descubri¨® en los doblones iniciales. Sin embargo, prefiri¨® tomar la muleta con la derecha para dejar sitio entre ¨¦l y el corn¨²peta y embarcar desde la lejan¨ªa. Todo le sali¨® templado y con despaciosidad, y cuando se decidi¨® por los naturales, comenz¨® a brotar su toreo con luminosidad. Urdiales puso la plaza en pie. En el sexto, un inv¨¢lido sin malas intenciones, lo llev¨® siempre a media altura. Cuando intent¨® bajarle la mano, el borrego se desplom¨® y termin¨® el intento de faena.

El Califa se perdi¨® en probaturas con el primero. La faena termin¨® en un pisp¨¢s y lo fulmin¨® con una estocada. En el cuarto tampoco dijo nada especial.

Eugenio de Mora tampoco se apret¨® con el segundo. El toledano hizo una faena larga basada en la derecha. Toro y torero compusieron una estampa desaborida. El quinto, de Fraile Mazas, carec¨ªa de chispa o instinto. Mora no hizo m¨¢s que torear a su aire, un aire de desesperante vulgaridad.

El novillero Pedro L¨¢zaro result¨® herido grave en Consuegra (Toledo) al clavarse el estoque en una pierna, informa Efe. El percance se produjo al saltar el acero cuando entraba a matar. El subalterno Antonio Brice?o fue volteado cuando entraba al quite y sufri¨® una herida, tambi¨¦n grave, en el pabell¨®n auricular izquierdo.