La chapita espa?ola
Con el estilo cort¨¦s y simp¨¢tico que le caracteriza, el presidente del Gobierno, se?or Aznar, respondi¨® el otro d¨ªa a un periodista con la siguiente frase: "Yo no estoy aqu¨ª para hablar de chapitas". Se refer¨ªa, como se puede intuir f¨¢cilmente, al asunto de las nuevas matr¨ªculas de autom¨®viles. Casi a la misma hora, en el Congreso de los Diputados, el PP sacaba adelante en solitario su propuesta de matr¨ªculas, mientras el resto de los partidos y grupos pol¨ªticos votaban en contra, despu¨¦s de una apasionada discusi¨®n. Total nada: tener a toda la oposici¨®n en contra era un simple asunto de chapitas. Est¨¢ el PP tan metido en s¨ª mismo que ni siquiera se ha percatado de la baza que ha perdido con su decreto sobre las nuevas matr¨ªculas de coches. Si en vez de imponer una E escueta y solitaria la hubiese acompa?ado de las siglas de las comunidades aut¨®nomas, ahora podr¨ªa sacar pecho para decir a sus rivales nacionalistas que por fin quedaba claro que todas la autonom¨ªas son iguales, que no hay privilegios ni escaqueos y que todas est¨¢n ah¨ª, bajo la insignia de la E integradora. En vez de esto, el PP ha convertido un asunto que pod¨ªa y deb¨ªa negociarse con tranquilidad en un caso m¨¢s de confrontaci¨®n.
Ya s¨¦ que para mucha gente ¨¦ste es un asunto menor. S¨¦ tambi¨¦n que son bastantes los dem¨®cratas que se alegran de la decisi¨®n del Gobierno, porque, hartos y furiosos como estamos todos ante la violencia de los asesinos etarras, a veces acaban confundiendo con ellos a todos los nacionalistas catalanes, vascos, gallegos y dem¨¢s. Por esto les ruego que analicen el resultado de la votaci¨®n en el Congreso: unos eran nacionalistas, otros -la mayor¨ªa- no lo eran, pero todos votaron en contra del PP porque entendieron que lo que all¨ª se debat¨ªa era otra historia.
Hasta ahora, las matr¨ªculas estaban vinculadas a lo que podr¨ªamos denominar la vieja estructura territorial de Espa?a, o sea, las provincias. Pero las nuevas matr¨ªculas est¨¢n concebidas para un espacio m¨¢s amplio, el europeo, en el que los principales mecanismos ser¨¢n los Estados, las regiones -o nacionalidades y regiones en nuestro caso- y las ciudades. La gran innovaci¨®n de nuestra Constituci¨®n es precisamente ¨¦sta: la creaci¨®n de unas entidades, las comunidades aut¨®nomas, que no s¨®lo agrupan provincias y ciudades, sino que dan respuestas organizativas a la diversidad de identidades y de lenguas, y, como tales, tienen y tendr¨¢n cada d¨ªa m¨¢s un importante papel en la construcci¨®n de la Europa comunitaria.
Las matr¨ªculas de autom¨®viles no son, desde luego, la panacea para la unificaci¨®n de la futura Europa, pero son s¨ªmbolos de su diversidad y de sus formas de organizaci¨®n pol¨ªtica. Con el cambio de matriculaci¨®n se tiende, pues, a unificar cada vez m¨¢s los grandes espacios, pero tambi¨¦n a reconocer el peso de las estructuras menores. Por esto, s¨®lo los pa¨ªses peque?os se contentan con la letra E y, en cambio, los pa¨ªses grandes le a?aden otros signos para realzar la importancia de sus diversidades administrativas y culturales.
As¨ª, por ejemplo, pa¨ªses como B¨¦lgica, Holanda, Finlandia, Portugal y Luxemburgo se limitan a colocar la letra E en la matr¨ªcula. Pero Alemania coloca en cada placa, junto a la E, el escudo del respectivo land, en Francia se mantiene el n¨²mero de cada departamento, en Italia se coloca la sigla de cada regi¨®n debajo del escudo de Europa y en Irlanda se mantiene la letra inicial de cada condado.
Pues bien, si en pa¨ªses grandes, como Alemania, Francia e Italia, se recuerdan y se reconocen los s¨ªmbolos de la organizaci¨®n pol¨ªtica como integrantes y miembros activos del espacio europeo, ?por qu¨¦ en Espa?a, con un sistema pol¨ªtico en el que conviven diecisiete comunidades aut¨®nomas, cada una con su Gobierno, su Parlamento y su Administraci¨®n, se ningunea esta estructura, se oculta el papel que tienen y que tendr¨¢n estos organismos y se convierte la sigla de Espa?a no en un elemento de integraci¨®n, sino en un s¨ªmbolo de centralismo aplastante? Por esto estuvieron en desacuerdo con el PP todos los grupos que votaron en contra suyo en el Congreso. Como dec¨ªa, unos eran nacionalistas, otros no, pero ninguno aceptaba que en la proyecci¨®n interna y externa de las siglas y los s¨ªmbolos se eliminase el papel y el sentido de unas autonom¨ªas contrapuestas al viejo centralismo espa?ol y que van a tener que desempe?ar un papel muy importante en la construcci¨®n de Europa.
Como no quiero ni pensar que la decisi¨®n del Gobierno es una mera respuesta a la confrontaci¨®n pol¨ªtica con los nacionalismos vascos y catalanes, la ¨²nica explicaci¨®n que se me ocurre es que el PP todav¨ªa no ha entendido bien lo que ha significado y significa la creaci¨®n del Estado de las autonom¨ªas. Las ra¨ªces de su cultura pol¨ªtica est¨¢n en el nacionalismo unitarista y duro del viejo centralismo, y por ello percibe las autonom¨ªas actuales de una manera muy especial: las gobernadas por los nacionalistas son campos de batalla pol¨ªticos, las gobernadas por los socialistas son espacios descarriados a recuperar y las gobernadas por ¨¦l son formas de gobierno supeditadas a la direcci¨®n ¨²nica del partido, m¨¢s modernas algunas de ellas, m¨¢s cercanas al viejo caciquismo otras. Les horroriza la palabra federalismo y les gusta poco la palabra autonom¨ªa, y, por ello, la ¨²nica explicaci¨®n de que decidan eliminar las siglas auton¨®micas en las matr¨ªculas es que ¨¦stas puedan recordar la diversidad de nuestro sistema pol¨ªtico y de nuestra cultura.
No dir¨¦ que detr¨¢s del asunto quedan todav¨ªa ramalazos de la Espa?a de antes, porque ser¨ªa demasiado, pero ?qu¨¦ gana la Espa?a actual y, sobre todo, la Espa?a futura con querellas como ¨¦sta? ?Por qu¨¦ el PP no ha aprovechado la ocasi¨®n para dar m¨¢s legitimidad y m¨¢s presencia a las comunidades aut¨®nomas? ?Por qu¨¦ las ha marginado de la idea presente y futura de Espa?a? ?Por qu¨¦ nos quiere hacer regresar a la vieja idea de una Espa?a una y grande cuando nuestro futuro ser¨¢ el de una Espa?a plural en el seno de una Europa plural?
Jordi Sol¨¦ Tura es senador por el PSC-PSOE.
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